Reproducimos aquí este artículo de Tania Molina
publicado originalmente en Diario Libre. Es una advertencia del riesgo que
corremos como país de quedarnos sin agua. La causa: la “confluencia” de
proyectos mineros y cuencas acuíferas.
Aguas RD entre concesiones mineras
La mayoría de los proyectos mineros
coinciden con las cuencas de los ríos
En momentos en que las naciones del mundo alertan
sobre la necesidad de preservar el recurso agua como una prioridad para
garantizar la subsistencia y la seguridad alimentaria de la población, la
República Dominicana tiene bajo concesión minera la mayoría de las cuencas de
donde surge el vital líquido dentro de su territorio.
Esta realidad, que se verifica con sólo cruzar el mapa
hidrográfico nacional con el de concesiones mineras que prepara la Dirección General
de Minería (DGM), genera preocupación entre ecologistas que cuestionan que se
ponga bajo el control de particulares zonas estratégicas para el desarrollo
nacional.
Especialistas entrevistados por DL ven incluso como un
acto de ilegalidad de parte del director de Minería, Octavio López, entregar
permisos para actividad minera en lugares donde la Ley General de Minería (146)
lo prohíbe.
En el país existen 30 cuencas hidrográficas (además de
otras 17 costeras), entre las cuales se identifican 16 prioritarias, de acuerdo
con el Atlas de Biodiversidad y Recursos Naturales de la República Dominicana
2011. Éstas, a su vez, engloban entre sí una población de 5 millones de
habitantes, suplen agua a 14 presas y a 88 de los principales acueductos.
A lo largo de estas cuencas se guardan, además, 50
áreas protegidas, incluyendo parques naturales, reservas científicas,
cinturones verdes y refugios de vidas silvestres.
Las cuencas prioritarias son las formadas por los ríos
Yaque del Norte, Yaque del Sur, Yuna, Nizao, Camú, Ozama, Isabela, Las Cuevas,
Artibonito, Higuamo, Magüaca, Chacuey, Macasía, Guayubín, Nizaíto y Nigua, y
justo en el entorno tienen algún tipo de actividad minera.
De las montañas de la provincia Santiago Rodríguez
salen varios ríos de importancia que alimentan al Yaque del Norte, como el
Guayubín, Mao, Río Grande, Cidra, Cenoví y Guayabal. Sin embargo, allí se
ubican los proyectos de exploración de metales El Cerrazo, Fase I, de
Inversiones Mineras Aldajo; y El Guanal, de Inversiones Mineras Sabaneta.
También en la zona fronteriza, entre Santiago
Rodríguez y Dajabón, abarcando parte de la provincia Elías Piña, por la zona de
Pedro Santana, se cuentan por lo menos siete proyectos de concesión, incluyendo
el Neita, de la empresa Unigold Resources, que busca oro, y que abarca toda la
cuenca alta del Artibonito, justo donde nacen unos siete afluentes de
importancia que le dan vida a este río, fundamental en el sistema hídrico de
República Dominicana y el vecino Haití, donde sustenta la presa Peligre.
Otra zona repleta de concesiones es la frontera entre
Santiago y La Vega. Más de 15 proyectos fueron aprobados en la zona, tanto para
exploración de metales, como para exploración y explotación de material no
metálico. En el área nacen los ríos Jánico, Jagua, Bao, Baiguaque, afluentes
que en su trayecto van uniendo sus aguas entre sí para depositarlas en el Yaque
del Norte. En el lugar también nace el Camú y el Yamí, de La Vega.
Del lado sur de la Cordillera Central, que abarca
parte de la provincia San Juan, se han otorgado seis concesiones mineras. Por
lo menos tres de esos proyectos coinciden con la zona de nacimiento del Río San
Juan y las otras tres con la del río Maguana, ambos afluentes del Yaque del
Sur. De las concesiones, se destacan los proyectos La Escandalosa, La Bestia,
Los Chicharrones, El Crucero, y Loma del Cachimbo, otorgados a la empresa Inex,
Ingeniería y Exploración S.A.
En el mapa de la DGM, Monseñor Noel parece una carta
de colores, los mismos que se utilizan para identificar los tipos de actividad
minera y su estado. Algo similar ocurre en Monte Plata y Sánchez Ramírez, sobre
todo en la zona donde estas provincias hacen frontera entre sí.
Río Blanco, Yuna, Maimón, Yuboa, Yujo, La Leonara,
Guaya, Río Grande, todos alimentadores de Camú, tienen sus cunas en las partes
altas de las referidas provincias, y coinciden con el área de influencia de las
tierras concesionadas. En Monte Plata nacen los ríos Verde, Ozama, Yamasá,
Mayiga, Guanuma, Higüero, Mijo, Sabita, Boyá, Socoa, Yavi y Sabana.
En la región Este, la mayoría de las aguas provienen
de la parte norte de las provincias El Seibo y Hato Mayor, específicamente en
la franja que va desde Sabana de la Mar hasta Nisibón. En Hato Mayor nacen los
ríos Yanigua, Sano, Yabón, que conforman a su vez los ríos Casui e Higüamo.
En la misma área salen los ríos Cibao, Magarin,
Guaiquia, Magua y Seibo, que son los alimentadores del Río Soco. Quisibaní,
Piedra y el Sanata, que conforman el Chavón, así como el Duey, que da forma al
Yuma, también tienen sus nacimientos en la parte norte de El Seibo, además de
otros cinco, como Nisibón, Las Lisas, Cedro, Cuarón y Jovero, que van a la
cuenca costera del río Capitán. No obstante, toda el área de donde salen estos
afluentes está cubierta por proyectos mineros, entre los que se cuentan más de
30 e incluyen concesiones de exploraciones de metálicos y no metálicos, e
incluso explotación de no metálicos.
En el norte, donde el mapa de concesiones se observa
un poco más despejado, aparece el proyecto El Mamey, que cubre toda la cuenca
de los ríos Navas, Unijica, Cao, Nao y Cabía, que suplen al Bajabonico, en la
provincia de Puerto Plata.
El riesgo
El Diagnóstico del Agua en las Américas, elaborado por
la Red Interamericana de Academias de Ciencias, refleja los efectos de la
actividad minera sobre el recurso agua, sobre todo los proyectos de explotación
relacionados con materiales metálicos. La parte que se refiere a República
Dominicana, que analiza las escorrentías del área de influencia del proyecto de
la Barrick Gold, en Cotuí, indica que el Ph del agua es de 2.1, con una
conductividad eléctrica de 4,580 us/com y un contenido de hierro superior a los
2,000 miligramos por litro.
Esos valores llevaron a la Academia de Ciencias
dominicana a concluir que las aguas que salen de la Barrick están contaminando
a la presa de Hatillo, la más grande de país, con una capacidad de
almacenamiento de 440 millones de metros cúbicos por segundo, y a través de la
cual se abastece de agua a toda la zona arrocera del bajo Yuna.
Datos publicados a través de la página web del
Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi), (su director Frank
Rodríguez, no respondió a DL) indican que en el país existen 12 Distritos de
Riego, que cubren más de 5 millones de tareas y se distribuyen en unas 90 mil
Juntas de Regantes. Al respecto, el director de Minería, Octavio López, resumió
su posición en un "ojalá y el país entero se pueda concesionar para
explorar". Mientras, el ministro de Medio Ambiente, Ernesto Reyna, apuesta
por una convivencia armónica entre la actividad minera y la naturaleza, pues, a
su decir, "el desarrollo no puede detenerse".
El ingeniero de Minas Carlos Sención, así como el
biólogo Luis Carvajal, de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de
Santo Domingo (UASD), coinciden en que, si bien la exploración no genera un
impacto ambiental grave, el peligro está en "lo que se puede estar
escondiendo detrás de esos contratos".
"La Ley te dice en sus artículos 133 y 137 que no
se deben dar concesiones encima de las aguas, de las presas, ni de las
poblaciones, pero lo hacen, y eso te dice que el objetivo puede ser que se
estén dando para minas, pero si no se da el permiso de explotación, los
concesionarios puedan quedarse como dueños de las aguas", advierte Sención.
Dice estar a favor de las exploraciones, siempre y cuando se respeten las
leyes.
Ambientalista Vs Camipe
"El daño ambiental es terrible, y aunque el
objetivo de los concesionarios no tiene nada que ver con la minería, es grave,
porque están entregando el agua", Luis Carvajal, ambientalista.
"Nosotros estamos muy bien, pues tenemos unas
compañías preocupadas, un Ministerio de Medio Ambiente haciendo su trabajo, una
minería responsable, pero se cacarea mucho cosas que no son y una de esas cosas
que no son, es que el 90% del agua del mundo la utiliza la agricultura y del
otro 10%, la minería apenas utiliza entre el 2% o el 3%", Cristina Thomen
Ginebra, vocera de la Cámara Minera y Petrolera (Camipe). Tomado de: http://www.diariolibre.com/noticias/2012/05/29/i338090_aguas-entre-concesiones-mineras.html