14 de Febrero, 2007.
Algunas mentiras sobre el amor.
Segunda, que el amor es lo mismo que romance.
Tercera, que el amor es lo mismo que sexo.
Tipos de amor
Los griegos precisaban, por medio de expresiones lingüísticas, diferentes tipos de amor.
Eros, o el amor físico o sexual. Una atracción, una química, dicen algunos.
Stergos, o el amor de familia, de sangre, de hermanos.
Filos, o el amor de amigos, de nación, de compañeros.
Ágape, amor de Dios, amor a pesar de mis limitaciones y de no tener nada en común (1 Cor 13,13-18).
Este amor, el ágape, es mucho más que pasión, romance o sentimiento.
Requiere sacrificio.
Es intencional, por lo tanto es compromiso.
Se invierte con el propósito de desarrollar el potencial de la persona amada (Por ejemplo, podemos observar cómo Jesús se invirtió en Simón-Pedro).
En definitivas, está basado en las cualidades del que ama, no del que es amado, por lo tanto: es gratuito, sin motivos (y a veces a pesar de motivos en contra)… es el amor de Dios del que podemos ser portadores y el cual es imposible vivir sin el Espíritu Santo.
Mantener vivo el amor…
Sí, es cierto. El amor es una semillita que crece lentamente. Está hecho de detalles y necesita ser cuidado, porque el amor puede marchitarse, puede ser borrado de tu corazón por “artes” del enemigo. He aquí cinco maneras que el Pastor nos hablaba de cómo mantener vivo el amor (y quiero pensar, en estos momentos, en el amor de pareja que se fundamenta en el Señor):
b) Pasando tiempo juntos. No se pueden desarrollar relaciones significativas sin pasar tiempo juntos. El tiempo es una de las mejores expresiones del amor. En este sentido, vale la pena que nos revisemos y nos preguntemos: ¿Son las relaciones mi prioridad? ¿Con quién debería comenzar a pasar más tiempo? ¿Qué cambios debo hacer en mi agenda? Sin embargo, no todo tiempo es válido. No vale, por ejemplo, que llegues a casa y te sientes a ver la televisión sin prestar atención a tus hijos o a tu mujer, aunque ellos estén ahí. Están, pero no están.
c) Actos de servicio. En Juan 3,16 nos expresa cuál es la referencia en servicio de amor: “Porque así demostró Dios su amor al mundo, dando a su Hijo único, para que tenga vida eterna y no perezca ninguno de los que creen en él”.
d) El toque físico. Nuestra historia personal –especialmente la de muchos hombres- puede rechazar esto, pero podemos aprender a tocar y a ser tocados sin necesidad de que medie el erotismo. Hay que besar, tocar, abrazar, arrascar… tocar ayuda a mantener vivo el amor y constituye, a mi modo de ver, un soporte emocional inmenso.
e) Haciendo regalos. Pequeños detalles o grandes regalos, pero siempre con un gran corazón.
Es importante indicar que cada uno de nosotros/as es más sensible a una manera de recibir y de dar amor que a otra. Es lo que un autor ha llamado “los lenguajes del amor”. Sin embargo, es importante también indicar que debemos descubrir cuál es el lenguaje del amor al que es más sensible mi pareja, mis amigos, mi familia… o yo mismo. Nos interesa que la otra persona se sienta amada… y esto se aprende.
Milton Tejada C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario