Matrimonio 3 / El origen de los conflictos conyugales
Hoy hacemos la tercera entrega del mejor camino para solucionar los conflictos: el amor que perdona. Lo hacemos a partir de la obra de Gary y Bárbara Rosberg. Esperamos que te sean provechosas estas reflexiones.
Hemos dicho que toda
pareja tiene su cuota de malentendidos. Hemos dicho que los conflictos pueden
quedar abiertos, destruyendo el matrimonio o, por el contrario, pueden cerrarse
mediante el amor que perdona. Antes de profundizar en el amor que perdona,
hablaremos del origen de los conflictos conyugales: diferencias por el
trasfondo familiar, diferencias de valores y las más conocidas: diferencias de
género. ¿Cómo influyen estas diferencias en la generación de conflictos?
Cada pareja trae a la relación dos estilos de vida distintos. Algunas diferencias comunes que pueden conducir al conflicto y a las ofensas en la relación matrimonial.
Diferencias por el trasfondo familiar
Diferentes trasfondos
familiares constituyen, en muchas ocasiones, una fuente de conflicto en su matrimonio.
Distintos trasfondos han encendido el conflicto en su matrimonio. El choque de
los valores y las tradiciones familiares encienden conflictos más graves,
discusiones acaloradas y heridas profundas año tras año.
Durante el noviazgo
muchas parejas ven sus diferencias de personalidad como complementarias. Pero después
de la boda, a veces, esas diferencias comienzan a exacerbar los nervios y
conducen al conflicto.
Las diferencias de
personalidad son algo bueno. Como alguien dijo: “Si dos personas son exactamente iguales, una de ellas es innecesaria”.
Pero mantente alerta para descubrir de qué maneras tu tipo de personalidad
puede ser una fuente de irritación para tu cónyuge.
Diferencias de valores
Las diferentes
perspectivas acerca de algunos temas conducen a las ofensas. Es posible que tú
y tu cónyuge tengan valores similares, en especial en lo que se refiere a la fe
y a las costumbres cristianas. Pero cuando esos valores difieren, ten cuidado
con el conflicto.
Diferencias de género
El DR. James Dobson,
hablando de las diferenciad entre hombres y mujeres opina que, por ejemplo,
para las mujeres abordan el juego (ping-pong, Monopolio, dominó) como excusa
para el compañerismo, mientras que para los hombres el juego es conquista. El
hombre revela su pasión por ganar.
Una diferencia que, comúnmente
conduce a la ofensa y al dolor, es la sexualidad. Los hombres se excitan y
satisfacen más rápidamente que sus esposas. Las mujeres necesitan más cuidados,
caricias y relación.
¿Cuán a menudo los
esposos ofenden a sus esposas al apurarse cuando tienen relaciones sexuales?
Gay Smaley y John
Trent escriben: “Para la mayoría de las mujeres, el sexo es mucho mas que un
acto físico independiente. Es la culminación de un día lleno de seguridad, de conversación,
de experiencias románticas y emotivas y luego, si todo está bien, la relación
sexual.
La mayoría de los
hombres podemos revertir el orden ¡o sencillamente omitir todo lo que viene
antes de la relación sexual!
Hombres, para que
sus esposas disfruten plenamente de la experiencia sexual, es necesario que
satisfagan las necesidades emocionales que tienen como mujeres. Esposas, no
minimicen la necesidad de sus esposos de la expresión física de la intimidad
sexual, aunque ellos sean lentos en satisfacer sus necesidades emocionales y de
relación.
Te invito a que lo difundas, lo discutas y nos hagas saber tu parecer. Es nuestro interés, como GRATA VIDA, contribuir a matrimonios sanos, que vivan una vida abundante.
Bendiciones,
Milton e Ysabel.