miércoles, enero 31, 2024

Cada miércoles / El segundo regalo: la disciplina

 13 PAUTAS AL DISCIPLINAR A NUESTROS HIJOS


Como cada miércoles, quiero ofrecerte algunos consejos sobre un área que te permita mejorar la calidad de tus relaciones. 
En esta ocasión, algo tan simple y complejo como el disciplinar a los hijos, pero más enfocado en lo que, como padre o madre, puedes hacer o en tus actitudes, que en lo que ellos hacen. La disciplina es el segundo regalo más importante que le puedes dar a tus hijos, el primero es el amor. 
Aquí te ofrezco trece pautas que puedes asumir y que te aseguro que te darán resultados positivos.


1. Nunca corrija invadido por el enojo o la ira. Lo único que harás es desahogarte. Probablemente si esto te pasa tengas que trabajar un tema de dominio propio o autocontrol para ser efectivo en la educación de tus hijos.

 

2. Modela con el ejemplo. Le llamamos coherencia. El ejemplo clásico: no le pidas a tu hijo que no mientas, si te ve mentir.

 

3.  Cuida tu lenguaje. Trata de utilizar frases en positivo, evita el “No hagas” o el “no”.

 

4.  Sé consistente. Lo que quieres moldear con la disciplina no puede depender de tu estado de ánimo. Por ejemplo, si a un adolescente le estableciste como norma determinado horario en el uso del celular, no deberías permitirle más porque estás alegre o menos porque estás enojado.

 

5. Mantente firme. Es natural que exploremos límites, que los hijos prueben lo que está permitido y lo que no. Experimentan, es natural. Para esto es muy importante trabajar el tema de los límites.

 

6. Ignora los comportamientos negativos, como las rabietas o los lloros (especialmente para niños pequeños, menores de seis años). Verifica que no se haga daño, pero trata de ignorar ese comportamiento.

 

7. Asígnale responsabilidades, de acuerdo a la edad, de modo que sea capaz de sentirse útil y de entender, poco a poco, lo que es ser persona responsable (por ejemplo, cuidar la pecera, arreglar la cama, mojar las plantas, cuidar el perro, fregar eventualmente, etc).

 

8. También de acuerdo a la edad, dale la oportunidad de tomar decisiones (por ejemplo: la ropa que se pondrá, el platillo que elegirá en una salida familiar, el lugar de una salida juntos, etc).

 

9. Cuando tu hijo esté enojado, no discuta con él, no entenderá tus razones. Espera que se calme y será más efectiva la comunicación.

 

10. Realiza actividades con él que te permitan modelarle algunos comportamientos y valores.

 

11.  Ayúdale a analizar las situaciones. Siempre que haya oportunidad, ayúdale a encontrar la relación entre algo que hizo y lo que vino después; ya sea que se trate de algo positivo o negativo. A veces entender esa relación aún les es difícil, aunque a nosotros nos parezca obvio.

 

12.  Encargarte de que entienda la relación entre el esfuerzo y la recompensa. No le des todo lo que desee. Cuando quiera algo, ayúdale a definir una meta para conseguirlo.

 

13.  Déjalo que se frustre. Frustrarse porque algo no le sale a la primera o por no tener todo lo que desea es parte de la vida y no les somos de ayuda si les evitamos continuamente estos sentimientos. La mejor manera de desarrollar en tu hijo la tolerancia a la frustración es precisamente dejar que la sienta y motivarlo a seguir intentándolo o a esperar por algo que quiere (lo bueno, cuesta).


GRATA VIDA PARA TODOS... y concluyo con lo que concluyo: LO BUENO CUESTA.


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jueves, enero 25, 2024

Enséñales a tolerar la frustración

Queridos padres y amigos de GRATA VIDA:

Los padres que sobreprotegen a sus hijos creen que para ser buenos padres no pueden permitir que sus hijos experimenten malestares. Creen que sus hijos no tienen que sufrir una contradicción, no tienen que tolerar la frustración y que ser un buen padre implica casi ejercer de guardaespaldas del hijo. Hacen del hijo alguien intocable. Son de los que advierten: ¡Cuidado si te metes con mi muchacho!

Es lo que una autora llamó la hiperpaternidad. Es un estilo de crianza que se basa en una atención excesiva al hijo, una sobreprotección y un estar detrás del niño todo el rato. Una especie de helicóptero que sobrevuela continuamente sobre el hijo o los hijos. 

Si tú estás todo el día detrás del niño protegiéndolo de todo lo que le puede pasar tendrás dos consecuencias: le crearás ansiedad y le estarás incapacitando. Le estas quitando una de las herramientas básicas de la vida que es la adquisición de autonomía. 

Te lo digo tajantemente: Sobreproteger es desproteger.

Los padres tenemos que observar. Estamos llamados a estar pendientes de los hijos, pero no intervenir a la primera. Si tu hijo se cae en el parque no corras como Usain Bolt a rescatarlo porque al final lo que vas a conseguir es que el niño sea incapaz de levantarse por sí mismo.

Nuestra tarea: observar, estar pendiente, ver cómo se desenvuelven en la vida.

Al sobreproteger formamos niños que tienen una baja tolerancia a la frustración. Si tú no educas en el error, prueba-error, prueba-error, prueba-error, al final el niño se derrumba ante cualquier cosa.

¿Qué podemos hacer los padres para ayudarles a tolerar la frustración?

1. Lo primero es ejercitar una habilidad fundamental en la vida: la paciencia. Vivimos un tiempo en que todo quiere resolverse con un clic. Saber esperar, la contención, el autocontrol, es importantísimo.

2. Aprender a aceptar el NO. Si crees que para que el niño gestione sus emociones y tenga mucha autoestima de lo que se trata es de decirle que él es maravilloso y nunca decirle que no, no estás desarrollando un niño con autoestima, sino un narcisista.

3. Enséñales a perder. Empezando por ti mismo, enséñales que puedes fallar, te puedes equivocar y no pasa nada. Porque hoy hay un miedo en los niños y en los adolescentes a equivocarse. Todos perdemos y no pasa nada, y nos recuperamos. En muchas cosas, nos formamos a base de caernos y volvernos a levantar.

4. La frustración como aprendizaje¿Hasta qué punto es necesario que un niño se frustre y aprenda a frustrarse? Es tremendamente necesario. No podemos esperar que si les solucionamos todas las situaciones de frustración, de sufrimiento, nuestros niños sean capaces de soportarlas luego cuando se independicen, se vayan de nuestro lado. La frustración es rabia (una emoción) más conocimiento (una causa). Y hay que darle al niño estrategias para gestionar sus emociones, tanto aquellas que llamamos negativas como las que llamamos positivas.

La frustración es una emoción. O sea, la vida está llena de frustraciones, y es una emoción negativa y como tal se tiene que educar y gestionar. Y tenemos que enseñar a nuestros hijos a tolerarla, pero parece que seas un mal padre si les enseñas a aceptar el no, a repetir las cosas cuando las hacen mal.

 5. Jugar. Para desarrollar la habilidad de tolerar la frustración y desarrollar también otras habilidades un factor importantísimo en los niños es jugar. Los niños tienen que jugar. El modelo de hiperpaternidad llena a los niños de tardes cargadas de actividades extraescolares, todo programado, todo estructurado… Impide un derecho reconocido hasta por las Naciones Unidas: el derecho de jugar. Esencia de la infancia.

El juego, ese juego libre, sin estructurar, solo o acompañado, no solo aprende a trabajar en equipo, a ser creativo… sino también aprendemos a tolerar la frustración.  

El juego no estructurado es un patrimonio de la infancia que perdemos al hacernos adultos y que ahora se está perdiendo cada vez más rápido, y para mí es un pecado.

No carguemos a los niños con agendas de ministros.

Y entendamos bien: sobreproteger es desproteger.

Puedes escribirnos a nuestro whatsapp (809) 519-5584 o a nuestro correo: tejadamilton@gmail.com


 

 


miércoles, enero 24, 2024

Cada miércoles / Tú puedes gobernar tus emociones

 

CUATRO AFIRMACIONES FALSAS SOBRE LAS EMOCIONES

En este breve del miércoles, trataré algunas afirmaciones sobre las emociones -en sentido amplio- de las que me pregunto si son mito o realidad, mentira o verdad, claro, desde una perspectiva cristiana. De entrada, quitémosles valor moral a las emociones: ellas no son ni buenas ni malas. Dios nos hizo emocionales.

Salmo 32 nos dice: “Mientras callé…”. Expresar, comunicar nuestras emociones es necesario, es saludable. Ellas son indicios de lo que nos pasa internamente. 

En este post te presento cuatro afirmaciones falsas sobre las emociones con las cuales tendemos a justificar o “explicar” determinados comportamientos…que sí tienen valor moral, pues pueden ser buenos o malos, agradar o no agradar a Dios.

   Si siento algo, esto debe ser verdad. Esto es falso. No puedo siempre fiarme de mis emociones y sentimientos. Rechazar cualquier emoción que nos lleve a actuar en contra de la verdad de Dios.

  No puedo controlar mis emociones. Esto es falso. Puedo elegir fijar mis pensamientos en la verdad y dejar que Dios y su verdad gestionen, controlen, nuestras emociones. Es necesario entender que las emociones son como caballos, a veces muy briosos, que para domarlos debemos apoyarnos en la Palabra de Dios, en su verdad. Una vez domadas, pueden servir para que glorifiquemos a Dios. Sólo EL puede estar en CONTROL. Si queremos retener el control, estaremos jugando a ser Dios. Y no somos Dios.

    No puedo evitar mis reacciones cuando sucede tal o cual cosa. Falso. Algunos agarran esta excusa para conductas contrarias al amor. “Es que esa niña me desespera”, “es que yo no aguanto que me digan una mentira”, “es que ella me subió la boca primero” … No hay excusas, puedo y estoy llamado a actuar de acuerdo a la verdad. No siempre será fácil, pero es posible.

   No soporto estar deprimido. Falso. Los problemas físicos y emocionales de la depresión son, en ocasiones, el resultado de problemas del espíritu. Y a veces pasamos por valles de sombras, antes de ascender a la luz.

Dios nos da órdenes precisas con relación a la perspectiva, a lo que debiéramos sentir… nos da “órdenes emocionales”: “Deléitate en el Señor…”, “Deléitate en la mujer…”. “Jonás ¿por qué te enojas?”. En Deuteronomio 6: “de todo tu corazón, alma, fuerza (pasión)”.

Las emociones afectan nuestra percepción de la realidad y reaccionamos de acuerdo a esa percepción. Esforcémonos para que nuestro bienestar tenga por centro operativo nuestro entendimiento, no nuestras emociones. En muchas ocasiones el entendimiento está torcido por mentiras, distorsionado por falsa información o percepción.

Si enderezamos o formamos el entendimiento en base a la verdad, entonces podremos gobernar nuestras emociones.

Grata Vida para todos por el resto de la semana. 

Me encanta que nos dejes tu comentario, pues enriquecen nuestros puntos de vista. También puede escribirnos a nuestro Whatsapp (809) 519-5584..


sábado, enero 20, 2024

Tips para ser hombres de una sola mujer

 Hombre de una sola mujer

Que tu corazón lata de modo especial solo por ella.

GRATA VIDA PARA TODOS, apreciados amigos y queridos hermanos. 

Dios quiere que tengamos vida y tengamos vida en abundancia, que vivamos con satisfacción todas nuestras relaciones: con Dios, con nosotros mismos, con los demás, con la creación.

 

Les hablo a todos nuestros suscritores de GRATA VIDA, pero les hablo de modo especial a los hombres y más especialmente a los hombres que creen en la fidelidad en el matrimonio, que es el diseño de Dios y es, en mi opinión, la mejor opción para un matrimonio. Ser hombre fiel es ser hombre de verdad.

 

Los hombres de verdad son hombres fieles con sus ojos, con su mente, con sus manos, con sus labios y con sus pies.

 

Mi esposa y yo nos encanta definir el amor como compromiso. Y si los hombres cristianos queremos ser hombres de verdad hemos de asumir que el matrimonio es un compromiso que exige sacrificios, ejercicios, entregas, y mantenernos alejados del adulterio.

 

Al adulterio hoy se le dan otros nombres: “aventura”, “devaneo amoroso”, “escapada” … los hombres verdad no tienen “aventuras” porque son hombres responsables, comprometidos con ser fieles a sus esposas.

 

Sin embargo… hemos de preguntarnos: ¿qué lleva a algunos hombres a caer en el adulterio? ¿Cómo podemos protegernos para que esta tragedia no nos ocurra a nosotros?

 

En Efesio 5,16 se nos dice que “los días son malos” y por eso se nos aconseja: “miren, pues, con diligencia cómo andan, no como necios, sino como sabios” (Ef 5,15).

 

Un hombre sexualmente insatisfecho es especialmente vulnerable a la tentación extrema. 


Hemos de reconocer que todo matrimonio tiene sus momentos “bajos”. En esas circunstancias, el hombre puede “caer en la cuenta” de una mujer en la que nunca se había fijado: la encontramos atractiva, nos sentimos a gusto conversando con ella, es comprensiva…

 

¿Tenemos deseo de que se repitan los encuentros con ella? ¿Buscamos encontrarnos con ella fuera del trabajo? ¿Preferimos que otros no se enteren de estos encuentros? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es , el semáforo está en rojo y la recomendación es “batirse en retirada”, “huir” (1 Cor 6,18).

 

Sin embargo, podemos estar en una situación peor cuando pasando alguna de esas situaciones no lo reconocemos y comenzamos a racionalizar:” No es para tanto, sólo almorzamos a veces juntos”.

 

En esta guerra la primera baja suele ser la verdad, no nos autoengañemos.

 

Es una guerra espiritual y cualquiera de nosotros puede caer. Si pensamos que estamos a salvo, entonces el peligro es mayor.

 

Recuerden: un hombre de verdad es fiel a una sola mujer. Y punto. Para serlo, ha de ser fiel con los ojos, con la mente, con los labios, con las manos y con los pies.

 

Lo que cultiva el hombre de una sola mujer

 

Primero, Cultiva una ceguera intencional.

No es la promesa de no ver jamás a una mujer hermosa, mujeres que abundan por doquiera. Hay una diferencia entre una mirada inocente y una mirada lujuriosa. El hombre de una sola mujer demuestra su fidelidad a través de la disciplina de sus ojos.

 

En segundo lugar, la mente es la línea de pelea en la vida cristiana.

Si el enemigo logra influir en nuestra mente, también puede influir en nuestra conducta. En ese sentido, estamos llamados a discernir las ideas buenas de las malas. La tentación no es un pecado en sí, es un llamado a la batalla. Ante ella tenemos que ser agresivos, resoplar, bufar y gruñir, pero nunca una actitud pasiva. Tenemos que adoptar una mentalidad de ataque.

 

En tercer lugar, un hombre fiel a su esposa no es un picaflor.

No coquetea con otras mujeres. No hace bromas diciendo que le gustan otras mujeres. No se divierte contando chistes de sus reuniones con otras mujeres. Asume un criterio: no digo a otras mujeres nada que no pueda decirles cuando mi esposa está presente.

 

En cuarto lugar, el hombre de una sola mujer se cuida de su manera de tocar al sexo opuesto.

No hay nada de malo en dar un abrazo, pero la próxima vez que pienses en abrazar a una mujer, y no estés seguro de la motivación que tienes para hacerlo, no lo hagas. Si quieres abrazar a alguien con una motivación erótica, ve donde tu esposa.

 

Finalmente, si queremos protegernos del adulterio tenemos que comprender el proceso que lleva al adulterio. David pecó con sus ojos, su pensamiento, sus labios y sus manos antes de hacerlo con su órgano sexual. Perdió la batalla antes de meterse a la cama con Betsabé (1 Sam 11,1 ss).

 

El adulterio no comienza con el órgano sexual, sino con la mente. El hombre fiel tiene ojos sólo para su mujer, no peca con sus labios, cuida sus manos y sus pies están dispuestos a huir. Hace falta esta visión para mantenerse alejado del adulterio.

 

Cuando digo que tiene ojos solo para su mujer parece que me contradigo, pues he dicho que vamos a ver mujeres hermosas por dondequiera. Lo que quiero decir es que la mirada que tenemos para nuestras esposas o compañeras es especial. O como suelo afirmar a veces en una traducción propia de Job 31:1: “Hice un pacto con mis ojos, no voy a ver a otra mujer como miro a mi mujer”.

 

Tú puedes ser hombre de una sola mujer. No lo dudes.

 

Grata Vida para todos.

  

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miércoles, enero 17, 2024

Cada miércoles / Elogio de la lentitud

VIVE DESPACIO

GRATA VIDA para todos, apreciados amigos y queridos hermanos.


Dios quiere que tengamos vida, que vivamos a plenitud, con satisfacción en todas nuestras relaciones: con Dios, con nosotros mismos, con los demás, con la creación.

Hoy quiero hablarte de un enemigo importante, muy importante, de vivir a plenitud: la prisa.

 Somos de una época en que se aprecia mucho el microondas, la eficiencia, la rapidez en el pensar y en el actuar, la comida rápida. Una época en que velocidad es sinónimo de productividad.

 Hoy te comparto una idea sencilla que va en contra de esa cultura: ve más despacio.  Carl Honoré, escritor, afirma que “en un mundo adicto a la velocidad, la lentitud es un superpoder”.

 

 Se trata de hacer las cosas lo mejor posible en lugar de lo más rápido posible.

 Se trata de saber cuándo es necesario ir más rápido, pero también cuándo ir más lento.

 Aprender -se dice- a ralentizarnos.

 Aprender a vivir a la velocidad justa.

 

Las consecuencias del estilo de vida “rápido” son innegables, y van desde la superficialidad hasta enfermedades consideradas psicosomáticas.

 Hay algunas cosas que influyen en que vaya más rápido o que, por lo menos, constituyen indicadores o signos de que “estás acelerado” y necesitas “desacelerar”. Por ejemplo:

  • Vives constantemente midiendo el tiempo, viendo el reloj;
  • El cansancio continuo, al llegar al límite de lo que puede hacer el cuerpo, la mente, el alma.
  • Sensación de superficialidad. Andar lento te permite bucear en la esencia, profundizar.
  • Problemas de memoria, de recordar rápido, pues no te tomas el tiempo para procesar y no ocupas espacios profundos de la memoria.

Además, déjame decirte que ir más despacio tiene sus ventajas. Incluso, lo rápido se beneficia de lo lento, de momentos de lentitud, en que puedes ver las cosas en perspectivas, ser más creativo, reflexionar.


Las mejores ideas de muchos surgen en momentos lentos (cuando, por ejemplo, te retiras a un lugar apartado, cuando te desconectas y te enfocas).


La endiablada prisa de nuestra sociedad, nuestras calles, nuestros trabajos, mata la creatividad y mata la espontaneidad. Es decir, que la lentitud es paradójica: los que ralentizan, los que pisan el freno, tienen más posibilidades de gestionar y avanzar mucho mejor un mundo rápido.


Cuando pregunto: ¿Cómo estás? Suelo escuchar una respuesta: “Todo bajo control”. Y siempre digo: Por favor, deja espacio a la espontaneidad, a lo no planificado, a salir del riel de la velocidad extrema.


Se nos ha olvidado de cómo desenchufarnos. Se nos ha olvidado de cómo hacer una cosa a la vez, cómo reducir la velocidad, cómo vivir plenamente el momento.


Desde hoy te invito a renunciar a ser una persona “Next” o una persona “Now”, “Ahora”, renuncia a la distracción permanente de las pantallas (móviles, televisión, computadoras, videojuegos, etc.) que te impiden que abordes las grandes preguntas de la vida. Renuncia a ese concepto que hace lo lento algo “socialmente pecaminoso”. ¡Lo lento es gracia, es gozo, es alegría!


“El virus de la prisa es una epidemia mundial. Si lo has contraído, trata de curarte”, nos dice Carl Honoré.


Y si lo veo desde el punto de vista de nuestra fe, entonces con más fuerza defiendo la idea de tomar las cosas con calma. Dios mismo aparece cantidad de veces como “lento” (especialmente cuando se refiere a la ira que merecemos). Y aparece en la brisa suave. Y “en su tiempo”.


A José de Saramago le preguntaron por su edad y su respuesta fue sabia: “Tengo la edad suficiente para tomar las cosas con calma”. Que tu respuesta ante la endiablada prisa cotidiana sea tomar las cosas con Calma.

Lo lento es, a mi entender, una forma de cultivar la esperanza. Desde hoy, ve más despacio.

 

Tu amigo,

Milton T.

 


viernes, enero 12, 2024

Carta a quien cuida a una persona con depresión / 2

Querido amigo, amiga de Grata Vida:

Hoy es 13 de enero. Se celebra el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión

Yo me sumo a los que quieren apoyar dicha lucha. Motivo suficiente para escribirte sobre cómo SÍ hablar a una persona con depresión

El pasado sábado 23 de diciembre 2023 -hace tres semanas y en este mismo blog- te escribí y te comenté algunas ideas de cosas que NO debemos decir a una persona con depresión. 

Me alegró mucho recibir algunas reacciones de mis lectores a la primera carta sobre el tema. Entre ellas, estas:

1. Uno de los comentarios frecuentes es poner en duda tu fe y te dicen que busques de Dios. Realmente la depresión puede tener muchas causas y muchas de ellas son físicas, no se relacionan con tu fe. Al contrario, el deprimido se puede auto-torturar justamente porque se siente culpable ante Dios, pensando que le está fallando por no mostrar la alegría del resucitado.
2. No me avergüenza admitir que he pasado por esa condición.
3. Gracias por tus consejos. Lamentablemente he usado algunas de esas frases, las cuales no usaré más.

Otra persona me expresó estar segura de tener depresión. Le indiqué que no descartaba que fuese posible, pero que era labor de profesionales de la psicología, psiquiatría, el diagnóstico (y posible tratamiento, en caso positivo). 

La ilustración también te indica algunas cosas que puedes hacer para no entrar a caminar por ese sendero. De esas me ocuparé más en detalle en otra carta mía más adelante.

 En mi carta de diciembre te comenté algunas ideas de Isbelia. Hoy sigo con otras ideas de esta autora (adaptadas para ti). Repito, hoy te comparto algunos tips sobre CÓMO HABLAR A UNA PERSONA CON DEPRESIÓN. 

No olvidemos nunca que empatía es la capacidad de ponernos en los zapatos del otro. Para alguien en depresión, vivir es ya un acto de supremo esfuerzo (especialmente en esa depresión que los expertos califican de crónica o profunda). Un día me gustaría escribirte sobre el vínculo de la depresión con el suicidio, pero eso es harina de otro costal. Continuo con algunas ideas de Isbelia para plantearte el tema en positivo.

CÓMO HABLAR A UNA PERSONA CON DEPRESIÓN
Las palabras que se dirijan a la persona con depresión deben transmitir empatía y comprensión, sin restar la importancia o invalidar los sentimientos. Sin juzgar, ni agobiar ni presionar. Se trata de que hagamos entender a la persona deprimida que estamos de su lado.

Frases como las siguientes pueden ayudar:

“No estás solo. Me gustaría que me expliques y poder ayudarte”: se puede apoyar, comprendiendo que no se puede dar una solución para la depresión. Se puede ayudar en la forma que la persona lo necesite, pero nunca intentemos reemplazar a los profesionales de la salud mental. Es cierto que Dios puede levantarlo y sacarlo de ese hoyo oscuro, pero también es cierto que Dios nos ha dado la ciencia como camino (no como EL CAMINO, ese es Jesús, y tampoco como el único camino, descansamos en Jesús).

“Estaré aquí si lo necesitas. Cuando quieras podemos hablar”: esto implica escuchar, prestar atención y no emitir juicios.

“Que puedo hacer para ayudarte”: dejando la puerta abierta para que la persona con depresión diga exactamente qué se puede hacer.

“Me preocupa verte así y me gustaría ayudarte. ¿Estarías dispuesto a hablar con un psicólogo/médico sobre lo que te está pasando?": con ello se motiva a buscar ayuda profesional.

“No es tu culpa sentirte así”: validando sus emociones y expresando que no ha elegido sentirse de esa manera.

“No eres ninguna carga para mí”. Validando nuestra relación con esa persona que es hijo, padre, amigo, hermano, madre... es decir, alguien con quien tenemos un puente que queremos sostener.

“No estás solo en esto”. Yo estoy contigo. Jesús, nuestro Dios te acompaña. Déjame orar por ti.
Finalmente, también puedes decir otras expresiones alentadoras como: “No eres la única persona a quien le pasa esto, muchos sufren de depresión, no tienes nada de qué avergonzarte”; “La depresión se puede tratar. Buscar ayuda es lo mejor que se puede hacer”.

Con estas estrategias tal vez no consigas ayudar a la persona que está pasando por ese trance, pero al menos conseguirás no empeorar las cosas.

En otra ocasión te escribiré sobre lo que nos dice la Biblia a nosotros, los cristianos, sobre la depresión. Importa mucho este punto de vista, pero es un recurso reservado a los hombres y mujeres que tenemos fe en el Señor Jesús.

(Editado por Milton Tejada de: Isbelia E. Farías, en Psicopedia).
Contribuido el 1/9/2022 de:
https://psicopedia.org/19600/7-frases-que-no-debes-decir-a-alguien-con-depresion/?utm_campaign=prueba-feed-20220815&utm_medium=email&utm_source=acumbamail