sábado, diciembre 24, 2011

Desde mi fe / Leyendo a Efesios (8): Jesús es un "lugar"


Geografía de la salvación

“Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso….”.

“En Cristo…” y “en Efesios…”. Dos lugares de distinta dimensión. La eterna y la temporal. La eternidad se vive en un tiempo específico, en un lugar específico.
Pablo no dice simplemente que estos cristianos creen en Cristo, sino que estaban en Cristo en un sentido de posición. En las cartas de Pablo se utiliza la expresión “en Cristo” (o similares como: “en el Señor”, “en él”) unas 164 veces.  Es un lenguaje que expresa la unidad e identidad del creyente con Cristo.
En Efesios, más que en ninguna otra carta, se enfatiza esta unidad-identidad: 36 veces.
Estas expresiones son difíciles de entender en nuestra cultura, puesto que estar en… es una ubicación espacial-temporal: Estoy en Santo Domingo, hoy, sábado 24 de diciembres, a las 7:30 AM, cuando esto escribo….
Para Pablo, explica Snodgrass, al igual que aquellos cristianos residían físicamente en Éfeso, vivían también en Cristo. “El territorio, clima, valores e historia en que crecen y viven las personas ayuda a definir quiénes son. Igual que la región cercana a Éfeso definía su identidad, Cristo define la de quienes creen realmente en Él. Él es la “esfera de influencia” o “campo de fuerza” en el que viven y del que reciben sus beneficios y transformación. Es decir, su Espíritu, valores, carácter, historia, y propósitos configuran sus vidas” (Snodgrass, pg. 51).
En este pensamiento “geográfico” acerca de Cristo, voy un poquito más lejos. Cada habitante de este Santo Domingo tiene un modo particular de vivir en la ciudad, de relacionarse con sus vecinos, de sumarse o resistirse a determinadas tendencias y corrientes… Así cada uno de nosotros tiene un modo particular de “vivir en Cristo”. Pablo –y todos los héroes de la fe- pueden ser una referencia, pero cada uno de nosotros tiene que descubrir su propio modo de “habitar” en Cristo.
Nuestra fe no es simplemente un conjunto de verdades que aceptamos como buenas y válidas, sino más bien un profundo compromiso, una unión que implica tanto que se constituye en el “ambiente” en que somos, estamos, existimos. Pablo sólo puede hablar de esto como de “vivir en Cristo”. Esto nos redefine, nos re-configura, nos da una identidad distinta a la que éramos antes de aceptar al Señor, pero una identidad que, además, es dinámica, cambiante, en proceso, en crecimiento.
Esto, como es lógico, tiene consecuencias éticas enormes. Ya comentamos que los cristianos somos “hechos” santos (verdad ontológica), pero también estamos llamados a vivir como santos (verdad moral), aunque muchas veces no seamos santos ejemplares (proceso).
La salvación tiene su "geografía".
Dejo para mi siguiente reflexión las consecuencias que implica para mi, como cristiano, vivir en Santo Domingo y vivir en Cristo, al mismo tiempo. Habitante de la ciudad temporal y camino a ser uno con el Eterno, con Jesucristo.

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