Dos haciéndose uno: Las matemáticas divinas
Les
comparto algunas notas que tomé en nuestro Fin de Semana Inolvidable 2019, con
el tema: Dos Haciéndose Uno - Moviendo
tu matrimonio del desempeño a la fe. Los expositores, Kent y Michelle
Sterchi, nos ayudaron mucho con su claridad expositiva. Probablemente para
algunos era un “plato conocido”, pero volver a las fuentes, retomar principios,
fortalecer valores, siempre es saludable, sobre todo si queremos un matrimonio
lleno del amor de Dios y “a prueba de divorcio”.
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Kent y Michelle Sterchi, los expositores. |
Dios
une las diferencias para hacer algo más fuerte. Su matemática también puede
representarse por lo que humanamente parecería un absurdo: 1+1=1. Somos mucho
mejor juntos de lo que éramos por separado.
Mi
cónyuge es mi provisión perfecta. Dios manda que el esposo ame, cuide y dirija
a su esposa, como cabeza del hogar. Y a la esposa: amar y respetar a su esposo.
Y ambos, en mutua sujeción al Señor.
Se
trata, por lo tanto, de roles
complementarios.
1
Corintios 11:3 el deseo de Dios refleja el orden del matrimonio. Someternos a
la autoridad de Cristo, siguiendo su liderazgo, amando a nuestras esposas
sacrificialmente y las esposas sujetas al esposo para que cumplamos los
propósitos de Dios para el matrimonio.
Es
difícil porque hemos recibido imágenes distorsionadas de liderazgo: dominación,
abuso… no es imagen del liderazgo bíblico, de ser cabeza. Cabeza es igual a
proveedor, protector, amante, desarrollador de…. (es el concepto bíblico).
Ser
cabeza es una llamada divina al esposo, para ser un líder-siervo, brindar
provisión protección en el hogar.
Esposas, definición de su misión: llamado
divino para honrar y afirmar el liderazgo del esposo, utilizando todos los
dones que Dios les ha dado. Sumisión: someterse al rol del esposo.
No
es sinónimo de debilidad. No quiere decir que no tengas una voz o que tu opinión
no importa (no es la intención de Dios, aunque sí es la definición de nuestra
cultur).
La
intención de Dios es traer unidad al matrimonio.
El
esposo nunca tendrá el derecho de
demandar y ordenar la sujeción. La mujer, de modo voluntario, se somete al
esposo y él, también de modo voluntario, se somete a Cristo.
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Las más de 120 parejas asistentes al Fin de Semana Inolvidable 2019 |
Hombres, tres aspectos específicos de ser
cabeza (sometidos a Cristo) resultando en una esposa amada y segura.
Efesios
5:21-25.33.
1.
Amor.
Agape. El tipo de amor que Dios tiene por nosotros y por eso podemos tomar la
decisión de amar a nuestras esposas. Cristo es nuestro modelo de cómo amar (1
Corintios 13). Es el mandato de Dios para nosotros, hombres. Es un mandato imposible de cumplir en la carne, solo es
posible cuando me mantengo muy unido al Espíritu Santo.
2. Mujer.
Primera
instrucción: Efesios 5:33: “Esposa debe
respetar al marido”. Significa honrar a tu esposo, profunda admiración y
tratarlo de modo amable y cuidadosa. Su esposo no necesita merecer el respeto.
El respeto es un mandato. La mujer debe
respetar a su esposo (hay límites: nada debe resultar en que la esposa peque y
nunca la esposa se someterá a conductas de abuso. Un líder-siervo busca no
herirla ni disminuirla).
Los hombres necesitan sentirse
competentes. Es como si ustedes, mujeres, le dijeran: “tienes lo que necesitas,
yo creo en ti”. Mujeres: dejen de ser tan críticas, controladoras… Denle al
esposo un lugar seguro, donde pueda vivir su rol como cabeza. Es irrespeto
cuando le cuestionamos constantemente o constantemente le corregimos y actuamos
como si fuésemos su madre y no sus esposas (Prov 12:4): una mujer irrespetuosa
es como cáncer en los huesos…
El liderazgo es su rol y el nuestro
es liberar ese liderazgo, cuando la mujer lo respeta da alas al hombre.
Cometerá errores. El Espíritu Santo le irá revelando cómo hacerlo mejor. Preguntémonos,
mujeres, ¿dónde le quito el bastón a mi esposo en el área de liderazgo?
3. Hombres.
Somos aprendices
toda la vida. Estudiamos toda la vida
nuestras esposas (1 Pedro 3:7). Piensa cuidadosamente antes de hacer o
decir cualquier cosa. Esta tarea requiere devoción, energía.
Pregúntale a tu esposa sobre qué
piensa ella que tú valoras más en la vida. Aprender siempre y continuamente,
sus esperanzas, sus miedos, sus gustos, etc.
Mientras más aprenda de tu esposa
(con la mente y el corazón), más efectivo será tu amor hacia ella. No hay una
manera única. Hay que aprender. Qué cosas la hacen sentirse amadas, qué cosas
hace ella que debes valorar.
A veces pensamos que realmente lo
estamos haciendo mejor de lo que realmente lo hacemos. Preguntemos: ¿qué te
gustaría que haga más, haga menos… qué te haga sentir amada y segura? ¿Cómo
puedo orar por ti”. Hombres, oren por sus esposas.
Estudiantes de por vida de nuestras
esposas…. Y no hay graduación posible.
4. Esposas.
Ustedes son ayuda. Gen 2:18. Dios las creó para ser
la “ayuda idónea”. Encajan para usar sus dones y talentos que son únicos.
No piensen que “ser ayuda” es ser
menos. No es lo que Dios quiso decir. Dios es nuestro “ayudador” porque nos
trae poder y fuerza y es lo que la mujer debe hacer: traer poder y fuerza al
hombre.
Como mujer, tienes el privilegio de ser
la mejor amiga de su esposo. La amistad es esencial para un matrimonio
saludable. Debemos continuar divirtiéndonos juntos. Debe traer paz, orden a su
casa.
Usted “completa” a su esposo
apreciando, disfrutando el deseo sexual de su esposo. Responder e iniciar esa
relación íntima es saludable.
Mujer, tú puedes ser la fuente de
consejería más grande de tu esposo. Ayúdale a llevar su carga, ora por él. Como
su ayudadora, dele palabras de verdad, de amor, de ánimo para que sea todo lo
que Dios quiere que él sea.
Su esposo lo necesita, vivimos ese
rol en obediencia a Dios.
5. Esposo. Usted es guía. Usted está llamado a liderarla.
Mat 20:24-28. Estamos llamados a ser
líderes-siervos en el hogar. Hablar de manera alta, positiva, de tu esposa. Ser
líder es un llamado alto.
Ser cabeza se hace amando como
Cristo ama y siendo un líder-siervo.
6. Esposa. Llamada a afirmar. Cuando afirmamos mostramos respeto. Tenemos que ser la
fanática número uno de nuestros esposos (Prov 31:10-12). “Todos los días…”. Su esposo tiene la necesidad de sentirse
importante. Quiere saber que su vida importa. Las palabras tienen poder de
traer vida a ellos.
Pregúntate, mujer, cuáles son las
cosas que él necesita escuchar de ti. Agradézcale por ser proveedor, por ser tu
protector, por ser el regalo perfecto de Dios para ti.
(Otro
tema muy importante que nos trataron los conferencistas fue el de cómo lidiar
con los desencuentros, enojos, separaciones en el matrimonio. Lo dejamos para
otra ocasión).