domingo, agosto 05, 2012

Desde la fe / El camino del arrepentimiento


VOLVIO EN SI…
Volviendo en sí, dijo: “¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre! Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado hijo; hazme como a uno de tus jornaleros” (Lc 15:17-19).
·       Una de las más bellas ilustraciones del AMOR MISERICORDIOSO de Dios.
·       Dos hijos que no entendían el corazón compasivo de su padre (el de la iglesia y el que está fuera);
·       El hijo menor:
o   Sentado entre los cerdos, cansado, sucio, hambriento y olvidado de todos.
o   Los tiempos de fiesta y parranda han terminado. La desesperanza asoma por todas partes. No hay nada que hacer (CUÁNTAS VECES ESTE ES NUESTRO RETRATO).
·       En este momento: VOLVIO EN SI (como cuando nos pasa la anestesia después de una operación). Es decir, durante un tiempo:
o   No estaba consciente de lo que estaba aconteciendo en su vida (¿LO ESTAS TU?). Es exactamente lo que hace el pecado: nos adormece, nos anestesia, no nos permite entender la necedad de los caminos que hemos tomado.

·       Entonces, UN PRIMER PASO, es ver lo errado que ha sido nuestro camino, lo bajo que caemos cuando nos alejamos de la casa de nuestro padre, cuando pecamos, cuando hacemos algunos tollos que solemos hacer en nuestras vidas, es decir, cuando nos alejamos de Dios.

·       UN SEGUNDO PASO: el camino hacia la recuperación sólo es posible retornando a su casa. El bien y la salud para nuestras vidas sólo se encuentran si estamos en una relación con nuestro Padre.
o   EL ARREPENTIMIENTO no sólo es ver lo errado y equivocado que hemos estado, sino INICIAR UN VIAJE que nos lleve de nuevo A LA COMUNIÓN y a la intimidad con Dios. Este viaje nos hace levantarnos de la cama, del lugar en donde hemos estado anestesiados.

·       UN PASO EQUIVOCADO: Al estar frente al padre, el muchacho comete un error: quiere indicarle al padre cuál es el plan: “hazme como uno de tus jornaleros”.
Reconocemos el mal que hemos hecho, primer paso.
Nos acercamos al Padre, segundo paso….
Pero…. Siempre hay un pero: nos acercamos con nuestros proyectos, con nuestras soluciones, con nuestros planes…
DIOS no necesita tus proyectos, tus planes, tus soluciones. EL tiene sus propios métodos, eficaces y certeros, pero tienes que dejarle hacer. El dispondrá lo mejor… no tú. Si tienes que hacer algo, EL te lo dirá. Si no nos dice nada, disfrutemos de los besos y abrazos que te ofrece, sabiendo que en la casa de nuestro padre, siempre seremos bienvenidos.

(Texto adaptado de: Shaw, Christopher: Alza tus ojos - Encuentros diarios del líder con Dios - correspondiente al 5 de agosto).

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