sábado, julio 05, 2025

Test de una vida bendecida

 Sábado de fe y vida / 5 de julio, 2025

¿QUÉ ES UNA VIDA BENDECIDA?

Tengo una vida bendecida...

Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Este es el deseo del corazón de Dios para nosotros. ¿Qué es necesario para tener esta vida abundante? Hoy te presento algunas pautas que aprendí de un pastor al que amo y, al final, un test para que puedas saber qué tanto necesitas crecer hacia una vida bendecida.

Pautas de una vida bendecida

1.      CONOCER A DIOS.

Hemos sido creados para tener comunión, compañerismo con Dios. El ser humano se alejó de Dios y se ha quedado con un vacío en su interior. Busca llenar ese vacío. Solo Dios lo puede llenar. Por eso es imposible disfrutar una vida plenamente bendecida sin conocer a Dios, sin tener una relación personal con El. ¡La Vida Abundante sin Dios NO ES POSIBLE!

2.      BUSCAR PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA… Claridad en las prioridades

Es necesario establecer prioridades. Cuando ponemos a Dios y Su Reino en primer lugar en nuestras vidas…las demás cosas vienen por añadidura. En cambio, cuando invertimos este orden, la consecuencia que tendremos es: frustración, pesada carga, opresión, daños emocionales, físicos y espirituales.

Hombres: el trabajo no es lo primero, la diversión no es lo primero, la familia no es lo primero, los estudios no es lo primero, el deporte no es lo primero…

Jesús dijo que busquemos, primeramente, como lo más importante de todo, lo que está por encima de los demás, es el Reino de Dios y Su justicia… ¡y las demás cosas vendrán por añadidura!

3.      OBEDECER A DIOS

Nos dice la palabra en Jos. 1:7- 8, lo siguiente:

“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.

 La persona desobediente no será bendecida, no será prosperada por Dios. Puede que en algunas circunstancias una persona desobediente parezca prosperar, pero en su interior vivirá una desgracia.

El que obedece estará firme frente a la adversidad, frente a los vientos de prueba y dificultades, así nos lo dice el Señor en Mat 7:24 y ss:

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a 25 un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

En cambio, el que no obedece camina hacia su ruina:

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

4.      ANDAR DE ACUERDO AL PROPÓSITO DE DIOS PARA MI VIDA

Caminar en mi llamado.

Vivir en mi vocación usando los dones y talentos que Dios me ha dado. Hacer en la vida lo que Dios ha determinado para mi. Ej: Jesús…Sabía Su propósito en la vida, “Yo para esto he venido. Pablo: “Asir aquello para lo cual fui asido por Cristo Jesús”. “Una cosa hago…prosigo”. Dios te ha dado dones, talentos, experiencias, vivencias, etc. Hay áreas que me gustan, tengo resultados y los demás testifican de mí de que soy bueno. Tengo una llamado de parte de Dios.

5.      AYUDAR A OTROS

Vivir para servir, ayudar, pensar en los demás. Sacar el egoísmo e individualismo de mi mente, corazón, actitudes y acciones. ¿De qué manera puedo servir? Evangelizar, discipular. Ayudar a otros a crecer, a desarrollar su potencial. Invertirme en otros.

6. GENEROSIDAD.

Dar. Devolverle a Dios de lo que El nos da. Bendecir a otros. No ser escaso. Abrir la mano, nuestro tiempo, recursos, talentos.

7. HUMILDAD.

Ser humilde. No buscar su propia gloria sino la gloria de Dios. Preferir a los demás. No tener ambiciones personales humanas, carnales. No creerse alguien grande y merecedor de todo. Una persona arrogante, soberbia no podrá disfrutar la vida plena que Dios ofrece.

8.      PERDONAR Y PEDIR PERDÓN

Vivir en paz con los demás. Confrontar. No vivir con amarguras en el corazón. Cuando alguien nos hace algo, confrontarlo, hablarlo. No quedarnos callados. Esto nos hace daño, nos destruye interiormente. Y si fuimos nosotros los que fallamos, acostumbrémonos a pedir perdón. No solo a realizar acciones a favor de la otra persona. Hablemos, verbalicemos, reconozcamos, humillémonos.

9.      MANTENER BUENAS RELACIONES

Sabiduría. Mantener “aceitadas” nuestras relaciones. No ser una persona conflictiva, defensiva. Para mantener buenas relaciones necesitamos escuchar, tolerar, respetar, invertir, pasar tiempo, etc.

10.    SER AGRADECIDO

Dar gracias a Dios por sus favores y misericordias. Reconocer que no nos merecemos todo lo que estamos recibiendo. Que por Su gracia y misericordia estamos recibiendo todo. Ser agradecidos con los demás. La persona agradecida vivirá gozosa. Vivir con un corazón agradecido, sintiéndose favorecido por Dios por Su provisión, ayuda, misericordia. Dando gracias a Dios por la vida, la familia, el trabajo, los amigos. Disfrutar los momentos que Dios nos da. Disfrutar la vida.

11.    TENER FE

Creerle a Dios. Vivir en una dependencia de Dios. Dando lugar a lo imposible. Milagros, a lo sobrenatural. Una persona de fe, confía, no vive solo del presente o de lo que tiene, sino que confía en lo porvenir. Espera mejores cosas en el futuro. Confía en las promesas de Dios. Cuando alguien no tiene fe, vive en temor, no puede vivir plenamente, se siente inseguro o confía solamente en sus fuerzas, recursos, capacidad, etc. El que tiene fe da cabida a Dios en su vida. Vive la vida con esperanza, se esfuerza, aguanta, no se frustra ni desmaya. Vive la vida a plenitud dependiendo de Dios.

TEST PARA CRECER EN UNA VIDA BENDECIDA

Evalúate de 1 a 5, siendo 1 lo menos y 5 lo máximo. Tómate tiempo, reflexiona, medita (al final, establece tu puntuación y en qué nivel estás y tus áreas de mejora):

1.         Tengo una vida de intimidad con Dios: _______

2.         Buscar el reino de Dios es mi prioridad_______.

3.         Hay en mi vida verdadera obediencia al Señor, a

su Palabra, a su dirección________

4.         Conozco para que Dios me ha creado _____

5.         Si lo conozco, ando conforme a este propósito____

6.         Conozco mis dones y los pongo al servicio de mi iglesia, mis hermanos, mi familia _________

7.         Ayudar a los demás es realidad en mi vida___

8.         La compasión a mi prójimo mueve acciones en mi vida diaria_______

9.         Obedezco a Dios en el dar, Diezmo: ____  Ofrendo, Si__ No___

10.      Ser siervo, morir a mi mismo para que crezca Cristo es una decisión de día a día en mi vida_____

11.      Perdonar es una decisión que ejerzo cada vez que alguien me ofende_______

12.      Por mis actitudes y comportamientos en cualquier lugar los demás me identifican como discípulo de Jesús _____

13.      Agradezco a Dios lo que hace por mi y también a los demás_____

14.      Esperas milagros en tu vida_____

15.      Que tanto le crees a Dios________

 

LECTURA O INTERPRETACIÓN DEL TEST

1-30: Eres frío en lo que de ti depende para tener una vida abundante y una relación íntima con el Señor ¡Despierta, esfuérzate y sé valiente!

31-50: Haz hecho esfuerzos y Dios está trabajando en ti y en todas tus bendiciones. Tu apertura le agrada. ¡Animo, no decaigas!

51-75: Eres un bendecido del Señor y lámpara para todos nosotros ¡Agradecemos tenerte! ¡La gloria es de nuestro Dios!

 

GRATA VIDA.

 

 

sábado, junio 21, 2025

Un NO al chisme y la murmuración

 Sábado de fe y vida

LA MURMURACIÓN, MAL SILENCIOSO QUE DIOS PROHIBE

Les escribo desde Jarabacoa, descansando en casa de unos amigos. 

La Biblia es categórica al prohibir la murmuración y el chisme, considerándolos no solo un pecado contra el prójimo, sino una manifestación de deslealtad a los principios del amor y la verdad. A lo largo de toda la Escritura, desde el Pentateuco hasta el Nuevo Testamento, encontramos referencias claras que advierten sobre las consecuencias destructivas del hablar a espaldas, distorsionar la verdad o sembrar discordia por medio de palabras malintencionadas.

Pasajes como Levítico 19:16 —"No andarás chismeando entre tu pueblo"— y Santiago 4:11 —"Hermanos, no habléis mal los unos de los otros"— revelan que este tipo de conducta no es un simple error social, sino una transgresión moral y espiritual. El caso de María y Aarón en Números 12, quienes murmuraron contra Moisés, muestra cómo la murmuración puede tener consecuencias graves e inmediatas. Además, muchos de los Salmos denuncian la aflicción que causa ser víctima del chisme y exaltan la actitud de quienes guardan silencio o refrenan su lengua (Salmo 34:13; Salmo 15:3). 

El llamado bíblico es claro: la lengua tiene poder para edificar o destruir, y Dios espera que usemos nuestras palabras para consolar, animar, corregir con amor y edificar a los demás. La murmuración no solo contamina las relaciones personales, sino que mina la confianza, rompe la unidad y deshonra a Dios.

Por eso, se nos exhorta a construir relaciones francas, honestas y llenas de gracia. Como dice Efesios 4:29, “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. En lugar de hablar a espaldas, se nos anima a dialogar directamente con humildad y verdad, siguiendo el ejemplo de Mateo 18:15, que enseña a confrontar con amor cuando es necesario, en privado y con respeto.

 El chisme y la murmuración no tienen cabida en una comunidad cristiana madura. Seamos, entonces, guardianes de la paz, constructores del entendimiento y sembradores de verdad, sabiendo que cada palabra cuenta y que seremos juzgados también por lo que decimos (Mateo 12:36-37). La Biblia nos invita a vivir con integridad y a honrar a Dios también con nuestra lengua.

 No lo olvides: La lengua del chismoso mata a traición.

 El triple filtro de Sócrates

Existe una enseñanza muy conocida atribuida a Sócrates llamada “el triple filtro”, que es una reflexión sobre el uso responsable de la palabra y una excelente advertencia contra el chisme o la murmuración. Esta enseñanza ha trascendido como una herramienta ética poderosa.

 Según la historia, un conocido se acercó a Sócrates para contarle algo sobre un amigo en común. Antes de permitir que le hablara, el sabio filósofo lo detuvo y le propuso aplicar tres filtros:

 Primer filtro: ¿Es VERDAD? “¿Estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?”

 Segundo filtro: ¿Es BUENO?  “¿Lo que vas a contarme es algo bueno sobre esa persona?” En otra versión de esta anécdota se dice que Sócrates preguntó: “Lo que me vas a contar ¿Ya lo compartiste con esa persona?

 Tercer filtro: ¿Es ÚTIL? “¿Es necesario que yo sepa esto? ¿Es útil?”

 Sócrates concluyó:

“Si lo que vas a decirme no es cierto, ni bueno, ni útil, ¿para qué decírmelo?”

 Cuando alguien se te acerque con un chisme, una murmuración, intenta aplicar este triple filtro y, sobre todo. En vez del chisme, confronta y hazlo como dice la Biblia: con amor, con respeto, en privado.

 GRATA VIDA para todos.

sábado, junio 14, 2025

Niños, emociones, sentimientos

Sábados de fe y vida – 14 de junio, 2025

AYUDEMOS A NUESTROS HIJOS A ENFRENTAR SUS SENTIMIENTOS

 Escuchar con empatía y validar las emociones puede transformar la crianza

Junto a mi hijo Juan Roberto, en las montañas
de Monterrey, México.
 Milton Tejada C.

Muchos me han escuchado decir que uno de los legados mejores que podemos dar a nuestros hijos es seguridad emocional.

Muchas veces, con la mejor intención, reaccionamos diciendo “no llores por eso”, “no es para tanto” o “no estés triste” cuando nuestros hijos expresan emociones difíciles. Pensamos que así los tranquilizamos, pero en realidad podríamos estar negando lo que sienten.

Según el libro Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen, de Adele Faber y Elaine Mazlish, uno de los mayores regalos que podemos darles a nuestros hijos es permitirles sentir y acompañarlos mientras aprenden a gestionar sus emociones. Para esto, las autoras nos ofrecen seis valiosas pautas que podemos aplicar en la formación de nuestros hijos.

1. No minimicemos lo que sienten

Es fácil decir “Eso no tiene importancia” o “No deberías ponerte así”. Pero, aunque algo parezca pequeño para nosotros, puede ser inmenso para ellos. Perder un lápiz especial, discutir con un amigo o no recibir la merienda que querían puede ser muy frustrante desde su mundo.

¿Qué podemos hacer? En lugar de restar valor, reconozcamos su emoción:

– “Veo que estás muy triste por eso.”

– “Debe ser muy molesto que eso haya pasado.”

Cuando ellos sienten que los entendemos, es más fácil que se calmen y confíen en nosotros.

2. Escuchemos con atención

No hace falta tener una gran respuesta. A veces solo necesitan saber que los estamos escuchando de verdad. Eso significa detener lo que estamos haciendo, mirar a los ojos, asentir o simplemente decir un “Ajá” o “Entiendo”.

¿Por qué funciona? Porque cuando no tienen que luchar para ser escuchados, se sienten seguros y se abren con más facilidad.

Evitemos interrumpir, corregir o dar consejos de inmediato. Escuchemos primero y respondamos después.

3. Pongámosles nombre a sus emociones

Muchos niños no saben decir “Estoy frustrado” o “Estoy decepcionado”, y solo expresan sus emociones con gritos, berrinches o silencios. Ayudarlos a identificar lo que sienten les da herramientas para comprenderse y expresarse mejor.

Podemos decir cosas como:

– “Parece que estás muy enojado.”

– “Eso debe darte mucha vergüenza.”

– “Entiendo que estés celoso.”

Cuando les damos palabras para lo que sienten, comienzan a no necesitar gritarlo con su conducta.

4. Usemos la imaginación para conectar

Cuando no podamos cumplir un deseo, en lugar de simplemente decir “No”, probemos imaginar con ellos lo que quisieran. Así mostramos que estamos de su lado, aunque la respuesta no sea afirmativa.

Por ejemplo:

– Si quieren otro helado, podemos decir: “¡Imagínate si pudieras comer 10 helados seguidos, de todos los sabores del mundo!”

Este tipo de juego satisface el deseo emocional, incluso si la acción no ocurre. Se sienten acompañados, no rechazados.

5. Evitemos corregir demasiado rápido

Cuando un hijo dice “¡Odio a mi hermana!” o “¡Quiero romper todo!”, podríamos reaccionar enseguida para corregir. Pero si lo hacemos s
in escuchar primero, el mensaje que damos es: “No puedes decir lo que sientes”.

Mejor digamos algo como:

– “Veo que estás muy enojado con ella. ¿Qué pasó?”

– “Eso te hizo sentir muy mal, cuéntame.”

Cuando se sienten escuchados, podemos hablar de cómo expresar ese enojo sin herir. Pero primero necesitan comprender qué están sintiendo y por qué.

6. Seamos pacientes con nosotros mismos

No siempre sabremos qué decir, y habrá días en los que estemos cansados o reaccionemos con impaciencia. Lo importante es recordar que estamos aprendiendo junto a nuestros hijos. La crianza no se trata de perfección, sino de presencia y conexión.

Podemos decir también:

– “Perdón, hoy estaba agotado. ¿Quieres contarme de nuevo cómo te sentiste?”

Esto vale más que cualquier discurso. Muestra humanidad, empatía y humildad.

En conclusión, escuchar con empatía y validar emociones no es permitir todo, sino enseñar que lo que sienten importa y que siempre pueden contar con nosotros. Así construimos seguridad emocional, una relación de confianza y un ambiente familiar más sano y amoroso.

GRATA VIDA… Vida abundante para todos.

sábado, junio 07, 2025

Envejecer exitosamente: responsabilidad individual

 Envejecer con propósito: la responsabilidad individual ante una vejez activa y saludable

 Milton Tejada C.

La semana pasada hice una confesión: no he sido buen administrador de mi cuerpo, y las consecuencias son simples: presión arterial alta, una glicemia un poquito alta y algunos problemas de circulación. Confieso y me arrepiento, pero no es suficiente, estoy llamado a un cambio en mi estilo de vida (claro, sin rayar en fanatismos del cuerpo que hoy abundan mucho).

Hoy quiero escribir para los que sobre pasan los 50 o 60 años de edad (quizás más).

En un contexto marcado por el envejecimiento acelerado de la población, leí hace unos años un estudio titulado “Envejecimiento exitoso, una tarea de responsabilidad individual”, elaborado por Lourdes Francke, Beatriz González (TEC de Monterrey) y Leobardo Lozano (AMA y Trasciende A.C.).

Quiero compartir con ustedes la radiografía que ofrece este estudio sobre los hábitos, percepciones y preparación de los adultos maduros frente a la vejez. Un dato contundente: la mitad de los encuestados para el estudio tienen un bajo nivel de conciencia acerca del impacto que tienen sus hábitos actuales en su proceso de envejecimiento.

Aunque un 77% de los encuestados se sentía bien o muy bien preparado para una vejez activa, una mayoría significativa no cuenta con un plan concreto de jubilación, ni mantiene hábitos saludables sostenidos. Es decir, se evidencia una incoherencia.

Por ejemplo, el 43% no visitaba al médico con regularidad y una proporción considerable desconoce sus propios indicadores de salud como glucosa, colesterol, presión sanguínea o triglicéridos. Además, el 70% tenía dietas ricas en alimentos procesados, azúcares y grasas (¡Igualitico que yo!).

Unos autores, Rowe y Kahn (1997), proponen un modelo de envejecimiento exitoso que se fundamenta en tres pilares:

  • ·         Baja probabilidad de enfermedad,
  • ·         Alto funcionamiento físico y cognitivo, y
  • ·         Compromiso activo con la vida (y la vida abundante, diría yo).

En ese sentido, los autores del estudio que comento hacen un llamado urgente del cual me hago solidario: asumir la vejez como una construcción activa y no como un destino inevitable. “Las enfermedades y deterioros físicos y cognitivos, son fruto del estilo de vida que han llevado y actualmente viven”, señalan.

Los investigadores también evidencian una tensión entre los deseos y las acciones. Mientras que el 71% de los participantes sueña con “viajar y disfrutar la vida” en su jubilación, sólo el 15% planea continuar aprendiendo, y menos del 1% manifiesta intención de transmitir sus conocimientos a otros. La conclusión es clara: la mayoría nos preocupamos, pero no nos ocupamos de realizar o eliminar ciertas conductas que pueden ayudarnos a prevenir males y contribuir al disfrute de una vejez saludable.

Tú que estás en los 50, acaso en los 60, aún estás a tiempo de decidir cómo quiere envejecer. Envejecer con éxito, afirman los autores, es posible, pero requiere tomar la decisión de comenzar hoy. LO QUE HAGAS HOY DECIDIRÁ CÓMO ENVEJECERÁS.

Y si no estás en esa edad todavía, puedes contribuir a que quienes envejecen a tu alrededor lo hagan exitosamente.

En mi modesta opinión, el Pastor Rafael Montalvo nos propone una “filosofía de vida” que hemos de enarbolar en un buen envejecer: ADA, acróstico de ADORAR a Dios, DISFRUTAR la vida, y AYUDAR a los demás. Claro… eso no es posible de modo continuo si de modo continuo no estás preparado y viviendo esas realidades.

Tengo pendiente un tema fundamental, el de los hábitos. No se apresuren, ya los trataré.

GRATA VIDA PARA TODOS.

 

 

 

sábado, mayo 31, 2025

Buen administrador de tu cuerpo

 LLAMADOS A SER BUENOS ADMINISTRADORES DE NUESTRO CUERPO

Quince de mis amigos y hermanos junto recorridos 6K cada uno = 90 KM.
Otros me esperaron en la meta: mi esposita, mis hijos Juan y Laura,
compañeros corredores... un día de júbilo para mi. Y de confesar
que de hoy en adelante trataré de ser mejor administrador de mi cuerpo.
Dios nos ha llamado a ser administradores de todo lo que nos ha dado. Hoy, que celebro anticipadamente mis 66 años de vida corriendo 66 kilómetros (en conjunto con otros diez amigos-hermanos), afirmo que, sin lugar a dudas, he sido mal administrador de mi cuerpo. Y me arrepiento. Es una afirmación que tomo prestada de Rick Warren, autor y pastor muy conocido. Nota aclaratoria: lo celebro anticipadamente porque tengo en el país a los tres hijos nuestros que viven fuera, pero la fecha real es el 26 de junio.

Por eso, en este sábado de fe y vida, quiero compartirles las reflexiones de este pastor sobre lo que dice Dios sobre nuestro cuerpo. Son cinco verdades que, si las tomamos en cuenta, muchos de nosotros daremos un giro significativo. Aunque pensadas desde la fe, pueden ser útiles para muchos de nosotros.

1.      Mi cuerpo pertenece a Dios. Es propiedad suya, no mía. Yo no lo poseo. Él creó mi cuerpo y espera que lo use como él quiso que se usara. Nosotros nos rebelamos de manera natural contra esta idea. Nuestra cultura nos enseña: “Mi cuerpo es mío y puedo hacer lo que quiera con él”. Pero Dios dice: “No, estás equivocado. No es tu cuerpo, porque tú no lo creaste. Yo lo formé, y te lo presté para que vivas en él mientras estés en la tierra, y espero que cuides de mi creación”.

Todo lo que Dios crea tiene un propósito. Debemos darle la gloria a Dios con nuestro cuerpo así que no podemos compartimentar nuestra vida y pensar que podemos separar nuestro cuerpo y vivir como si solo importase nuestro espíritu.  ¡Dios es dueño de nuestro cuerpo!

2.      Jesús pagó por mi cuerpo cuando murió por mí en la cruz.  En 1 Corintios 6:19-20 nos dice que nuestro cuerpo ¡ha sido comprado! Dios nunca ha creado a una persona a quien no amase. Si quieres saber cuánto valora Dios tu vida, tan solo mira la cruz. Con sus brazos extendidos, clavados a la cruz, Jesús estaba diciendo: “Este es el valor que tienes tú para mí. Así es como te amo. Prefiero morir que vivir sin ti”. Es decir, tienes un valor incalculable.

Si eres tan valioso como para que alguien muriese por ti, ¿no crees que Dios quiere que te cuides mejor? Si comprases un caballo de un millón de dólares, ¿le darías comida chatarra y lo mantendrías despierto toda la noche? ¡Por supuesto que no! Jesús pagó por tu vida con su propia vida, y espera que cuides su inversión.

3.      El Espíritu de Dios vive en mi cuerpo. Cuando le dices que sí a Dios, aceptando por fe lo que hizo Jesús por ti y confiando en que su gracia y su perdón te salvan, entonces Dios pone su Espíritu dentro de ti como una garantía de tu salvación. La Biblia lo dice: “Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?” (1 Corintios 6:19).

Cometes un acto de vandalismo contra el cuerpo de Dios, tu cuerpo, cuando le privas de descanso y sueño, comes en exceso, le añades demasiado estrés y no cuidas de él.

4.      Dios espera que cuide de mi cuerpo. No soy el propietario de mi cuerpo, sino el cuidador, o gerente, del mismo. Cuidar de mi cuerpo es un asunto de administración espiritual. Dios me dice que un día tendré que rendir cuenta de todo lo que Él me dio, incluyendo mi cuerpo. ¿Estás sacando el máximo partido a lo que Dios te ha dado? Dios no va a evaluarte sobre la base de los cuerpos que les dio a otras personas, sino que juzgará lo que hiciste con lo que se te ha dado.

5.      Dios resucitará mi cuerpo cuando muera. Ahora vives la versión 1.0 de tu cuerpo. Recibirás la versión 2.0 de tu cuerpo en el cielo. La Biblia dice: “Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros” (1 Corintios 6:14). Clave: “con su poder”. No es solo sobre nuestra propia fuerza de voluntad que podemos cambiar. La fuerza de voluntad funciona durante unas semanas, o quizá durante un mes o dos como mucho. Intentar cambiar solo con la fuerza de voluntad es agotador. Puedes mantenerlo un tiempo, pero se siente artificial y estresante obligarte a ser distinto simplemente con la fuerza de voluntad.

Nota MT: Estas cinco verdades apuntan a un tema clave en la gestión correcta de nuestro cuerpo: los hábitos juegan un rol clave, controlan nuestras vidas. Moldeamos nuestros hábitos, y después nuestros hábitos nos moldean a nosotros ¿Por qué persistimos en nuestros malos hábitos? Eso te lo contaré en otra entrega de GRATA VIDA.

Gracias a todos los que me acompañaron en este desafío… fue bonito correr con unos 15 amigos y hermanos… mi gratitud y la seguridad de que “un hombre es uno solo, y es dura la vida, dos juntos caminando avanzan mejor, un hombre sin amigo está sin apoyo, y para sostenerse hacen falta dos”.

 

GRATA VIDA.

 

 

lunes, mayo 19, 2025

El juego no es pérdida de tiempo

UN NIÑO QUE JUEGA ES UN NIÑO QUE APRENDE

Milton Tejada C.

Escribo especialmente para padres de niños y niñas.  Y de entrada les lanzo una pregunta: ¿Es el juego una pérdida de tiempo? Así piensan algunos padres. Incluso reprochan que sus hijos: “Se la pasan jugando”, como si fuera un pecado, y se afanan en diseñar para ellos una agenda de “aprendizajes significativos” que parece más bien la agenda de algún superministro. 

La vida infantil no se puede concebir sin juegos . Es la mejor forma que tienen de descubrir y amar el mundo que les rodea.

Jugar despierta la curiosidad, que es clave para todo posterior aprendizaje.

Produce gozo, alegría.  Incluye desafíos. 

El juego es la manera favorita que tiene el cerebro -incluso el cerebro adulto- de aprender (por eso a veces considero que jugar no es solo cosa de niños).

Es, además, un derecho de la infancia.

Y me atrevería a preguntarles ¿han jugado hoy? ¿O son tan serios que no tienen nunca tiempo para jugar?

Aprender jugando ha de ser una actitud vital que puede transformar el modo en que aprenden nuestros hijos y nosotros mismos.

¿Qué asocias tú con la palabra juego? Jugar es practicar libertad, el puro apetito de vivir. ¿Jugaste en tu niñez? ¿Cuáles son esos juegos que recuerdas? ¿Por qué los recuerdas?

Ahora bien… ¿todo juego es igual? NO. De hecho, los fabricantes de muerte saben tanto la importancia del juego que no paran de diseñar juego tras juego… (pero ese es otro tema).

Sin embargo, si quieres favorecer el desarrollo sano del niño, favorece también el juego físico, en la naturaleza, el que desafía la inteligencia, el que crea puentes…

Voy a hacer alusión a algunos famosos. Einstein, por ejemplo, decía que “el juego es la forma más elevada de investigación”. Y es verdad.  Piaget, celebre educador, afirmaba que “el juego es el trabajo de la infancia”. Rogers, un psicólogo que he disfrutado leer, expresa: que “donde hay niños, hay juego. Y donde hay juego, hay aprendizaje”. 

En fin, un niño que juega es un niño que aprende sin darse cuenta.

Y tú, qué frases usarías para describir la importancia del juego. Compártela conmigo.


GRATA VIDA.

sábado, mayo 17, 2025

El hombre de una sola mujer

 La fidelidad, una batalla de cada hombre 

 Los hombres de verdad son hombres fieles con sus ojos, con su mente, con sus manos, con sus labios y con sus pies

 Milton Tejada C. 

Hace veinte años escribí este artículo. Mantiene su vigencia, pues se refiere a una parte de nuestra condición humana como hombres. Lo envío a mujeres y hombres, pues se trata de conocer más lo que es la naturaleza masculina en el matrimonio, y la lucha que sostenemos los hombres casados -unos más que otros- por ser hombres de una sola mujer, por decirle NO al adulterio (vale también para los solteros con novias). 

Mi esposa y yo nos encanta definir el amor como compromiso. Y si los hombres cristianos queremos ser hombres de verdad hemos de asumir que es un compromiso que exige sacrificios, ejercicios, entregas, y mantenernos alejados del adulterio.

Al adulterio hoy se le dan otros nombres: “aventura”, “devaneo amoroso”, “escapada”… los hombres verdad no tienen “aventuras” porque son hombres responsables, comprometidos con ser fieles a sus esposas.

Sin embargo… hemos de preguntarnos: ¿qué lleva a algunos hombres cristianos a caer en el adulterio? ¿Cómo podemos protegernos para que esta tragedia no nos ocurra a nosotros? En Efesio 5,16 se nos dice que “los días son malos” y por eso se nos aconseja: “miren, pues, con diligencia cómo andan, no como necios sino como sabios” (Ef 5,15).

Un hombre sexualmente insatisfecho es especialmente vulnerable a la tentación extrema. Hemos de reconocer que todo matrimonio tiene sus momentos “bajos”. En esas circunstancias, el hombre puede “caer en la cuenta” de una mujer en la que nunca se había fijado: la encontramos atractiva, nos sentimos a gusto conversando con ella, es comprensiva…

¿Tenemos deseo de que se repitan los encuentros con ella? ¿Buscamos encontrarnos con ella fuera del trabajo o fuera de la iglesia? ¿Preferimos que otros no se enteren de estos encuentros? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es , el semáforo está en rojo y la recomendación es “batirse en retirada”, “huir” (1 Cor 6,18). Esa mujer está Prohibida, con P mayúscula.

Sin embargo, podemos estar en una situación peor cuando pasando alguna de esas situaciones no lo reconocemos, comenzamos a racionalizar:
”No es para tanto, sólo almorzamos a veces juntos”. Hermanos: en esta guerra la primera baja suele ser la verdad, no nos engañemos, no nos autoengañemos.

Es una guerra espiritual y cualquiera de nosotros puede caer. Si pensamos que estamos a salvo, entonces el peligro es mayor.

Recuerden: un hombre de verdad es fiel a una sola mujer. Y punto. Para serlo, ha de ser fiel con los ojos, con la mente, con los labios, con las manos y con los pies. 

El hombre de una sola mujer cultiva intencionalmente un tipo de ceguera (Job 31,1)No es la promesa de no ver jamás a una mujer hermosa, mujeres que abundan por doquiera. “Hice un pacto con mis ojos, no voy a ver a otra mujer como miro a mi mujer”, parece decirnos Job 31:1. Lo que Job nos trata de decir es que hay una diferencia entre una mirada inocente y una mirada libidinosa, lujuriosa. El hombre de una sola mujer demuestra su fidelidad a través de la disciplina de sus ojos. 

El hombre de una sola mujer es fiel con su mente. El principal campo de batalla en la guerra espiritual es la mente. La mente es la línea de pelea en la vida cristiana. Si el enemigo logra influir en nuestra mente, también puede influir en nuestra conducta.

En ese sentido, estamos llamados a discernir las ideas buenas de las malas. La tentación no es un pecado en sí, es un llamado a la batalla. Ante ella tenemos que ser agresivos, resoplar, bufar y gruñir, pero nunca una actitud pasiva. Tenemos que adoptar una mentalidad de ataque. 

El hombre de una sola mujer es fiel con los labios. Un hombre fiel a su esposa no es un picaflor. No coquetea con otras mujeres. No hace bromas diciendo que le gustan otras mujeres. No se divierte contando chistes de sus reuniones con otras mujeres. Tengo una regla que les comparto, queridos hermanos: no digo a una mujer que no sea mi esposa lo que no me atrevería a decirle estando ella presente.

Las bufonadas que a veces sostenemos se disimulan bajo unas cuentas risas inofensivas. Pero hay cosas con las cuales no se puede jugar, y el matrimonio es una de ellas. El matrimonio es santo. No es algo con lo que se puede estar haciendo chistes. 

El hombre de una sola mujer es fiel con sus manos. El hombre de una sola mujer se cuida de su manera de tocar al sexo opuesto. No hay nada de malo en dar un abrazo, pero la próxima vez que pienses en abrazar a una mujer, y no estés seguro de la motivación que tienes para hacerlo, no lo hagas. Si quieres abrazar a alguien, ve donde tu esposa. Recuerdo un refrán de mi campo: “el hombre es fuego, la mujer estopa, viene el diablo, y sopla”. 

El hombre de una sola mujer es fiel con sus pies. Un hombre de una sola mujer ante revistas, películas, videos y cualquier tipo de situación contraria a los votos del matrimonio, huye (1 Cor 6,18). Utilizamos nuestros pies (reales o mentales) para demostrar nuestra fidelidad. 

Conclusión: comprender el proceso. Finalmente, si queremos protegernos del adulterio tenemos que comprender el proceso que lleva al adulterio. David pecó con sus ojos, su pensamiento, sus labios y sus manos antes de hacerlo con su órgano sexual. Perdió la batalla antes de meterse a la cama con Betsabé (1 Sam 11,1 ss).

El adulterio no comienza con el órgano sexual, sino con la mente. El hombre fiel tiene ojos sólo para su mujer, no peca con sus labios, cuida sus manos y sus pies están dispuestos a huir. Hace falta esta visión para mantenerse alejado del adulterio.

GRATA VIDA PARA TODOS.

¡Y escríbannos!

 

 

sábado, mayo 10, 2025

Disciplinar sin lágrimas

 Sábados de fe y vida

 10 ENSEÑANZAS PARA DISCIPLINAR CON RESPETO Y EFECTIVIDAD

Se trata de decir al niño y no a la conducta inapropiada

Milton Tejada C.

A partir del libro Disciplina sin lágrimas de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, se pueden extraer valiosas lecciones sobre cómo disciplinar a los hijos desde una perspectiva respetuosa, afectuosa y efectiva. Estas lecciones no solo transforman la forma de corregir conductas, sino que también contribuyen al desarrollo emocional, social y moral de los niños. Debo confesar que algunas de estas enseñanzas las aprendí tarde (mis hijos lo saben), pero tú tienes la oportunidad de enmendar errores o, mejor aún, de no cometerlos.

No dejes de escribirme contándome las dificultades por las que pasa como padre/madre en esta hermosa tarea de ser padres.


1. Disciplinar no es castigar, es enseñar.
Muchas personas asocian la disciplina con castigos o regaños, pero su verdadero sentido es formativo. Disciplinar implica guiar, corregir con amor y enseñar habilidades esenciales para la vida, como controlar impulsos, respetar a los demás y tomar buenas decisiones.

2. El objetivo es doble: corregir y construir. La buena disciplina no solo busca que el niño deje de portarse mal en el momento. También apunta a formar conexiones cerebrales duraderas que le ayuden a autorregularse, a comprender las consecuencias de sus actos y a desarrollar una brújula moral interna.

3. Conectar antes de corregir. Cuando un niño está molesto, frustrado o desbordado, no puede aprender. Por eso, el primer paso es conectar emocionalmente, con presencia, empatía y calma. Solo entonces podemos redirigirlo hacia un mejor comportamiento de forma efectiva

4. Pregúntate antes de actuar: ¿Por qué?, ¿qué?, ¿cómo? Detente un momento y hazte estas preguntas clave:

  • - ¿Por qué actuó así mi hijo? (¿Está cansado, frustrado, abrumado?)
  • - ¿Qué quiero enseñarle con esta situación?
  • - ¿Cómo puedo hacerlo de la forma más efectiva y respetuosa posible?
  • Este pequeño ejercicio ayuda a responder con intención y no solo desde la emoción.

5. No hay disciplina de talla única. Cada niño es único, con su propio temperamento, edad y etapa de desarrollo. Lo que funciona para uno, no funcionará para otro. La disciplina efectiva se adapta al niño, al momento y al contexto, en lugar de aplicar una receta rígida.

"Los padres están cansados de chillar tanto, de ver malhumorados a sus hijos, de que estos sigan portándose mal. Saben qué clase de disciplina no quieren utilizar, pero no saben qué alternativa elegir. Quieren imponer disciplina de una manera amable y afectuosa, pero cuando se enfrentan a la tarea de conseguir que los hijos hagan lo que deben hacer, se sienten abrumados y hasta cansados. Quieren una disciplina que funcione y con la que se sientan a gusto".

6. Evita el “piloto automático”. Gritar, castigar o reaccionar con rabia puede ser la respuesta impulsiva más común, pero no es la más constructiva. Disciplina con intención significa tomarte un momento para actuar de forma reflexiva, alineada con tus valores como madre, padre o cuidador.

7. Los niños no siempre “no quieren”, a veces “no pueden”. Muchas veces interpretamos la mala conducta como desafío o terquedad, cuando en realidad el niño simplemente no tiene aún la capacidad de regular sus emociones o comportamientos. Entender esto reduce la frustración y aumenta la compasión.

8. Los castigos físicos no enseñan, solo dañan. Estudios científicos demuestran que los azotes y otros castigos físicos no cambian la conducta a largo plazo, y pueden generar miedo, resentimiento, desconexión emocional e incluso impactos negativos en el desarrollo cerebral del niño.

9. Establece límites firmes, pero con empatía. Amar a un hijo también es decir “no”. La clave está en poner límites claros, coherentes y predecibles, sin perder la conexión emocional. Esto le da al niño seguridad, estructura y confianza, y le ayuda a internalizar las normas sociales.

10. La disciplina respetuosa deja huellas duraderas. Cuando disciplinamos desde el amor, con claridad, conexión y propósito, formamos hijos más resilientes, responsables y emocionalmente sanos. A la vez, fortalecemos el vínculo con ellos, creando una relación de confianza que durará toda la vida.

"Los momentos de disciplina no son obstáculos en la crianza, sino oportunidades para moldear el cerebro de nuestros hijos y fortalecer la relación con ellos."

 GRATA VIDA.

martes, mayo 06, 2025

El buen envejecer

10 Tips sobre el buen envejecer

HACERSE EL BIEN, HACIENDO EL BIEN



No importa si ya alcanzaste los 60 años de edad... a tu alrededor encontrarás personas que tienen o sobrepasan esa edad y estos tips -asimilarlos y vivirlos- les harán mucho bien. Como GRATA VIDA -quien avanza hacia los 70-, te invito a aportar otros tips que pueden ayudarnos a “hacernos el bien, haciendo el bien”.

 

UNO. Mantengámonos en actividades con sentido. No se trata solo de estar ocupados, sino de participar en actividades que nos conectan a otros y que aporten.

 

DOS. Involucrémonos en nuestra comunidad, en nuestra iglesia. Ser partícipe cívica o desde la fe, integrarnos en el acontecer de la Iglesia o de la comunidad o en proyectos sociales, nos mantiene activos.

 

TRES. Cuidemos a quienes nos rodean. El cuidado de nietos o personas dependientes de modo voluntario fortalece nuestra autoestima.

 

CUATRO. Continuemos creciendo como personas. Podemos siempre descubrir nuevas capacidades y encontrar satisfacción en el aprender, en el crecer.

 

CINCO. Revaloricemos nuestro rol social. Somos recursos, memoria viva, agentes de transformación, reivindiquemos nuestro valor social.

 

SEIS. Aprendamos con propósito. Procesos de formación, educación, se hacen más efectivos y satisfactorios cuando nos enfocamos en propósitos que implican ayudar a otros.

 

SIETE. Cultivemos narrativas con sentido. Tener clara nuestra historia es vital, integrando lecciones generativas, fortaleciendo nuestra identidad, siendo parte de historias familiares.

 

OCHO. Busquemos equilibrio entre el dar y el recibir. Aceptar la ayuda de otros también forma parte del buen envejecer.

 

NUEVE. Fomentemos contextos que nos incluyan. El buen envejecer también depende de entornos que valoren nuestras contribuciones activas y de la de otros mayores.

 

DIEZ. Vive una auténtica vida de fe, de relación con Jesús. La dimensión de trascendencia que esto nos da nos ayuda a que, en el día a día, podamos superar dificultades, sostener a otros, disfrutar la vida.