viernes, junio 26, 2009

Desde mi fe / Dios es el Dios de la nación

Presidente, un día de humillación, oración y ayuno por la nación

Barack Obama se aleja de la tradición de otros presidentes de Estados Unidos que, sin ser evangélicos protestantes como él, consideran a Dios “el gran gobernante de la nación”. En este artículo de Wenceslado Calvo (publicado en Protestante Digital), se resalta cómo algunos presidentes y hasta el propio Congreso de Estados Unidos declararon días de ayuno o de acción de gracias para toda la nación.

¿Por qué se aleja Barack Obama? Calvo nos dice que “el cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, cristiano evangélico profeso, ante las gravísimas amenazas terroristas, económicas, militares, sociales y de toda índole que se ciernen sobre su nación, no se le ocurre otra cosa más que emitir una proclama defendiendo la filosofía y estilo de vida gay, lo cual no solo no ahuyenta los peligros que acechan a su nación sino que atrae sobre la misma la ira del Dios Todopoderoso, ese Gobernante de las Naciones y Soberano del Universo, al que sus primeros antecesores en el cargo, que no eran cristianos evangélicos, buscaron aplacar humillándose ante él”.

Un elemento que resalta en el pensar de algunos dirigentes norteamericanos antecesores de Obama es que el Dios de la Biblia no es sólo el Dios de la salvación personal como muchos evangélicos reivindican en República Dominicana (y también en Estados Unidos), sino que es también el Dios de la salvación de la nación, de bendición de la nación. Este pensar tiene profundas raíces en la Biblia, en donde se muestra que Jehová es el Dios del pueblo de Israel, de toda la nación, aun en los momentos en que se encontraba dispersa.

Hoy que nuestro país se encuentra en graves dificultades (no sólo de orden socio-económico, sino también morales y de espíritu), bien podría nuestro gobernante, el Dr. Leonel Fernández Reyna, llamar a todos los dominicanos a un día de “humillación, oración y ayuno” como hicieran los presidentes John Adams y James Madison en Estados Unidos en momentos críticos para ese país.

A continuación, el artículo de Calvo in extenso.

Dios, Washington, Adams, Madison y Obama

William Bradford (1590-1657) fue uno de aquellos ciento dos ´peregrinos´, que a bordo del Mayflower llegaron en 1620 a las costas de América y fundaron la colonia de Plymouth, en el actual estado de Massachusetts. Los comienzos de aquella comunidad de recién llegados no pudieron ser más duros: de los veintiséis cabezas de familias, solo doce sobrevivieron hasta la primavera y de las dieciocho mujeres casadas, solo tres pasaron el invierno. Bradford fue escogido como gobernador de la colonia, estando entre sus deberes más de lo que tal título daría a entender, pues era juez, superintendente de agricultura y comercio y encargado del reparto de tierras.

Bradford escribió la History of Plymouth Plantation en la que describe las vicisitudes de aquellos esforzados pioneros. En el verano de 1623 la cosecha de maíz, producto que los indios les habían enseñado a cultivar, corría peligro y con ello también su propia subsistencia. En palabras de Bradford la situación era la siguiente:

´…por una gran sequía que continuó desde la tercera semana de mayo hasta mediados de julio, sin lluvia y con altas temperaturas la mayor parte del tiempo, comenzaba ya el maíz a languidecer… y algunas de las tierras más secas estaban agostadas como heno marchito… Ante lo cual apartaron un día solemne de humillación para buscar al Señor en humilde y ferviente oración.(1)

La respuesta vino en forma de lluvia, pero no torrencial, como sería de esperar en una tormenta de verano, lo cual habría acabado de destruir lo poco que quedaba de cosecha, sino, como Bradford relata:

´No vino con aire o tormenta o violencia alguna, sino paulatinamente y en tal abundancia que la tierra quedó totalmente empapada.(2)

El grano revivió, al igual que otros frutos, recogiéndose una abundante cosecha que dejó atónitos a los indios y maravillados a los propios colonos.

Pero que puritanos como Bradford y su gente apartaran un día solemne de humillación, palabra que denota probablemente que se trató de un ayuno, ante una emergencia que les amenazaba, no es sorprendente. Después de todo eran cristianos fervorosos que creían en el Dios de providencia y que responde a la oración. Lo sorprendente es que personajes como Washington, Adams y Madison, que estaban muy lejos de ser puritanos, proclamaran días especiales de gratitud, de ayuno y oración frente a las eventualidades que atravesó la nación cuando ellos eran presidentes.

Ante el embargo del puerto de Boston, decretado por el Parlamento británico en mayo de 1774, un suceso que sería el detonante que desembocaría en la guerra e independencia de las colonias, se proclamó un día de ayuno en Virginia para el uno de junio en los siguientes términos:

´Esta Cámara, estando profundamente conmovida por el temor de grandes peligros que se derivan a la América británica por la hostil invasión de la ciudad de Boston, en nuestra colonia hermana de Massachussets Bay, cuyo comercio y bahía van a ser boicoteados el próximo uno de junio por una fuerza armada, considera grandemente necesario que dicho primer día de junio sea apartado, por los miembros de esta Cámara, como día de ayuno, humillación y oración, para implorar devotamente la intervención divina, para conjurar las graves calamidades que amenazan la destrucción de nuestros derechos civiles y evitar los males de la guerra civil…´(3)

Esta resolución fue firmada, entre otros, por George Washington, quien a la sazón escribió en su diario personal en la entrada del día uno de junio: ´Fui a la iglesia y ayuné todo el día.(4) Posteriormente, en 1795 y siendo ya presidente, Washington convocaría un día nacional de agradecimiento con estas palabras:

´Cuando vemos las calamidades que afligen a muchas otras naciones, la actual condición de los Estados Unidos infunde mucho consuelo y satisfacción… En tal estado de cosas es, de manera especial, nuestro deber como pueblo, con devota reverencia y gratitud afectuosa, reconocer nuestras muchas y grandes obligaciones ante Dios Todopoderoso e implorarle que mantenga y confirme las bendiciones que experimentamos. Profundamente conmovido por este sentimiento, yo, George Washington, presidente de los Estados Unidos, recomiendo a todas las sociedades religiosas y denominaciones y a todas las personas, quien quiera que sean dentro de los Estados Unidos, apartar y observar el jueves diecinueve de febrero próximo como día público de acción de gracias y oración, y que ese día se congreguen y rindan sincera y cordial gratitud al gran Gobernante de las Naciones, por las destacadas y manifiestas misericordias que distinguen a nuestra comunidad como nación…´(5)

El siguiente presidente, John Adams, cuyo mandato estuvo dominado por la amenaza de una guerra con Francia, proclamó el 9 de mayo de 1798 día de solemne humillación, ayuno y oración:

´Como la seguridad y prosperidad de las naciones depende en última instancia de la protección y bendición de Dios Todopoderoso y el reconocimiento nacional de esta verdad no sólo es un deber indispensable que el pueblo le debe, sino un deber cuya influencia natural es favorable para la promoción de la moralidad y piedad, sin la cual la felicidad social no puede existir, ni las bendiciones de un gobierno libre ser disfrutadas… y como los Estados Unidos de América están, en este momento, puestos en una situación arriesgada y angustiosa por la inamistosa disposición, conducta y exigencia de una fuerza extranjera… Bajo estas consideraciones me ha parecido que el deber de implorar la misericordia y la bendición del cielo sobre nuestro país, demanda, en este momento, una atención especial de sus habitantes. Por lo tanto, recomiendo que el miércoles nueve de mayo próximo sea observado, en todos los Estados Unidos, como día de solemne humillación, ayuno y oración… Que todas las comunidades religiosas, con la más profunda humildad, reconozcan ante Dios sus muchos pecados y transgresiones con los que somos justamente acusados como individuos y como nación, suplicando al mismo tiempo de su infinita gracia por el Redentor del mundo, que perdone nuestras ofensas y nos incline, por su Espíritu Santo, a ese sincero arrepentimiento y reforma que nos otorga razón para esperar su inestimable favor y bendición celestial.´(6)

El cuarto presidente, James Madison, ratificó personalmente una propuesta hecha por el Congreso y el Senado para que el día 12 de enero de 1815 fuera declarado día de humillación pública, ayuno y oración, ante la guerra que se había desencadenado con Gran Bretaña:

´Considero apropiado, por esta proclamación, recomendar que el jueves doce de enero próximo sea apartado como día en el que todos puedan tener oportunidad de ofrecer voluntariamente al unísono, en sus respectivas asambleas religiosas, su humilde adoración al gran Soberano del Universo, de confesar sus pecados y transgresiones y de fortalecer sus votos de arrepentimiento y enmienda.´(7)

Al cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, cristiano evangélico profeso, ante las gravísimas amenazas terroristas, económicas, militares, sociales y de toda índole que se ciernen sobre su nación, no se le ocurre otra cosa más que emitir una proclama defendiendo la filosofía y estilo de vida gay, lo cual no solo no ahuyenta los peligros que acechan a su nación sino que atrae sobre la misma la ira del Dios Todopoderoso, ese Gobernante de las Naciones y Soberano del Universo, al que sus primeros antecesores en el cargo, que no eran cristianos evangélicos, buscaron aplacar humillándose ante él.


1) History of Plymouth Plantation
2) Op. cit.
3) Journals of the House of Burgesses of Virginia
4) The Diaries of George Washington 1748-1799
5) Apéndice nº 5 del volumen 11 del U. S. Statutes
6) Apéndice nº 7 del volumen 11 del U. S. Statutes
7) Apéndice nº 11 del volumen 11 del U. S. Statutes

miércoles, junio 17, 2009

Desde mi estudio / La nación como una gran empresa

Por un giro en la política económica


Las organizaciones que representan al sector exportador (JAD, AIRD, ADOZONA, ASONAHORES, ADOEXPO) celebran hoy, miércoles 17, el Día del Exportador. He aquí su llamado conjunto, el cual reproducimos para nuestros lectores....

JAD, ADOZONA, AIRD, ASONAHORES, ADOEXPO:


“Visualicemos el país como una gran empresa que compite con otras naciones”


En el Día Nacional del Exportador, el sector vinculado a las exportaciones, representado por la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD) y la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO) quieren hacer un llamado a la sensibilidad gubernamental: es necesario dar un giro en las concepciones económicas dominantes si queremos enfrentar con éxito tanto la crisis económica internacional como la apertura comercial que empezó hace más de una década.

Las exportaciones dominicanas no podrán ser competitivas frente a las centroamericanas mientras el país se empeñe en colocarles impuestos y tasas muchas veces arbitrarias, no haya una solución satisfactoria al problema energético nacional, se acepte como normal un monopolio del transporte fundamentado en el manejo del temor, los costos laborales dominicanos sean mayores que los de otras naciones y el acceso al financiamiento siga limitando el desarrollo de las empresas.

En República Dominicana la visión estatal predominante es la de “dejar hacer, dejar pasar” ante un sindicato de transporte que utiliza cualquier tipo de método para imponer el monopolio e impide así a las empresas poder abordar soluciones más competitivas y acordes con el libre mercado.

Predominan las promesas en el tema energético nacional, las acusaciones infundadas y la incapacidad en el equipo que conduce el renglón desde el sector estatal, el cual parece estar dando palos a ciegas, negándose incluso a contemplar propuestas sugeridas por sectores afectados y que, en definitiva, son los que pagan el caro y deficiente servicio.

Predomina una línea de financiar el consumo por encima de la producción, en una espiral que por lógica llevará a crisis cíclicas en el sistema y a dificultades en el desarrollo nacional.

Predomina mantener impuestos como el 1% de los activos que son una penalización a la producción. Impedir que las exportaciones no paguen impuestos sobre la renta (conquista lograda por la mayor parte de nuestros competidores de Centroamérica). Convertirse en artífices de la defensa de lo global por encima de lo nacional, como cuando las autoridades se niegan a contemplar la posibilidad de un “draw back” que es implementado ya por otras naciones, bajo el argumento de que eso contraviene acuerdos internacionales.

Todo eso tiene que cambiar. Ya no se trata sólo de la perdida vertiginosa de empleo en las zonas francas, sino que todo el aparato productivo con potencial exportador se encuentra en un camino incierto.

Abrigamos la esperanza de que visualicemos el país como una gran empresa que compite con otras naciones. Se anuncien pasos que signifiquen un giro en el modelo económico actualmente en curso y se implementen acciones contundentes para sobrellevar la crisis nacional e internacional.

Iniciemos esta tarea poniendo en marcha la Mesa Presidencial de Fomento a las Exportaciones aprobada mediante decreto, la cual nos puede permitir coordinar todas las acciones gubernamentales tendentes a promover la internalización de nuestros productos, pongamos en funcionamiento al Fondo de Promoción de las Exportaciones, creado también por decreto y demos atrás a algunas tarifas y tasas aprobadas recientemente que encarecen nuestra producción.

Un giro que no significa dejar a un lado algunas de las políticas que han contribuido a la estabilidad económica de la nación y otras sectoriales que han permitido desarrollar nuestra producción. El giro que requerimos va dirigido a conferirle la importancia debida a un eje hasta ahora poco valorado, el de convertirnos en una nación exportadora, meta esta que no podría lograrse si no enfrentamos las causas que afectan la competitividad de nuestras empresas a nivel internacional.

Abrigamos la esperanza de que celebremos en una fecha no muy lejana un Día Nacional del Exportador en que la ruta adoptada nos permita decir con entusiasmo: las exportaciones dominicanas están creciendo, está creciendo el país.


_______


Contacto de Comunicaciones y Relaciones Públicas:

Milton Tejada C.


lunes, junio 15, 2009

Desde mi estudio / Cultura exportadora, tarea pendiente

Una especie en extinción

UNO.

Quince de junio.

Día Nacional del Exportador.

Especie amenazada desde dentro y desde fuera. Los mercados internacionales son cada vez más demandantes. La apreciación de la moneda (luego de la debacle del año 2003) ha hecho más atractivas las importaciones y menos rentables las exportaciones. Un peso sobrevaluado. Un país con las “cargas sociales” más altas en relación a Centroamérica y a otras naciones de América Latina.

El tema energético, casi un desastre de fabricación histórica y económica y de consecuencias todavía impredecibles.

El transporte de carga manejado como un monopolio por una poderosa federación.

La competencia asiática que ha ido ocupando gran parte de la demanda de los grandes compradores del mercado de Estados Unidos. Súmele: la crisis internacional ha conducido a una disminución drástica de la demanda.

El Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos tardó en ratificarse y se ratificó con rígidas reglas de origen que no favorecen a exportadores que dieron muestra de aportes significativos en las estadísticas, como las zonas francas.

Actualmente, uno de seis países que tiene un acuerdo con la Unión Europea (Centroamérica anda tras uno similar), pero se carece de una estrategia que permita aprovecharlo adecuadamente.

DOS.

Es un cable de AP, firmado por la periodista Kate Brumback y Skidmore. Grandes tiendas se enfocan en el mercado hispano en Estados Unidos (no el nostálgico, como propugnan algunos en el patio).

El hispano es, según señala la nota, el sector que crece más rápidamente en Estados Unidos, representando en el 2008 una sexta parte de la población.

Publix, Walt-Mart, Sam´s Club, son solo algunas de las cadenas que van en esta dirección.

Estudios indican que los hispanos tienden a ir al supermercado con mayor frecuencia que el estadounidense promedio, pasan más tiempo (un 20% más) y compran productos frescos.

En Walt-Mart, por ejemplo, algunas de sus nuevas tiendas incorporan carteles bilingües.

Una conclusión de la nota periodística: el factor clave para atraer a los distintos grupos étnicos, sobre todos los hispanos, es la comida.

TRES.

He escuchado defender la necesidad de ganar el “mercado nostálgico” para los productos dominicanos, especialmente para los agroindustriales y agrícolas. Mi pregunta, y la de otros: ¿No sería mejor hablar de mercado “étnico”? Es más amplio, incluye otros grupos procedentes de naciones latinoamericanas e incluso, en algunos renglones, puede incluir a afroamericanos.

CUATRO.

Una Cumbre de las Fuerzas Vivas de la Nación. Sonoros vocablos. Luego, la constitución de una “Mesa Presidencial de las Exportaciones”, con el fin de contribuir al desarrollo de este renglón. ¿Cómo se encuentra la Mesa? Muy bien, gracias…. Las exportaciones continúan decreciendo, tanto de bienes como de servicios. Hasta en las cifras oficiales. Los temas pendientes que afectan la competitividad como país siguen vigentes: electricidad, carencia de un financiamiento barato, transporte, costos laborales, etc.

CINCO.

Un renglón olvidado nos lo recuerda Iván Reynoso, de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago. A continuación, su perspectiva:

“Creo que el fenómeno más interesante que ha tenido la historia exportadora dominicana ha sido este de exportación de productos orgánicos, por varias razones:

1.- Son productos del campo y están ubicados en diferentes regiones del país. Por lo tanto, mejoran la calidad de vida de las zonas más deprimidas.

2.- Sus precios se aprecian o son estables y no están sujetos a cuotas, se puede exportar tanto como se produzca

3.- Este proceso está asociado a un proceso educativo, precisamente dirigido a la clase que tiene menos acceso a la educación

Este no será quizás el medio para lograr volúmenes importantes e inmediatos de exportación, pero si para popularizar la actividad

Cuando pensamos en exportación asociamos con tecnología, producción, grandes volúmenes y olvidamos a estos actores que de acelerar su proceso pueden constituirse en el verdadero motor de transformar la economía dominicana en una sociedad exportadora, con su consecuente resultado de mejorar la redistribución de la riqueza, asignatura en la que sacamos malas notas permanentemente”.

SEIS.

El Día Nacional del Exportador puede que sea el Día Nacional de una especie en extinción o, por el contrario, de una especie que quisimos hacer endémica y que no cuajó (o aún no ha cuajado).

viernes, junio 12, 2009

Desde mi fe / Por un Estado laico

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"Dad al César lo que es del César"
Líderes eclesiales enfrentados. Católicos y protestantes difieren en cuanto a la potestad para ejercer como ministro del matrimonio con validez civil. Una muestra más del estado fragmentado de esta sociedad. En mi caso, propugno por un Estado laico, por el matrimonio efectuado única y exclusivamente por jueces civiles, partes del Contrato Social…
Un pastor del Concilio de Las Asambleas de Dios afirmó ayer que los miembros de la Asamblea Revisora discriminaron a las iglesias evangélicas cuando les negaron calidad para realizar matrimonios con efecto civil. El reverendo Reynaldo Martínez dijo que al otorgarle exclusividad a la Iglesia Católica para oficiar matrimonios, los asambleístas actuaron con parcialidad en favor de ese sector religioso (periódico Hoy).
En Diario Libre la posición también es atribuida a la Confederación Dominicana de Unidad Evangélica (CODUE), el Movimiento Cívico Respuesta Moral Democrática (presidido por Domingo Paulino Moya), así como el Concilio Evangélico de las Asambleas de Dios.
Reynaldo Aquino, presidente de CODUE, califica la decisión de la Asamblea Revisora de “atentado” y “atropello”. Mientras, Alejandro Pérez llega a decir que “los evangélicos estamos cansados, hartos de que se nos siga discriminando en este país” (claro, no habla en mi nombre).
Del otro lado, la posición del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien ante la amenaza protestante de acudir a organismos internacionales responde con un despectivo: “que vayan donde quieran”. No le harán caso, pues…
El 28 de julio del 2006 (al igual que hoy, viernes) señalaba que las iglesias cristianas (católicas o protestantes) tenían un papel político y social que jugar. Sigo pensando así.
La petición de iglesias protestantes de poder ejercer como jueces civiles y de anular el Concordato parece un sentido humano de equidad, de igualdad. Sin embargo, el matrimonio cristiano tiene la virtud de centrarse en lo que debe ser: un acto de fe. En el momento en que pastores y pastoras evangélicos se les atribuya la potestad de “casar”, abren espacio para el ámbito del matrimonio como un acto “social” y “político”…
Los evangélicos parecen ignorar que es parte de su “atractivo mercadológico” la independencia del poder estatal, la capacidad de poder ejercer un papel profético centrado en lo que constituye la máxima autoridad de los cristianos: la Palabra de Dios, la Biblia…
El mismo cardenal López Rodríguez no contempla las consecuencias de algunas de sus afirmaciones. Por ejemplo, llega a decir que “si no tienen sacramentos, no tienen por qué celebrarlo (refiriéndose a la validez legal del matrimonio). Que le den la validez de su religión, nada más”.
Obvia señalar que el matrimonio católico (su religión), por tener calidad de sacramento, es indisoluble. Sin embargo, su contrapartida, el matrimonio como contrato social, tiene abiertas las puertas del divorcio. No es posible explicar cómo un matrimonio que celebró un ministro católico (un sacerdote) tiene validez sacramental y a la vez es objeto de mediación legal fuera de la iglesia. Corazón dividido entre las señales de Jesús y el poder de este mundo.
Los evangélicos tienen razón, hay discriminación. Sin embargo, considero que más que la prerrogativa “católica” de “poder casar”, lo que la Asamblea Revisora debiera propugnar es por un Estado laico que garantice la equidad y la igualdad de todos los ciudadanos ante las leyes que hacen posible la convivencia social.
Por eso, prefiero irme por la línea de Jesús: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, señalando con esto que el matrimonio debe ser una cuestión de Estado, regulada de modo igual para todos los ciudadanos. En fin, que el matrimonio sea una cuestión de los jueces civiles, del contrato social… y no de pastores ni sacerdotes.
Sacerdotes y pastores que se dediquen a promover que los matrimonios efectuados bajo el signo de sus respectivas lecturas de fe sean coherentes con lo que, desde su perspectiva, les demanda el cristianismo, el Nazareno….

Que no se nos mal interprete. Este es un pequeño llamado a la reflexión.