sábado, septiembre 17, 2016

Ensayo / Desarrollo adulto y generatividad

Etapas del desarrollo adulto en la película 
El Profesor Holland: Una enseñanza de vida”
Por Milton Tejada C.

Mr. Holland's Opus (La Obra del Sr. Holland), película estadounidense de 1995, dirigida por Stephen Herek,1 producida por Ted Field, Robert W. Cort, y Michael Nolin, con guión de Patrick Sheane Duncan. Protagonizada por Richard Dreyfuss, Glenne Headly, Olympia Dukakis, William H. Macy y Jay Thomas.
Profesor Holland es presentada como la biografía del profesor de música Glenn Holland en 30 años de su carrera en la Escuela Secundaria ficticia de John F. Kennedy en Portland, Oregon, una profesión que irá aprendiendo a desarrollar y a amar, siendo a lo largo de su carrera cada vez más apreciado por sus alumnos. “Nosotros somos su mejor sinfonía” resume el cumplimiento del propósito al cual el Profesor Holland dedicó 30 años de su vida.

En este ensayo se expone como Holland, en el transcurso de su vida como maestro de música, se enfrentó exitosamente a las tareas evolutivas indicadas por Erick Erickson, constituyéndose en un ejemplo de cómo la resolución exitosa de una tarea crea bases para enfrentar adecuadamente la siguiente. En este informe no se toma la película de un modo lineal, sino que también se toma en cuenta la tarea de la identidad en el hijo del Profesor Holland y de Iris: Cole Holland. Además, algunos elementos de la tarea evolutiva no concluyen en una etapa, sino que se extienden a lo largo de toda la vida como el ser generativo o el vivir una auténtica identidad. Palabras claves: tareas evolutivas, identidad, generatividad.

Contenido
Resumen / Abstrac

1.    Introducción

2.    Las tareas evolutivas y el profesor Holland
2.1. De la identidad construida a la identidad reconstruida
2.2. Un hogar para definir una identidad: Cole Holland
2.3. Intimidad
2.4. Envejecimiento: Integridad frente a desesperación.
2.4.1.   Amenaza desde lo emocional-afectivo.
2.4.2.   Amenaza desde lo laboral.
2.5. Una generatividad permanente

3.    Análisis y reflexiones finales

Referencias bibliográficas


Resumen

“Nosotros somos su mejor sinfonía” resume el cumplimiento del propósito al cual el Profesor Holland dedicó 30 años de su vida. En ese transcurso, Holland se enfrentó exitosamente a las tareas evolutivas indicadas por Erick Erickson, constituyéndose en un ejemplo de cómo la resolución exitosa de una tarea crea bases para enfrentar adecuadamente la siguiente. En este informe no se toma la película de un modo lineal, sino que también se toma en cuenta la tarea de la identidad en el hijo del Profesor Holland y de Iris: Cole Holland. Además, algunos elementos de la tarea evolutiva no concluyen en una etapa, sino que se extienden a lo largo de toda la vida como el ser generativo o el vivir una auténtica identidad. Palabras claves: tareas evolutivas, identidad, generatividad.

Abstrac


"We are your best symphony" sums up the fulfillment of the purpose to which Professor Holland spent 30 years of his life. In this course, Holland successfully faced the developmental tasks indicated by Erick Erickson, becoming an example of how the successful resolution of a task creates basis to adequately address the next. In this report the film in a linear fashion is not taken, but also takes into account the task of identity in the son of Professor Holland and Iris: Cole Holland. In addition, some elements of evolutionary task does not end in a stage, but extend throughout life as the generative be or live an authentic identity. Keywords: developmental tasks, identity, generativity..

1.    Introducción

Al “leer” la película “El Profesor Holland: una enseñanza de vida” (también titulada “La obra del Sr. Holland”) es posible hacerlo en clave eriksoniana, valorando lo que significan las tareas evolutivas de la adultez e incluso de una vejez regenerativa. Sin embargo, la película ofrece más. Y una historia sigue a la otra, la del padre sigue a la del hijo, porque aunque el profesor Holland (PH) tiene su punto de partida en una adultez constituida, funcional, hay que decir que Cole, el hijo (CH) se le ve trascurrir por diversas etapas. En ese sentido, nos proponemos en este trabajo describir el tránsito de una etapa a otra y a otra, a través de ambos personajes.

La sinopsis es simple. La trama se ambienta en el período 1965-1995. Treinta años de múltiples acontecimientos políticos, económicos, culturales y sociales, algunos de los cuales estarán de trasfondo. PH, a pesar de que parece que fuese un músico de talento, se ve obligado a dedicarse a la docencia en una ficticia escuela de Estados Unidos. Busca sobrevivir económicamente y busca también hacer un buen trabajo. Al principio, un profesor más que no logra motivar, despertar interés, pasión por la música en sus alumnos. Sólo cuando cae en la cuenta de que nadie aprende bien si no parte de algo que le motive –y ese algo era el rock en los jóvenes de esa escuela- es que comienza a ser efectivo y, además, su trabajo de sobrevivencia comienza a ser su forma de vida permanente.

Sin embargo, los cambios traen cuestionamientos, resistencia de parte del asistente principal, Gene Wolters, así como de la directora Helen Jacobs (esta, luego, cambia de actitud).

El otro personaje que gravita en los tránsitos de las diversas etapas de PH es Iris Holland (IH), su esposa,  quien queda embarazada de CH. Pronto se dan cuenta de que CH tiene una sordera grave. Punto crítico en la relación padre-hijo. PH, en principio, parece no ocuparse del niño, no comprenderlo. Sin embargo, ya un adolescente y en un mundo agitado socialmente (lo cual se presenta en la película con diversas imágenes), la muerte de John Lennon (1980) es la oportunidad del acercamiento padre-hijo: CH muestra que sabe y aprecia la música y la profesión del padre y que desea tanto como los alumnos de PH, aprender, aprender…Luego, en el análisis, veremos que el alejamiento concluye, se da un acercamiento profundo.

Ya con 60 años una crisis se presenta en su vida: despedido por recortes presupuestarios. La pregunta es brutal –y nos la hacemos a veces cuando nos acercamos a esa edad o ante determinadas rupturas críticas-: valió de algo haber dedicado su vida a la enseñanza, renunciar a la música como compositor, cuando no hizo diferencia en nadie y nadie lo recuerda. La Obra de Holland es la obra de su vida, su música son sus alumnos, la sinfonía compuesta y ejecutada es el tributo que le rinden.

Una joven alumna que comparte la pasión por la música, Rowena Morgan, es la excusa para plantear un dilema al PH: la ilusión de un amor joven frente a la estabilidad de una vida madura, compartida con su esposa, a quien ama. La ilusión pasa por su cabeza y, probablemente, por sus emociones.

Este análisis es en función de algunos de los planteamientos de la teoría eriksoniana sobre las etapas de la vida en una persona, especialmente la vida adulta. A diferencia de una historia de vida, no es lineal (porque la película tampoco lo es, comienza cuando PH tiene aproximadamente 30 años). Se buscará describir las diversas etapas y elementos dinámicos dentro de esas etapas, las crisis como puntos de transición, los pasos a nuevas etapas.

A diferencia de otras exposiciones, la comprensión teórica de las etapas evolutivas –teoría- se irán presentando ilustrada por el discurrir de la película, algunos fragmentos de diálogos y frases. Sin embargo, algunas ideas generales al principio ayudarán a encajar mejor el análisis.

Erikson plantea algunas tareas evolutivas en la adultez –incluyendo el adulto mayor. Podría afirmarse que se trata de elementos distintos de diversas etapas de la vida adulta. Estos son:

  1. Identidad, tarea propia de la adolescencia y la transición a la adultez. En esta película el PH parte de este como ya resuelto. Sin embargo, CH se presenta en un momento como la identidad en construcción lo cual, como se verá más adelante, logra no en ruptura con su padre, sino en conflicto y reconciliación.
  2. Intimidad. La tarea de la intimidad adulta se muestra a lo largo de toda la película en una generalmente apacible relación de PH con su esposa, con una amenaza de fisura ante la presencia de Rowena.
  3. Generatividad. “Una enseñanza de vida” es, en realidad, una película sobre generatividad, pero se trata de una generatividad progresiva, que concluye con una expresión en la Sinfonía tocada por muchos de sus alumnos, impactados por lo que PH sembró en ellos.
  4. Integridad y gerotrascendencia. El desafío del logro de integridad, de la permanencia, de la fidelidad se hacen presentes en la película. Una mirada a la trayectoria es el sostén, la roca, que permite a PH no sucumbir a dos tentaciones: renunciar a la enseñanza y abandonar el matrimonio.

 De estas etapas se trata este análisis.

De estas etapas se trata este análisis.

2.    Las tareas evolutivas y el profesor Holland

2.1.        De la identidad construida a la identidad reconstruida

Como se ha señalado, esta es una tarea propia de la adolescencia y la transición a la adultez. En esta película PH parte de este tema como aparentemente ya resuelto, pero la elección de la enseñanza como modo de sobrevivir lleva a redefinir lo que pensó que era y sería: un gran compositor de música. En principio, la enseñanza la concibe como un período transitorio. “Cuatro años, a lo sumo”, le dice Iris, su esposa, en una de las escenas iniciales.

Esta identidad de partida la ratifica en el primer encuentro con el profesor de Educación Física, Bill Meister (BM), quien sería luego su mejor amigo. Él le pregunta sobre lo que ha hecho en los últimos diez años, y PH contesta:

-Tocar música. En realidad, soy compositor.

Al principio esta identidad construida, esta biografía aparentemente determinada, se representa mostrando al PH tocando un piano, escribiendo música, aparentando dirigir una orquesta. El deseo de escribir una sinfonía es el deseo por el éxito social y cultural, temas propios de todo adulto. El enseñar música parece una labor escondida que no conduce a ese éxito según parámetros sociales dominantes. Es un conflicto que se resuelve de modo simple: la necesidad de generar ingresos para mantener el hogar le obliga, en principio, a la enseñanza.

Sin embargo, el entrar en el camino de la enseñanza, lo cual le llevará a “reescribir” su biografía, reconstruir su identidad, a pesar de tener ya 30 años cumplidos. Esto se percibe con claridad en los primeros 30 minutos de la película.

Una primera posición adoptada por PH se puede resumir en la frase “esto no es lo mío”.

-“Yo no sirvo para eso…”, expresa al levantarse para ir a dar clases su primer día. Una predisposición que marcará sus primeros cinco meses en el ejercicio de la enseñanza. Es por eso que al encontrarse con la directora en el pasillo y ella preguntarle que si está emocionado (que debería ser lo propio de quien se encuentra en su “vocación”) ofrece una respuesta “real”, pero difícil:

-“Sólo me saqué el título de enseñanza para tener de dónde agarrarme y ahora me agarro”.

O en la conversación con BM le dice que se hizo profesor para tener “tiempo libre” y componer música (ante lo cual BM se ríe, porque su experiencia es que ser profesor es una vocación de tiempo completo, no deja tiempo libre).

Con esa disposición o actitud no logra desafiar a los alumnos, no logra algo que es fundamental en el enseñar: motivación, que lo enseñado sea significativo para quien busca aprender. Su primera sesión tratando de dirigir la orquesta escolar le deja el ánimo en el suelo y el de los alumnos parece igual. No están interesados, PH no ha logrado interesarles.

Al final, luego de unos meses y al devolver el resultado de los exámenes bajo esta lógica, una frase agresiva resume su sentir ante los alumnos. Califica los resultados de “patéticos” y procede a prácticamente avergonzar a algunos de ellos. Un alumno es enviado a la dirección, descalifica a otros.

Gertrude Land es llamada aparte y PH parece ironizar cuando ella le habla del tiempo que lleva intentando tocar el clarinete. Se presenta como la típica adolescente en búsqueda de un lugar, de una identidad, pero lo hace en comparación con su familia (sus hermanos, sus padres), queriendo ser “tan buena” en algo como ellos lo son.

Podríamos decir que, tras cinco meses de docencia, el PH está cayendo. Ni se siente a gusto con el rol de maestro, no es su vocación, ni puede tampoco desarrollarse como compositor. Es un momento de crisis.

Algunos elementos más contribuyen a que toque fondo. La directora le invita a una reunión, lo cual rechaza. Ella le contesta con algo memorable:

“Un profesor tiene dos trabajos: Llenar las mentes de sabiduría, sí, pero lo que es más importante: dar a las mentes un rumbo para que ese conocimiento no sea inútil. No sé lo que hace usted con el conocimiento, señor Holland, pero como brújula, es usted un desastre”.

La reacción emocional la sostiene en su casa. La confrontación interna que sufre le lleva a externar: “Odio a esa mujer y odio el enseñar”. Y en medio de esta intensidad emocional viene un hecho que también, de algún modo, contribuirá a la redefinición de su identidad y añadirá un nuevo elemento a la misma: “Estoy embarazada, lo estamos…”, le anuncia IH. Es decir: un maestro que no se siente satisfecho y que no quiere ser y, ahora, además padre. Una nueva necesidad a la cual responder.

Aunque parece un tránsito brusco, de un día a otro, la realidad es que fue un tránsito que duró cinco meses o más. El regreso a clases es distinto, a tientas e incluso con desconfianza por parte de sus alumnos, pero es distinto. Se propone vincular lo tradicional con lo moderno, Bach con lo que realmente motiva a los jóvenes: el rock and roll…

Celebra, le alegra lo que descubre y lo comparte con IH:

“Han levantado la mano y ha sido mucho más divertido, ha sido genial”,  proclama entusiasmado.

Ante la amenaza de una de las alumnas, Gertrude Land, de abandonar el esfuerzo, parece establecer nuevos elementos de su identidad como maestro. Le pregunta que se divierte tocando (es esta Gertrude, ya adulta y como Gobernadora, quien encabeza el homenaje que se le rendirá al PH).

“Tocar música tiene que ser divertido. Se trata de los sentimientos y de emocionar a la gente y de algo hermoso como estar vivos. Puedo enseñarle esas notas, pero no todo lo demás”, desafiándola a tocar la música que lleva dentro de sí y logrando, de paso, que ella se quede.

La identidad del Profesor Holland ha pasado a una nueva etapa: ahora se asume gozoso como maestro de música, y goza de esa identidad, ese es él, no es sólo lo que hace, es lo que es. Su compromiso[1] con la música permanece, pero adquiere una nueva forma de expresarse, sin renunciar del todo a la forma aspirada de compositor de música.

Claro, esta nueva identidad implica una forma de ejercer la profesión de músico: enseñar, lo cual no está exento de dificultades, desafíos, contrariedades.

Por ejemplo, en un momento de la película es llamado a la dirección y cuestionado conjunto por la directora y el subdirector sobre por qué utiliza o enseña rock and roll. El subdirector llega a afirmar que “el rock and roll, por su propia naturaleza, es el fin de la disciplina”. La directora, siguiendo esa línea de razonamiento pero no haciéndola suya, sino preocupación de algunos padres, indica que “hay gente en esta comunidad que opina que el rock and roll es un mensaje del mismísimo diablo en persona”.

La respuesta del Profesor Holland deja satisfecha a la directora: “Dígale que yo enseño música y que me serviré de todo si creo que me ayudará a enseñar a un alumno a que ame la música”.

Otros desafíos o retos que se hacen presente en su ser profesor y a los que va respondiendo positivamente y con mucha dedicación son:
·         Formar una banda de música que acompañe al equipo de fútbol;
·         Enseñar a un alumno que no sabe nada de música a tocar un instrumento (en este caso, el tambor).

Una primera conclusión que puede estilarse de esta parte es que la identidad es un proceso dinámico, continuo, aunque tiene sustratos estables (la música, en este caso).

Una segunda conclusión –relativa a la identidad de maestro de música- es la externada por la directora y luego asumida por PH: Enseñar es algo más que suministrar conocimiento, es enfocar, dar norte. Pero también PH aporta algo que entra en conflicto con la tradición: se enseña a partir de lo que tiene sentido para quien quiere aprender (para los jóvenes de ese momento, el rock and roll).

Erikson presenta cada dilema como un par de cualidades, donde la resolución es que predomine lo positivo sobre lo negativo (sin que lo negativo desaparezca totalmente). En el Profesor Holland predominó el gozo por enseñar y por dar sentido, dirección, a muchos jóvenes, pero lo negativo fue ver tronchado sus sueños de ser compositor –especialmente sus sueños de éxito social-, cosa que cree no lograría como maestro. El tiempo le dirá, para satisfacción de él, que se equivocó.

Los conflictos que se presentan los va resolviendo a favor de temas positivos. Por ejemplo, la sociedad adulta consideraba, en sus pautas morales, que el rock era malo, pero el Profesor Holland valora, en medio de la crisis, la libertad creativa (“quiero que amen la música”), y es en ese carril que también logra solucionar el dilema arte clásico-arte moderno, porque los dos tienen un sustrato común: expresiones del arte, distintas, pero arte.

2.2.        Un hogar para definir una identidad: Cole Holland

También se presenta la definición de identidad que se va dando en Cole Holland y que le corresponde hacer por su etapa evolutiva. Se trata de una construcción, una definición en la que la relación con el padre, PH, y el apoyo de la madre son fundamentales[1].

Aunque diversos autores colocan la adolescencia como el eje de la definición de la identidad de la persona, desde el punto de vista de la psicología evolutiva y sus investigaciones ya no es una tarea exclusiva de los adolescentes. Se prolonga en lo que Juan José Zacarés González ha llamado la adultez emergente. No hay cortes totalmente bruscos en la mayoría de las personas, sino que las tareas de la formación de la identidad pueden continuar más allá de la adolescencia y pueden, como hemos visto en el caso del Profesor Holland, redefinir lo que consideran que son de acuerdo a puntos críticos o acontecimientos vitales.

Sin embargo, sigue siendo la adolescencia el momento oportuno para la creación de la identidad personal saludable, del cómo concebirse sí mismo, con determinadas características, tales como ambivalencia y sentido de pasado. Además, se produce:

·         Sentimiento de continuidad espacio-temporal, totalidad y cohesión.
·         Conciencia de tener una personalidad única y valorada por otros significativos.
·         Sentimiento de dirección y propósito en la propia vida a partir de metas y valores.

Vale lo citado por Zacarés, siguiendo a Erikson: “He denominado sentimiento de identidad interior a la integridad/totalidad que ha de lograrse en este estadio (adolescencia) A fin de experimentar la integridad, el joven debe sentir una continuidad progresiva entre aquello que ha llegado a ser durante los largos años de la infancia y lo que promete ser el futuro; entre lo que él piensa que es y lo que percibe que los demás ven en él y esperan de él” (Erikson, 1971, pg. 71).

Pero puede que el conflicto por la identidad, la lucha por la identidad, no quede resuelta en la adolescencia. Se trataría de una resolución negativa que conduce a una confusión de la identidad, en que el individuo se siente aislado, incomprendido, pierde la perspectiva del tiempo, se constituye en incapaz de enfocarse en una actividad productiva, e incluso puede llegar a adoptar una identidad negativa adoptando roles completamente opuestos del esperado por la sociedad o por otros significativos como son los padres.

Si la resolución es positiva, se da un compromiso como una adhesión a un conjunto de metas, valores y creencias y su consolidación como probables guías para la acción futura, con sentimiento de fidelidad.

Al nacer Cole, los padres parecen emitir una especie de determinación sobre las posibilidades de que el niño sea músico. Una escena, la pareja y el bebé frente al piano, el PH afirma: “es un músico nato”. IH asienta: “oía tanta música cuando estaba en mi barriga, embarazada”. Esta determinación no tardaría mucho en verse cuestionada o entredicho, cuando descubren que Cole tiene una sordera cercana al 90%. Es tan duro esto emocionalmente que el Profesor Holland lo comparte con sus alumnos, hace referencia a Bethoven, músico sordo, pero con un dejo de tristeza concluye que Bethoven no era sordo de nacimiento, como si hubiese pocas esperanzas para Cole.

La relación de la madre con el hijo tiene sus momentos álgidos, especialmente cuando ella experimenta como doloroso el no poder comunicarse con Cole.

-Yo ni siquiera puedo hablar con mi hijo. No sé lo que quiere, lo que piensa, ni lo que siente. Ni siquiera puedo decirle que le quiero, no puedo decirle quién soy yo, quiero poder hablar con mi hijo… me da igual lo que cueste, yo quiero hablar con mi hijo”, clama llorosa, mientras abraza al niño que acababa de hacer una rabieta.

Ella es escuchada. Acuden a una escuela especial, pero el sistema demanda que durante tres meses los padres tomen tres horas diarias. La directora de esa escuela les dice:

-Los profesores más importantes que tendrá su hijo son ustedes, sus padres.

 Es un proceso en que la relación madre-hijo se consolida, mientras que el padre parece un simple espectador.

Se suceden hechos que contextualizan el transcurrir de la película: la guerra de Vietnam, los Beattles, Martín Luther King, Richard Nixon. Ya Cole Holland es un adolescente.

En la película se produce un diálogo entre el padre y el hijo. Ha sido asesinado John Lennon. El padre regresa triste a casa. Le dice a su hijo que está en el garaje que John Lennon ha sido asesinado, un músico, le dice, pero a la vez descalifica al hijo…

-No lo entenderías…

Y entra abatido a su casa, donde Iris le manifiesta tristeza por el hecho. Cole también entra y demanda su atención inmediata, produciéndose un diálogo que la madre traduce en lenguaje de señas para el profesor Holland.

-Sé lo que es la música, tú podrías ayudarme a conocerla más, pero no…

Le da la espalda y se marcha y luego vuelve atrás. Un desafío a su papel de padre y a su identidad de maestro.

-Tú prefieres enseñar a otras personas antes que a mí.

Queda pensativo. Se desvela. Ella le busca para que vaya a acostarse.

-Yo sólo intentaba protegerle. No pretendía herirle, ni disgustarle.

La respuesta del padre a esta confrontación y a este momento crítico en la constitución de identidad del hijo, viene por el lado de un gesto práctico, no de los discursos. El relato se convierte en un relato práctico. El Profesor Holland decide hacer un concierto para personas sordas auxiliándose, con luces que se encienden al compás de la música. En la parte final del concierto, le dedica a su hijo la canción "Beautiful boy" de John Lennon, la cual interpreta en voz y con el lenguaje de señas para sordos y concluye la canción con el nombre de su hijo, Cole (en lugar de Sean, como termina la canción originalmente interpretada por Lennon).

Después del concierto, ya en su casa, el alejamiento entre Cole y Glenn termina, cuando éste último "escucha" a un volumen elevado una canción, a lo cual Glenn sonríe, se acerca a Cole y termina por poner al máximo el volumen de esa canción. Es un espacio de encuentro de personas, pero también constituyó un espacio de descubrimiento de su propia identidad por parte de Cole.

Cole desaparece de la escena y luego se evidencia que ha concretizado su ser profesor de música. Al escribir una carta a sus padres le indica que ha recibido una propuesta de una prestigiosa universidad, pero que no sabe si dejar a los alumnos de la escuela en donde ya imparte docencia. Ha seguido las huellas de su padre.

2.3. Intimidad
Cuando se trata de “intimidad madura” algunas ideas son clave en la vida de un adulto. Un adulto sabe que jamás el otro va a satisfacer todas sus expectativas, necesidades, pero sabe que esa otra persona potencia quién soy y potencia un proyecto común, entregando su tiempo y sus recursos, que es lo que se evidencia en el desarrollo de la vida conyugal de los Holland.

Otras características indicadas sobre la intimidad son que esta implica:
  • Recibir apoyo emocional por parte de la persona amada.
  • Entregar apoyo emocional a la persona amada.
  • Comunicación profunda, valoración de la otra persona.
  • Sentido de sí mismo en la relación y tolerancia a las diferencias.
  • Capacidad de constituir lazos estrechos, sin tener miedo. 

La intimidad también implica compromiso, el cual se muestra por conductas que contribuyen a mantener la unión, sobre todo en momentos difíciles. Implica una decisión de amar a una persona concreta (por lo menos en la cultura occidental) y de mantener esa decisión a mediano y largo plazo.

Esto es importante, ya que una visión limitada de la intimidad tiende a reducirla a la vida sexual, cuando en realidad, el apoyo emocional es muy importante a lo largo de toda la vida, y en unas etapas más que en otras. La intimidad no es un proceso de una etapa de la vida conyugal, es más bien un proceso que recorre toda la vida conyugal, aunque se manifieste de diferentes formas. Sin embargo, sí es bueno indicar que las raíces de dicha intimidad se construyen en la primera etapa del matrimonio, en los primeros años. Es probable hacerlo luego, pero supone la superación de aislamientos, soledades, que es una manifestación contraria a la intimidad en la que probablemente hayan vivido las parejas que no hayan logrado construirla adecuadamente en sus primeros años.

En el caso de los matrimonios, la intimidad también se alimenta del sexo, de modo que la trilogía: amor, sexo y amistad conlleva a la pareja a plenitud.

La intimidad no quiere decir que no haya momentos en que uno de los dos o los dos tengan sus momentos de aislamientos, e incluso, de aparente separación emocional. Superar este aislamiento consolidará la intimidad.

El PH recibe este apoyo emocional casi de modo continuo de parte de su esposa:
  • ·         Cuando regresa a casa cansado, luego del primer día, ella es quien le da un masaje, lo anima y hasta le abre la puerta de que deje el trabajo.
  • ·         Es ella quien se encarga de todos los oficios de la casa mientras, en la primera etapa de ese ser maestro de música, el dedica su tiempo libre a componer.

 Y también ofrece apoyo emocional a su esposa:
  • ·    Cuando ella le anuncia que está embarazada (en el momento más crítico de su definición del rol de maestro), él parece en principio no brindarle el apoyo emocional que ella requiere y que supone la vida de pareja. No está preparado. Sin embargo, muestra mucha sabiduría al reaccionar rápidamente, contarle una historia y dejarla satisfecha…
  • ·         Al nacer el hijo, en el hospital.

Un conflicto o dilema en el que se juega la intimidad es el equilibrio trabajo-hogar e incluso el equilibrio entre el rol profesional y el rol de padre. Esto se pone en evidencia en una de las escenas de la película, cuando Cole regresa con su madre de una feria científica a la que el Profesor Holland debió ir, pero él está demasiado centrado en su trabajo y ella demanda de su presencia, le reclama por qué no fue a buscarlos. Parecen distanciarse.

-Siempre hay algo, lo ves…
-No haber ido no es el fin del mundo.
-Quizás esta mañana no me has oído.
-Te he oído, siempre te oigo.
-El quería que le acompañaras esta tarde…
-¡Oh, Dios! ¿Sabe lo que es más sorprenden? ¡Da igual, no importa lo mucho que lo intente. Tarde o temprano, haga lo que haga, todo me sale mal!
-¿Por qué te importa más cualquier otro chico que tu propio hijo?
-¡Soy profesor, Iris!
-¡También eres su padre!
-¡Las dos cosas! Si hago una, lo abandono, si hago la otra, abandono el instituto ¿Cómo coño voy a hacerlo todo para todos?
-¡Tienes que tener tus prioridades!
-¡Y las tengo! ¡Es mi hijo y lo quiero y siempre hago todo por él! ¡Me oyes!
-Pues sabes qué, lo que haces no es bastante, así que vete a escribir tu música!

Y mientras ella se marcha, él concluye su expresión de enojo:

-¡Escribir mi música, eh? ¡Escribir mi música! ¡Cuándo tengo tiempo para escribir mi música!

Pero la relación de apoyo emocional no se reduce a la pareja. Padre e hijo, luego de superada la crisis de comunicación y de identidad, se apoyan mutuamente. De hecho, el esfuerzo emocional del Profesor Holland por mostrar a su hijo su amor y lo que le importa en un concierto, les acerca. Y Cole Holland está presente también en el momento más difícil de la vida de Holland, cuando le han cancelado de la escuela y se marcha. Viene desde donde vive a acompañarle y hacerse presente en un acto de reconocimiento a su padre (aunque en el momento en que aparece PH todavía no sabe de tal acto).

Es decir, que parecen disfrutar de una complicidad, de una sintonía propia de las intimidades que van madurando. La madre, a su modo, se alegra y goza ese momento del proceso. Ya se trata de un hijo adulto, reconocido por su padre, amado por su padre, que a la vez corresponde con amor y reconocimiento a su padre.

2.4. Envejecimiento: integridad frente a la desesperación

El dilema de la integridad frente a la desesperación viene dado al profesor Holland por dos vertientes. La primera, los cambios que se suceden en el contexto político-social y la decisión del sistema educativo de prescindir de la enseñanza de la música y, segundo, la apertura a la posibilidad de una relación con una joven alumna (Rowena Morgan) que interpela tanto su ser hombre como su ser profesional y posible exitoso compositor. Es decir, la integridad profesional y la integridad en las relaciones de pareja.

El contexto es presentado mediante hechos como la dimisión de Nixon, Jhon Travolta, el Concorde, la Guerra de Medio Oriente, Reagan como presidente. Se produce el retiro de la directora Jacobs y esto coloca la dirección del Instituto en manos de Gene Wolters, quien hasta entonces había sido el subdirector. Ambos hombres, Wolters y Holland, no se habían caído bien, pero se respetaban.

2.4.1.   Amenaza desde lo emocional-afectivo
En una junta de la escuela se discuten diversas actividades y Gene comunica que se ha decidido suspender el concierto porque no hay fondos. En ese contexto, surge la propuesta de hacer una revista musical, que podría generar dinero. La idea es apoyada por el profesor de deportes, quien considera que si sus jugadores participan en la misma sería rentable. A regañadientes, pasa la propuesta. Es el marco en donde se jugará parte de lo que es el tema de la integridad para el Profesor Holland.

En los ensayos parece agradarle Rowena. Se acerca a ella. Le aconseja de modo constructivista, como ha aprendido a hacerlo. En una escena, ella lo busca en una cafetería. Comparten. Ella halaga su sentido del humor, su modo de enseñar. “Usted ama la música y hace que los chicos la amen, quería decírselo”. Él también la anima a realizar sus sueños. Le indica que tiene un gran talento. Es un acercamiento que roza lo íntimo y que se manifiesta en el reír juntos, así como en un momento de ensayo ella ve uno de sus trabajos y, estando solos, le pide que lo toque para ella. Se sientan cerca y ella le halaga: “Es precioso”.

Está tan impactado que compone algo que titula “Rowena”, por lo cual Iris pregunta “¿Quién es Rowena?” y el responde con una falsa respuesta, haciendo alusión a la mitología.

Un punto culmen en que se coloca la integridad en juego es cuando al final de la primera función Rowena se acerca al Profesor Holland y le comunica que hará lo que él le dijo: irse a Nueva York. El piensa que será luego, pero ella le dice que será al día siguiente en la noche y le formula la propuesta más directa:

-“Me voy mañana, si espero no lo haré nunca. ¿Puedes venir conmigo? Ya sé que para ti soy sólo una niña. Sé que estás casado y tienes un hijo…”.
-Rowena…
-Yo lo sé. ¿No te das cuenta? Podrías componer música genial. El autobús para mañana por la noche…

Es un llamado al éxito que soñó de joven, a su primera identidad, un halago además al hombre.

Ese duro desafío a su integridad lo confronta. Regresa a su casa y en la madrugada hace un recorrido por sus recuerdos, sus fotos, su relación con Iris y con Cole. Es el momento en que parece triunfar la integridad sobre el desmoronamiento. Lo establecido sobre la posibilidad de una pasión –una mujer joven- y de un retorno a un sueño originario, el de compositor.

Esta elección es presentada por el director en la puesta en escena de la segunda función, en la cual Iris, la esposa, al leer el folleto, nota el nombre de Rowena Morgan. Es un momento breve. El productor enfoca el rostro de las dos mujeres: Iris y Rowena, una elección, mientras el dirige… es hecho en base a símbolos.

Esta elección por la integridad tiene dos momentos de cierre. El primero, cuando él aparece en la parada, a la medianoche, ella aguarda el autobús, se pone de pie, aparentemente alegre, y se produce el siguiente diálogo:

-Llevas poco equipaje.

Se sientan. El no responde su apreciación, más bien pregunta:

-¿Tienes a dónde ir?
-Iré a una residencia.
-Es el nombre de un amigo (mientras le pasa un pequeño papel) que tocaba conmigo en la orquesta. Ya le he llamado. El y su mujer te estarán esperando.
-Yo no lo había imaginado así.
-Pero es la mejor manera.

Llega el autobús. Ella se le acerca, parece buscar un beso que el deposita en la mejilla…

-Adios, Rowena…

Ese “adiós, Rowena…” es, a nuestro modo de ver, una ratificación a la integridad y un punto final a esta amenaza.

Regresa a su casa. Se sienta en la cama. Iris aparentemente duerme. El simplemente dice:

-Te quiero.
-Lo sé, contesta ella.

La amenaza a la integridad desde el punto de vista emocional queda anulada, ha sido conjurada. La integridad se impone como elección.

2.4.2.   Amenaza desde lo laboral

En la escena el director juega con detalles para contextualizar el momento: Año 95, el celular, carros mucho más modernos, computadoras. El Profesor Holland ha cumplido 60 años.

La escena se produce en el Instituto. Ve a la maestra Sarah, ya mayor, salir llorando de la oficina del director. Entra él, y el director le comunica que queda despedido, que queda eliminado todo programa de música, de arte, de teatro. El director le ofrece darle una recomendación si la necesita… Utiliza dos frases que constituyen una síntesis de su momento vital, por un lado, y de lo que ha llegado a significar para él la enseñanza de la música:

-Tengo 60 años… una recomendación para la funeraria (cuando el director le ofrece darle una recomendación).
-Quieren crear una generación de niños que no tenga capacidad para pensar.

Resiste, pero es inútil. No puede vencer el sistema. Y confiesa a Bill, su amigo, su miedo, su temor.

-No sabes cuánto te van a echar de menos!
-En serio lo crees?
-Tú lo dudas.
-Pues si te digo la verdad, sí. Es gracioso. Me metí en esto casi a la fuerza y ahora es lo único que quiero hacer. Tu trabajo, toda tu vida… trabajas durante 30 años porque crees que lo que haces es lo mejor. Crees que interesa a la gente. Después te despierta una mañana y descubres que no, que estabas en un error, que eres prescindible. Oh Dios, debería morirme de risa.

Sin embargo, a diferencia de la amenaza emocional que significó la presencia de Rowena, esta amenaza no es resuelta saltando a una nueva etapa laboral o logrando que la medida sea desestimada y volviendo a su posición anterior. La cancelación es un hecho. Sabe que algo podrá hacer laboralmente (“enseñar música”, “dar clases de manejo”), pero la resolución viene por el reconocimiento de que, a pesar del retiro o cancelación, su vida ha sido una vida de generatividad permanente.

En ese sentido, en este ensayo se ha preferido colocar el tema de la generatividad como final, porque ha sido el proceso vivido por el Profesor Holland, pero es también el punto final de la obra.

2.5.        Una generatividad permanente
En la medida en que el Profesor Holland logra resolver inicialmente el problema de la identidad –reconstruye a partir de su ser músico, su ser maestro de música- se convierte en un adulto generativo. En la película se suceden las situaciones que ponen en evidencia este proceso –aparentemente con una visión constructivista, en el sentido de partir del que tiene en frente, del alumno, del joven o la joven, haciendo del aprendizaje un proceso significativo para ellos, más que una transmisión de conocimientos-.

El dilema generatividad-estancamiento se presenta en algún momento más en lo emocional que en lo pedagógico. Al final, casi en el desafío de la integridad, le parece que ha perdido el tiempo. Que “no ha generado” nada, desgastándose inútilmente.

Los siguientes son episodios que indican el carácter generativo del Profesor Holland:
  • ·   Su motivación a la chica del clarinete, Gertrude Land, quien luego encabeza el reconocimiento a su siembra de toda su vida, ya haciendo el papel de gobernadora.
  • ·    Louis Russ, el deportista al que Bill Meister, profesor de deportes, le pide que le enseñe música para que pueda permanecer en la escuela y a cuyos funerales va porque muere en Vietnam. Dedica horas y horas y busca formas ingeniosas de enseñarle ritmo y armonía, hasta llegar a reconocerlo: “Señor Russ, enhorabuena, ya sigue el ritmo”, indica en uno de los ensayos de la banda.
  • ·   Al aceptar el desafío de organizar una banda de música que acompañe al equipo de fútbol. Es un momento en que se desanima, pero la película muestra que para ser generativos en algunas circunstancias se requiere apoyo, ese apoyo vino de su amigo Bill Meister, el profesor de deportes.
  • ·         Una generatividad que se fue construyendo a lo largo de la vida de su hijo, de modo que Cole Holland siguió las huellas de su padre como maestro, lo cual celebra y lo cual también le lleva a posibles éxitos, ya que en un momento en una correspondencia le comenta a sus padres que ha recibido una propuesta de una prestigiosa universidad.
  • ·    Se lleva a Stadler, un alumno presumido y prepotente, a los funerales de Russ con el propósito de enseñarle que muchos luchan por conseguir lo que desean y de sensibilizarlo para hacerle más humilde.

Esta generatividad es reconocida de diversas maneras, pero un primer gesto destacado es el presentado por la directora Helen Jacobs, quien al final de una graduación lo llama aparte y le informa que se jubila. Le entrega un presente, una brújula. Una clara alusión a aquella conversación que sostuvieron en un pasillo al principio de la carrera del Profesor Holland en la que ella le había dicho que “como brújula es usted un desastre”.

-De todos los profesores del Instituto Jhon F. Kennedy, usted es mi preferido, le dice Jacobs.

Una escena siguiente, luego del despido y cuando se encontraba recogiendo sus cosas en el Instituto, su hijo CH, que se encontraba ausente, regresa (en el viejo coche del padre). Es un apoyo emocional, es una forma de manifestar intimidad, relación cercana. Le ayuda a recoger sus cosas….Entonces, mientras sale del Instituto con una caja con algunas de sus cosas, se produce la escena final, la del reconocimiento del Profesor Holland a su trayectoria, sus aportes. Un auditorio lleno de exalumnos y profesores le recibe, le ovaciona de pie.

Su esposa, Iris Holland, sube al pódium pues no ha llegado la maestra de ceremonia y cuenta…

-Cuando se supo que se suprimía el programa de música y que por tanto mi marido se retiraba… bueno, jamás he visto una reacción como la que tuvo la comunidad.

Entra Gertrude Land, ahora Gobernadora, quien toma la palabra y hace de maestra de ceremonia. Es un diálogo que es necesario transcribir porque refleja el concepto de generatividad igual o mejor que cualquier descripción hecha desde la psicología:

-El señor Holland ha tenido una gran influencia en mi vida, en muchas vidas creo, y sin embargo me parece que él considera gran parte de su vida desperdiciada.
Corría el rumor de que trabajaba siempre en esa sinfonía suya y que eso iba a hacerle famoso y rico, seguramente las dos cosas. Pero el señor Holland no es rico y tampoco es famoso, al menos fuera de nuestra ciudad.
Así que él podría considerarse un fracasado y se equivocaría, porque ha logrado un éxito que sobrepasa la riqueza y la fama.
Mire a su alrededor. No hay una sola vida en esta sala en la que usted no haya influido, y todos nosotros somos mejores personas gracias a usted. Nosotros somos su sinfonía, señor Holland. Somos las melodías y las notas de su concierto, y somos la música de su vida.

(El llora emocionado, mientras le aplauden, ella continúa).

-Señor Holland, ahora quisiéramos devolverle a usted algo a cambio, a usted y a su esposa, que junto con usted ha esperado 30 años para lo que vamos a escuchar. Le rogamos que haga el favor de acercarse y coger esta batuta y nos dirija esta primera audición de la Sinfonía Americana de Glen Holland.

(Su emoción crece, llora, besa a su esposa, abraza a su hijo, y sube).

(En la orquesta aparecen alumnos de diversas promociones, empezando por la propia Gertrude Land, del 65, del 66, del 82, 85, 76, 79, 83…). Un letrero detrás: Good by Mr. Holland. Al concluir, todo el mundo de pie…

Es un epílogo a una vida de generatividad permanente.

3.    Análisis y reflexiones finales

La película se inicia con un Profesor Holland cuya tarea evolutiva de identidad, generalmente correspondiente a la etapa de la adolescencia y juventud, está definida: “Soy compositor de música”.

Claro está, la identidad no se agota en lo profesional, pero en ese momento se presenta como un eje estable de la persona y un eje que entrará en juego ante requerimientos sociales y que empuja a Holland a, diría Erikson, una nueva transacción, un nuevo “interjuego entre lo psicológico y lo social”, entre lo referente al desarrollo individual y lo histórico (Erikson, 1971, p. 20).

El perfil profesional asumido por Holland es confrontado con la obligación de satisfacer la responsabilidad de sostener un hogar. Sin embargo, no se trata de un acto solo cognitivo, sino que el conjunto de experiencias positivas y negativas que va viviendo le llevan a modificar su perfil inicial. Ya no sólo es el “compositor de música”, es sobre todo (aunque no exclusivamente) un profesor, el Profesor Holland. La experiencia supera la difusión de la identidad que plantean las circunstancias o quizás sea más preciso decir que ahora conviven dos elementos de una misma identidad, profesor y compositor son unificados en el músico.

Esto conlleva, siguiendo a Zacarés González (2016) a que Holland encuentre en el ser profesor:
  • ·         Una dirección y propósito de vida;
  • ·         El desarrollo de su capacidad de equilibrar sus tendencias internas con la demanda social y familiar;
  • ·         Un sentido de satisfacción y bienestar psicosocial.

En definitiva, este logro hace posible que Holland muestre control interno, creatividad, un estilo constructivista de enseñar, un manejo adecuado de la intimidad y de apego a los suyos, entre otros aspectos que, probablemente, mostraba de algún modo ya siendo compositor, pero que la nueva realidad le obliga a revelar y vivir de un modo particular.

En cuanto a la intimidad, el profesor Holland muestra un tipo de apego seguro en la relación con su esposa, Iris, lo cual ratifica cuando es confrontado con una nueva posibilidad: una relación afectiva con una joven alumna, que además le halaga en su ser músico y su potencial como compositor.

En ningún momento se evidencia preocupación seria por el vínculo con su esposa y aunque en algunos momentos de comunicación entre ellos parece responder a un estilo en el que se requiere que el conyugue (Iris) haga sus demandas de modo explícito, se muestra sensible y reacciona satisfactoriamente a la necesidad planteada (aun en medio del enojo y la discusión tanto con Iris como con Cole, Holland da muestra de acoger, de recibir, no evidenciando una cerrazón que podría romper la posibilidad de intimidad y de una relación duradera y constructiva).

Por lo tanto, se verifica en esta relación un sentido de pertenencia mutua y de intimidad (entendida como un fluir compartido de emociones, de apoyo emocional, de atención al otro/otra), es un compromiso con el bienestar de la pareja.

Erikson (1970) sintetiza los retos claves de la edad adulta en la crisis “generatividad frente a estancamiento”. En el caso del Profesor Holland resolver satisfactoriamente esta crisis fue posible porque previa y paralelamente resolvió el tema de la redefinición de la identidad. Su ser profesor se convirtió en logro cuando sus metas y éxitos estuvieron vinculados al ejercicio de la enseñanza de la música. En un primer momento pareció vivir una negación, un estar en “estancamiento” precisamente en su ser compositor. Como él mismo indica: el ser profesor era algo de qué agarrarse para continuar como compositor.

Es el entrar en el “cuidado” de sus alumnos y alumnas que Holland comienza a ser generativo (al final de la película, el reconocimiento de los alumnos ratifica el éxito de Holland en esta etapa evolutiva, a pesar de su sentimiento de fracaso). Son años en que Holland muestra su madurez psicosocial, que confronta exitosamente el desafío de también ser generativo para su hijo. Todo es posible porque, como indica Erikson, logró resolver adecuadamente el tema de la identidad (redefinir, planteamos aquí) y logró también construir una sana intimidad, no libre de conflictos, pero sana.

Como indican Zacarés y Serra (2011) “si el adulto no es capaz de significativos logros generativos en el particular contexto histórico en el que le ha tocado vivir, difícilmente podrá derivar un sentimiento de “haber hecho lo que tenía que hacer” en la fase final de su vida”. Esta generatividad no se reduce al ámbito íntimo del hogar, sino que se extiende a otros ámbitos: profesional, social, política, religiosa. Su característica fundamental es el cuidado intergeneracional. En el caso de Holland puede afirmarse que:
  • · Superó adecuadamente el dilema de la generatividad al interior del hogar. Esto implicó conflictos en la comunicación con su hijo, pero su apertura a responder a la demanda de Cole no sólo contribuyó a resolver el tema de la identidad en el joven, sino que estableció la base para una relación emocional positiva entre padre e hijo.
  • ·   Su vinculación con lo social vía la enseñanza se muestra en un ejemplo simbólico: el tomar bajo su cuidado a un joven deportista, sin aparentemente ninguna actitud para la música, y conducirlo al aprendizaje de la misma, así como al hacer de la circunstancia de la muerte del joven en la guerra de Vietnam una ocasión para enseñar a otro alumno la necesidad de salir de sí y de depender de otros.
  • ·  Aunque vinculado a su hijo, muestra generatividad al preparar el concierto para el instituto de sordos, porque da un paso más en la enseñanza de la música al evidenciar que esa población no tiene por qué estar ausente de esta arte.
  • ·   Finalmente –y la más importante- su generatividad se hace evidente en el proceso de enseñanza y se pone de manifiesto o reconoce al final, cuando sus alumnos le dedican un homenaje en su despedida. Es decir, el componente fundamental de la generatividad en esta película es el laboral.


Esto le impidió ser estéril. Seguir siendo el tipo de profesor que fue en los primeros meses a la vez que intentaba mantenerse en el papel de compositor como predominante hubiese significado estancamiento. En cambio, Holland recorre el camino, con tropiezos, por necesidad y por amor. E increíblemente logra una síntesis entre su identidad inicial y su reformulación, se define el profesor exitoso y elabora una pieza magistral, la Sinfonía Americana tocada al final de la película.

En lo profesional, Holland, a pesar de haber logrado esto, tiene un sentimiento de frustración al ser despedido de su trabajo. Es entonces cuando puede, por haber superado lo anterior adecuadamente, mostrar su sentido de integridad.

Una reflexión final. “El Profesor Holland: una enseñanza de vida” o “una obra de vida” constituye un buen instrumento para mostrar las etapas evolutivas de la persona, pero también genera otros temas que pueden ser analizados. Por ejemplo: el constructivismo en la enseñanza, o la distribución de roles en el hogar, o los padres como referente a la hora de construir la identidad en los hijos (incluyendo valores). Estos son temas que siempre tendrán necesidad de ser entendidos si se desea ampliar el espacio para el bienestar humano.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Pérez-Blasco, J. (2014). Aprender de los grandes cambios vitales. Universidad de Valencia: Tirant Lo Blanch.

Torres Jiménez, F. & Zacarés González,JJ. La adultez emergente: ¿una nueva fase en el ciclo vital? IV Congreso Internacional de Psicología y Educación “Calidad Educativa”, Almería, 2004.

Villa, F. & Triadó, C. (2006). El estudio del Ciclo Vital a partir de Historias de vida: una propuesta práctica. Barcelona (España): Publicacions & Edicions U.B.

Zacarés, JJ (2000).Identidad. En Serra, E. (Dir.) (2000). Master “Aspectos evolutivos, psicopatológicos, psicoeducativos y sociales de la adolescencia”. Valencia, UV, Volumen V: Social, pp. 7-41.

Zacarés, JJ. & Iborra, A. ¿Es posible la optimización del desarrollo de la identidad en la adolescencia? Intervenciones más allá del autoconcepto. Cultura y Educación (2006), 18, 31-43.

Zacarés, JJ & Serra, E. Explorando el territorio del desarrollo adulto: la clave de la generatividad. Cultura y Educación (2011), 23. 75-88.

Zacarés, JJ. Desarrollo en la adultez: Psicología del desarrollo personal según Erikson. Material de Estudio del Master de Psicología de la Educación y Desarrollo Humano en Contextos Multiculturales (2016), Universidad de Valencia (I y II).






[1] . Al menos cuatro actores intervienen en la representación de Coltrane (Cole) Holland, viéndolo niño, de 15 años, de 16 años, de 28 años.


[1] . Compromiso: aquello de lo cual la persona se preocupa o valora más, aparece en el centro de su estructura de identidad. “Por mis compromisos me conoceré a mí mismo y me daré a conocer a los otros” (Bourne, 1978: 227).