Venir, escuchar, comprar, comer…
“A todos los sedientos: venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.
¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura.
Inclinad vuestro oído, y venid a mí: oíd, y vivirá vuestra alma y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David”.
En el Salm 23:5 señala: “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; MI COPA está rebosando”.
Hermano/a:
Tu vida está llamada a ser como una copa rebosada de presencia de Dios. Lo principal de tu vida no es tu ministerio. El ministerio es lo que rebosa. Muchas veces caigo en una trampa: veo necesidades, necesidades, y entonces hecho de la copa, y saco y saco, un chin, otro chin… y más, y muy rápido la copa está vacía y yo cansado. A veces desilusionado, no se siente bien estar vacío.
Doy, doy, doy… olvido recibir. Olvido permitir que Dios llene mi vida, día a día.
Si estoy lleno y rebosante, yo ministro de la abundancia, en vez de ministrar de lo poquito que queda. Esto es muy importante.
En Isaías 55, veo cuatro verbos: venir, escuchar, comprar, comer.
Esto es un proceso.
Venir
Esta fue la invitación de Jesús a sus discípulos: Ven y sígueme…
A veces, como líderes, estamos ocupados con el ir y olvidamos el ven. Debiéramos seguir viniendo hacia Dios, llegando a Él, llegando para recibir, llegando para ser llenos y luego podemos ir a esa necesidad, a aquella necesidad, pero primeramente venimos. El Evangelio comienza con “ven” y luego termina con ir. Ven es primero.
Ven es un presente continuo. Un proceso continúo. Esto es muy importante. El dice: ven con tu sed. Dice: ven a mí.
Un líder cristiano se mete en problemas cuando deja de traer su sed a Dios, cuando lleva su sed a otros lugares se meten en problemas.
¿Cuál sed quiere Dios que tú le traigas?
Escuchar
Nos enseñaron cómo hablar, cómo predicar, cómo evangelizar, formas de utilizar mi voz, hablamos mucho, muchas palabras. No hay una clase para escuchar… ¿Cómo sé lo que voy a decir si no escucho?
Jesús dice: no son mis palabras, son las palabras del Padre… sabía lo que el Padre estaba diciendo porque escuchó, escuchó con frecuencia, profundamente, le tomó tiempo, a veces se retiraba y se apartaba para darle a su padre una atención completa. Estamos tan envueltos en qué decir que olvidamos escuchar.
La madre Teresa dijo: Palabras que no vienen como resultado del silencio sólo aumentan la oscuridad.
Cuando decimos algo como resultado de escuchar, hablamos con sabiduría, palabras que traen luz. A veces me encuentro a mi mismo hablando mucho, a veces ni siquiera he pensado y ya estoy hablando… un paso hacia atrás, escucha.
Comprar
En el pasaje dice “compra vino y leche sin dinero y sin ningún costo” (o a ningún precio).
¿Cómo funciona esto? Si voy al súper y no tengo dinero no voy a comprar ni vino ni leche.
Aquí se trata de un tipo de compra que no es usual. Es un regalo. Es una compra pre-pagada.
He encontrado que a veces, como líderes, nosotros vendemos algo, tratamos de convencer a la persona, de motivar a las personas, tratamos de que la gente se enganche y se meta en el viaje… tratamos de engancharlo en proyecto, en movimientos, trato de vender.
Sin embargo, antes de vender algo, tengo que comprar algo (y como lo que compro es gratis, también lo “vendo” gratis).
A medida que “compro” y consumo las cosas del Señor, mi vida entonces va a motivar a otros, va a influenciar a otros. No tengo que forzar a otros a hacer cosas, el Espíritu de Dios en mi le toca. La gente se torna sedienta de tener lo que yo tengo.
Comer
No es sólo comer: “Come y deléitate”… saborea cuán bueno es Dios, goza el sabor de quién es El… a veces, como líderes, venimos a ser como cocineros. Compro buena comida, la preparo, sirvo la buena comida a la persona, pero no tengo tiempo para gozar la comida. Dios te dice: Goza el sabjor de lo que te ofrezco. Come, goza, deléitate en mí…
Como líderes estamos envueltos en alimentar a otros
Jesús te dice: ven, escúchame, confíame, compra lo que yo digo y luego cómelo, gózalo, deléitate y luego, puedes ir, puedes hablar, puedes motivar a otros, puedes alimentar a otros. Hay una secuencia… Jesús era muy bueno en esa secuencia.
Ven-escucha-compra-come
Antes de ir al ministerio, antes de aconsejar, antes de evangelizar… Ven a mí.
Un jugador bueno da un hit en una ocasión de cada tres. No tengo la expectativa de dar un home round cada vez que predico o evangelizo o desempeño el ministerio en que el Señor me ha puesto, pero sí debo preguntarme si está mi alma llena, si mi copa rebosa…
¿Estoy motivado?
Las cosas del Señor que yo voy “sazonando” en mi, son las que mejor después puedo ofrecer, dejarlas derramarse…
Que tu ministerio sea desde un alma llena.
Sí, sé que no es fácil. Hay muchas necesidades y prisas… pero debemos encontrar una forma de hablar desde un alma llena.
Un secreto: lee la Palabra de Dios para ti…
Cuando leo la Palabra de Dios para mi, puedo derramar para otros. Comparto con otros algo que me bendijo a mi…
Dios te invita a ti para venir a El, escucharle, comprar-confiar, comer-gozar…
Tengo mucho trabajo, pero Jesús me está invitando: ven a mi, goza lo que tengo para ti. Cuando estoy muy ocupado, puede ser momento de dar un paso atrás. Vengo a Dios para mi mismo, lo escucho para mi propio beneficio primero.
Toma un tiempo para venir, escuchar, comprar, comer… Si no lo haces, te quedarás seco como la higuera. “Ven a mi…”, dice el Señor.
5 comentarios:
Excelente tema.
Muchas veces nos gastamos dando bendiciones al detalle y agotamos nuestras fuezas y recursos en ello y luego no tenemos lo necesario para el negocio al pormayor que es donde bendecimos a un mayor numero de personas, como maestros que enseñan a pescar.
Excelente muy bueno.. estoy en ese proceso y no entendia que es lo que me pasaba.. pero por medio de este tema entendi que estoy dando es lo pokito q me mantiene vivo y si sigo asi terminare muriendo. Entiendo q debe llenarme, estar lleno para asi poder dar y mantenerme activo firme..
Gracias bendiciones⁹
Hola. es una forma de amar más y más por medio de su gran amor y palabra gracias por tanta sabiduría y ser compartido con lo que nuestro padre amado les ha revelado gracias bendiciones seguire buscando de nuestro salvador.
Wow! Definitivamente de mucha edificación. Hay que llenar todos los días nuestra copa en la intimidad con el Señor para poder ser instrumentos eficiente en las manos del Señor, pero antes que esto llenarnos para conocer más y disfrutar más de una relación estrecha con nuestro amado Señor. Bendiciones, gracias por compartir.
Chin y otro chin. Que es en si esta palabra alguien me puduera explicar.por favor. Gracias
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