martes, abril 08, 2008

Desde mi estudio / La economía se calienta

Desde la cocina:

Una economía que se calienta en medio de la pasta política

Hoy voy a empezar hablando en lenguaje culinario. La política dominicana parece una “pasta”: un plato en donde los ingredientes están mezclados, formando un todo cuasi-homogéneo y sin distinción. En medio de esa pasta, la economía dominicana da señales de “calentamiento”, pero somos de los que creemos que el punto de ebullición se hará efectivo después del proceso electoral.

A modo de ejemplo del “calor” que sufre nuestra economía, algunas de las notas publicadas en los periódicos del día de ayer, lunes 7 de abril.

Las zonas francas siguen quejándose. Ahora hablan de que existen trabas para exportar a EEUU, entre ellas: la acumulación con México; el uso de telas que no se producen en EEUU; el uso de 2x1 en tela para bolsillo (dos yardas telas EEUU por cada yarda de tela no EEUU), etc. En definitiva, un indicador de que las dificultades persisten al interior de ese subsector de la industria en República Dominicana.

Las tasas de interés fueron incrementadas por el BC. Una nota anterior del mismo Banco Central indicaba que el IPC de marzo, con relación a febrero, creció en un 1.71% y atribuye el dato a una serie de factores externos desfavorables que gravitan sobre la economía dominicana: aumento de los precios internacionales del petróleo, devaluación del dólar en los mercados internacionales, incrementos en precios registrados de algunas materias primas, como trigo, maíz, soya, leche, entre otras. Señal de preocupación en las autoridades monetarias sobre el futuro inmediato de la economía dominicana (claro, no tan inmediato como antes de las elecciones).

La ABA está preocupada porque la modificación de la Ley 183-02 (Monetaria y Financiera) debilitaría la rentabilidad de la industria bancaria e incrementaría los costos regulatorios para los servicios bancarios. Amenaza, según la ABA, el secreto bancario y otorga poderes discrecionales –amplios- a las autoridades supervisoras y reguladoras. En cambio, la JAD urgió a canalizar dinero barato (claro, para el agro). La ABA parece que no logra colocar en evidencia preocupación alguna por los planteamientos de sectores productivos y de los usuarios de sus servicios, a quienes no les importaría que baje la rentabilidad bancaria con tal de que se incremente la rentabilidad-país.

Jeffrey Rannik, de los Navieros, se sumó a la demanda de la Asociaciónd e Industrias de que exista una libre contratación del transporte terrestre de cargas de mercancías. Dijo que esto beneficia a empresarios y consumidores y que sólo hay que aplicar las leyes antimonopólicas.

En Provincias –no directamente económica- aparece una denuncia de que bateyes de San Pedro de Macorís viven en la miseria. Son bateyes del CEA. En la nota también aparece una valoración positiva del proyecto de viviendas que ejecuta el Consorcio Vicini en San José de los Llanos, afirmando que “eso es lo que tienen que hacer las autoridades locales en los demás bateyes, para que sus residentes puedan vivir en mejores condiciones” (Hoy -7E). El proceso iniciado por los Vicinis comienza a dar sus frutos.

Cada vez es más frecuente en la prensa el tema de las repercusiones de la crisis económica internacional en la economía local (en algunos casos, en las economías emergentes).

Una pregunta final: ¿Será digerible la pasta que se cocina en la economía dominicana? Entrada, plato gourmet o plato fuerte… lo que se duda es que se esté preparando adecuadamente a los comensales para lo que se le servirá desde el “departamento de humo y grasa” y cuyo punto se evidenciará después del proceso electoral, con elementos que parecen provenir de “un primo en Nueva York” (es decir, son externos).