Para hombres:
Pablo nos dice: "Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes. Hagan todo con amor." — 1 Corintios 16:13-14 (NVI). Es un llamado poderoso a nosotros, los hombres.
Convertirnos en el hombre que nuestro hogar necesita
es un viaje diario de madurez y amor. Nuestra entrega de esta semana es
para hombres, pero bien pueden compartirlo ustedes, mujeres, siempre que sea
una entrega de amor y no un reproche.
Hombres, aquí
les comparto diez claves esenciales para fortalecer tu relación
de pareja:
- Tu esposa es tu
compañera, no tu madre. No
busques que ella te críe o llene vacíos emocionales; honra su rol de igual.
- Asume tu
responsabilidad. Un hombre
maduro es un pilar activo en el orden del hogar, la crianza y las
finanzas, no un espectador pasivo.
- Comunícate con
respeto. Aprende a expresar lo
que sientes sin herir y a escuchar sin interrumpir; el silencio y la ira
levantan muros.
- Trabaja en tu
carácter. Ten la humildad de
reconocer tus fallas y dejarte moldear por Dios y por la vida.
- Sé constante. La verdadera adultez se demuestra en la lealtad
de lo cotidiano, no solo en los actos heroicos.
- Conecta
emocionalmente. No basta con ser
proveedor; tu esposa necesita tu ternura, tu presencia y tu interés
genuino.
- Busca la mejora
continua. El amor verdadero no
se acomoda. Ten la voluntad de cambiar lo que sea necesario.
- Lidera sirviendo. Ser cabeza del hogar no es dominar, es guiar con
amor, oración y ejemplo.
- Admírala a
diario. No te guardes los
elogios. Valora lo que ella hace, pero, sobre todo, valora quién es ella.
- Oren juntos. Un matrimonio es un llamado divino. Como un nudo
de tres dobleces, con Dios en el centro, es difícil de romper.
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