martes, marzo 27, 2007

Desde mi fe / Una pareja muy especial

“En todo matrimonio que ha durado más de

una semana existen motivos para el divorcio.

La clave consiste en encontrar siempre

motivos para el matrimonio”.

Robert Anderson

Desde mi fe / 27 de Marzo, 2007

Una pareja especial

¿Qué tiene de especial este José que acompaña a María y a Jesús? ¿Qué tipo de mujer es María?

  1. José era un hombre amoroso y comprensivo. María quedó embarazada sin relaciones con José. Esto significaba el repudio, sobre todo tomando en cuenta que el compromiso obligaba tanto como el matrimonio (Det 22,24). El niño que María llevaba en el vientre, que no era hijo suyo, era toda la evidencia para acusarla de promiscua. Sin embargo, José la protegió de la infamia y la vergüenza, señal de amor y compromiso.
  1. Era un hombre justo y espiritual (Mt 1,19). José le creó a Dios (Mt 1,24), recibiendo a María en estado de preñez.
  1. Era leal. Si la gente criticaba a María o la condenaba, al recibirla tendría que condenarlo a él. Una solidaridad en el momento difícil es una señal de lealtad.
  1. Era un hombre responsable. Cumplía la Ley movilizándose para el empadronamiento (censo) (Lc 2,21-24).
  1. Era un hombre obediente. Cuando sabía cuál era la voluntad de Dios, respondía positivamente, sin ofrecer resistencias. El Señor le ordenó salir de Israel y salió (Mt 2,13-14). Le ordenó regresar a Israel y regresó (Mt 2, 19-20).

Los hombres, ante el ejemplo de José, podemos preguntarnos:

¿Soy amoroso y comprensivo con mi esposa?
¿Soy justo y espiritual?
¿Busco conocer cuál es la voluntad de Dios para mi vida y la vida de mi familia y la sigo sin resistencia?
¿Soy leal a mi mujer?
¿Soy responsable como esposo, padre y ciudadano?

Y María… ¿qué podemos decir de esta mujer de Israel?

  1. “Guardaba todas estas cosas en su corazón…” (Lc 2,19). Es decir, el corazón de María era un corazón entregado a las cosas de Dios.
  1. Un corazón dispuesto a hacer la voluntad del Señor, a obedecer: “He aquí la sierva del Señor…”.
  1. Un corazón que seguía amorosamente a su esposo.
  1. Una mujer que no conoció el miedo o no se dejó dominar por él, y se echó sobre si la carga de terminar la educación de su hijo.
  1. Una persona insignificante en la estructura social de entonces, para que Dios pudiera glorificarse.

¿Cómo es tu corazón mujer: está dispuesto a la voluntad del Señor?

¿Cómo te ubicas en relación a tu esposo?

¿Qué haces cuando aparece el riesgo y el miedo en tu vida?

¿Vives para gloria del Señor?

La pareja de Nazareth fue una pareja muy especial y lo fue, sobre todo, porque el centro de sus vidas lo fue el Señor encarnado, Jesucristo.

Milton Tejada C.

jueves, marzo 15, 2007

Desde mi fe / Callejones sin salida

11 de Marzo, 2007


“Si al franquear una montaña en la dirección de una estrella,

el viajero se deja absorber demasiado por los problemas de la escalada,

se arriesga a olvidar cual es la estrella que lo guía”

Antoine de Saint-Exupery (1900-1944).

Callejones sin salida

Una persona sin propósito en su vida es como un barco sin motor. Pero también hay muchos motores inadecuados para marchar por la vida. ¿Cuál es el motor de tu vida? Puedes estar viviendo arrastrado por algunos “motores” o “guías” equivocados y eso te conducirá, sin duda alguna, a un callejón sin salida.

La culpa. A muchos les guía la culpa. Son personas que se pasan la vida con sus errores y vergüenzas. Su futuro es controlado por su pasado. Es cierto que lo que somos hoy es, en gran medida, producto del pasado, pero no tenemos por qué vivir amarrados a ese pasado. Nos hemos equivocado, hemos pecado… pero Dios ha transformado personas como Moisés, Gedeón, Simón Pedro… puede hacer cosas increíbles, sorprendentes, en tu vida.

Dios puede hacer un real y efectivo “borrón y cuenta nueva”.

El Señor señala: “Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad” (Salm 31,1-2).

La ira y el resentimiento. Son personas aferradas al dolor que le han provocado. Señalan: “No me amaron, no me quisieron, no me trataron bien”. Y es casi una ley que el herido, hiere. Vive a la defensiva. Es un “puercoespín”. Se sienten amenazados y se dañan cada vez más. Siguen cargando, a pesar de que el otro ya hasta olvidó. Perdonar, soltar, liberar es la clave en esta situación. ¿Por qué colocarnos en una “cárcel”? Es el dolor, la amargura, el resentimiento, el que nos sigue haciendo daño, incluso cuando el agresor ya no nos puede dañar más. Podemos liberarnos.

El Señor indica: “Es cierto que al necio lo mata la ira…”.

El temor. El temor puede ser el resultado de una experiencia traumática.

Fruto, por ejemplo, de una disciplina rígida en el hogar, en donde el hijo no se atreve a exponer sus puntos de vista, sus percepciones. Padres que no aceptan que sus hijos, en ninguna circunstancia, le lleven la contraria. El resultado, personas que buscan ir a lo seguro, que buscan mantener el status quo. Temor que les impide llegar a ser lo que Dios quiere que sean… les impide vivir su propósito.

Dios nos indica: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no hasido perfeccionado en el amor” (1 Jn 4,18).

El materialismo. Ese deseo de adquirir cosas se convierte en la meta principal de muchas vidas (pienso en tantos amigos que viven en nuestra sociedad y en sociedades como la norteamericana). La idea equivocada de que cuanto más tenga, serás más feliz… algo que no sacia el hambre que tenemos de infinito.

El Señor nos dice: “Y les dijo: Mirad, guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Luc 12,15). También nos invita a buscar “el Reino de Dios y su justicia, lo demás vendrá por añadidura” (es decir: lo material es, en la lógica del Reino, la añadidura).

A veces lo expresamos en una frase: “tanto tienes, tanto vales”. Valoramos por el carro, por la casa, por el dinero en el banco, por la forma de vestir… cuánto valemos como personas no es lo mismo que cuánto valemos por lo que tenemos… Dios pensó en ti como una persona única. Tu valor no depende de tus posesiones. Las riquezas pueden perderse, la vida puede perderse de la noche a la mañana.

Sin embargo, nadie puede quitarte la intimidad con Dios, la relación profunda que establezca desde tu corazón.

La necesidad de ser aceptados. Muchos permitimos que las expectativas de los demás controlen nuestras vidas. Personas con baja autoestima, que ceden a la presión de los amigos y conocidos. No enfrentan los problemas, quieren caer bien y estar bien con todo el mundo. Y esto no es posible.

Tratar de agradar a todo el mundo es una de las claves para el fracaso y una forma de perdernos de vivir para el propósito de Dios en nuestras vidas.

Ojo: el que no vivamos pendientes de aprobación, no significa que vivamos un modo arrogante e incapaz de escuchar a los demás.

Otras cosas pueden motivarnos, movernos: deseos de poder, de prestancia social… Las cinco que hemos mencionado y estas otras tienen en común que terminan en un callejón sin salida. Debemos abrirnos a saber cuál es el propósito de Dios para nuestras vidas, viendo claramente para qué he sido creado.

Para Dios no hay nada imposible y puede romper cualquier callejón sin salida en que se encuentre tu vida, puede abrir senderos en medio del Mar Rojo.


El hace lo imposible posible

Donde hay desierto

El hace un río

Confía en Cristo

Y déjale todas tus cargas

El tiene tu futuro en Sus manos

Confía en Cristo

Y déjale todas tus cargas

Y tendrás la victoria en tu vida.

Tierra Adentro / Almeyda y la democracia del guardia

13 de Marzo, 2007

“La dictadura se presenta acorazada porque ha de vencer.

La democracia se presenta desnuda porque ha de convencer”

(Antonio Gala)

Almeyda y la democracia del guardia

Las Fuerzas Armadas, “los guardias” para muchos dominicanos, tienen por uno de sus pilares fundamentales la disciplina. Vertical. En donde las disidencias se tornan peligrosas. Y en donde “una orden es una orden”. “Los guardias” pueden velar por la democracia dominicana, pero no constituyen en su dinámica interna un ejemplo de democracia. Ni deben constituirlo. “Sí, señor…”, “No, señor…”, “Mande, señor…”, con espacios bien definidos en donde la participación de la oficialidad se torna consulta. Esta es una de sus virtudes y, también, uno de sus límites.

Algunos funcionarios parecen desear para República Dominicana una “democracia de guardias”. Aspiran a que los dominicanos a sus políticas, ejecutorias, afirmaciones, decisiones… digamos simplemente “Sí, señor…”, “Ordene, señor…”.

El comentario viene por las dificultades que parece tener el secretario de Interior y Policía, Franklin Almeyda Rancier, para aceptar disidencias, diferencias y puntualizaciones en torno al tema de los alcoholímetros.

Creo que todo dominicano sensato acepta que necesitamos fortalecer nuestros vínculos sociales, mayor empeño en cumplir y hacer cumplir la ley y una renuncia a esa flexibilidad a la que casi todos aspiran cuando se trata de “su caso” y que casi todos critican cuando se trata de un caso que no les toca en lo personal.

“Debieran meterlo preso”, es una expresión cuando alguien suele cruzar, por ejemplo, un semáforo en rojo o cuando nos vemos precisados a manejar detrás de un camión que más que camión parece chimenea.

Somos una sociedad que es todavía menor de edad.

Sin embargo, se equivoca el señor secretario de Interior y Policía cuando, con buenas intenciones, quiere imponer el uso de los alcoholímetros de un modo prácticamente dictatorial, sin disidencias.

Se equivoca cuando no sabe apreciar los aportes que hacen algunos críticos para mejorar su uso y hacerlo más eficiente. Un ejemplo, el tema del “conductor designado”.

Se equivoca cuando sintiendo que la medida es cuestionada por algunos y no aceptada por otros, busca culpables detrás de esa reacción. Un ejemplo: acusar al sector fabricante de cervezas de montar una supuesta campaña en contra de los alcoholímetros.

Se equivoca cuando parece no aceptar que es papel del Estado el crecimiento ciudadano, la “concientizacion”, cómo suele llamarse, sobre todo si queremos un Estado cuyas instituciones policiales prevengan el delito más que tener que combatirlo. La prevención es hija de la educación ciudadana y la educación ciudadana es un papel fundamental del Estado.

Se equivoca cuando indica que los fabricantes de cervezas debieran reorientar su publicidad hacia “salvar vidas”, sin mostrar un ejemplo de una publicidad de estas empresas que sea una incitación a la muerte o a la indiferencia.

Esas equivocaciones conducen a un callejón sin salida, a una democracia de “guardias” y quizás, como guardias al fin, en esta ocasión digamos: “No, señor…”.

Tierra Adentro / ¿Magno desconocimiento?

10 de Marzo, 2007

“Entre Lucas y Juan Mejía…”.

(Dicho campesino)

¿Magno desconocimiento?


Construir una opinión implica estudio, conocer mucha información, análisis, confrontación. Al parecer, Héctor Guiliani Cury ha emitido una opinión sobre la propuesta de Ley de Desarrollo e Innovación Industrial sin tomar en cuenta mucha información, análisis y confrontación o, en el mejor de los casos, emboscado por alguien cuya opinión e intereses previos requiere del apoyo de otros actores importantes en los debates económicos.

¿Por qué esta afirmación? En el periódico Hoy del viernes 9 de marzo, en la portada de economía, una nota señala que “el economista Héctor Guiliani Cury urgió exhortó (sic) al presidente Leonel Fernández que descarte la solicitud del sector industrial de que se le exonere del impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios, así como de tasas derechos y recargos (sic), y de los impuestos a las importaciones”

En un segundo párrafo, el economista –según el artículo- se refiere ya no a la supuesta petición del sector industrial en su provecho, sino a la solicitud de los industriales en provecho de quienes promuevan parques industriales y precisa que “los parques no producen nada, son las empresas las que producen”.

Estamos seguros de que el proyecto se puede mejorar y probablemente algunos de sus planteamientos deban verse bajo otra óptica.

Sin embargo, mal harían los industriales indicaron públicamente que constituyen el sector de mayor aporte al fisco y mal haría en tratar de vulnerar esa realidad. El proyecto no pide exención de ITBIS o eliminación de impuestos sobre la renta.

Lo que sí plantea el proyecto es eficiencia, es un marco de competitividad, son normas que faciliten el constituir la industria en un sector netamente exportador.

El día anterior, el jueves 8, una nota del periodista Esteban Delgado, de Diario Libre, mostró semejante confusión y esto a pesar de que le fue entregado el proyecto en cuestión. Leyó el artículo 34 y le atribuyó a los industriales pedir exoneración de impuestos para sí, cuando dicho artículo está pidiendo exoneración de impuestos a favor de los que desarrollen o promueven parques industriales.

Es cierto que “los parques no producen nada, son las empresas las que producen”, pero la propuesta puede asumirse como una forma de incentivar a inversionistas nacionales o extranjeros a construir este tipo de espacios y, de paso, liberar al Estado de realizar estas inversiones, para que dedique sus recursos a otras áreas, también prioritarias. Ahora bien, que queden libre de impuestos los parques como tal, no quiere decir que quedarán libre de impuestos las industrias que se encuentren en ellos.

No sé si pueden ser calificadas las declaraciones de Guiliani Cury de sorpresivas o, más bien, sorprendentes o, quizás, sorprendido… pero en el artículo que comentamos hay lo que en mi campo llamamos “arroz con mango”.

Tierra Dentro / Industriales: Una apuesta por la competitividad

8 de Marzo, 2007

“Las masas humanas más peligrosas son aquellas

en cuyas venas ha sido inyectado

el veneno del miedo.... del miedo al cambio”.

Octavio Paz

Industriales: Una apuesta por la competitividad

¿Somos los dominicanos portadores del veneno del “miedo al cambio” del que nos habla Octavio Paz? ¿Lo son los industriales? ¿Lo es el Gobierno?

Manuel Diez Cabral, presidente de la AIRD, expresó el sentir de muchos industriales: las condiciones actuales y la dinámica de las empresas deben ser mejoradas para competir en un mundo “ancho y ajeno”. Para ser competitivos, se requiere que el sector público y el sector privado se tiendan las manos, con el fin de facilitar la generación de riquezas y la prosperidad para el país. A continuación nos permitimos anexar in extenso las palabras pronunciadas por Diez Cabral ante el Presidente de la República, el presidente de la Cámara de Diputados y los líderes de más de 20 organizaciones industriales de todo el país que se encontraron en el Primer Congreso de la Industria Dominicana, bajo el lema: “Un compromiso con el futuro….”.

PALABRAS DE MANUEL DIEZ CABRAL, PRESIDENTE DE LA AIRD, DURANTE EL ACTO DE LANZAMIENTO DE LA POLÍTICA INDUSTRAL EFECTUADO EL 7 DE MARZO DEL 2007.

“UN COMPROMISO CON EL FUTURO”

Excelentísimo Señor Presidente de la República Dr. Leonel Fernández Reyna.

Honorable Presidente de la Cámara de Diputados, Lic. Julio César Valentín y demás legisladores presentes.

Miembros del cuerpo diplomático del país.

Distinguidos Secretarios de Estados y funcionarios de Gobierno

Dignos representantes de las iglesias.

Estimados colegas presidentes de Asociaciones Industriales y empresarios dominicanos.

Amigos de la prensa

Señoras y señores Industriales

Amigos todos.-

Hay cambios en el ambiente. Se nos olvida que hace apenas diez años, la manera más rápida y eficiente de enviar un documento era por fax, la Internet sólo empezaba a florecer. Hoy, la Internet y la tecnología tocan prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas: desde comprar una película a través de una computadora, hasta correr una máquina industrial a larga distancia. ¡Cómo se ha transformado el mundo en tan poco tiempo!

Imaginémonos un equipo de producción industrial con tecnología de punta, conectado de manera permanente por Internet a la fábrica en Canadá que lo produjo. El suplidor del equipo monitorea de manera continua las condiciones operacionales de la maquinaria y ante la más mínima indicación de inestabilidad de cualquier pieza del equipo, se transmite una señal de alarma a un centro de asistencia técnica en Toronto. Después de un diagnóstico, la persona encargada, a través de la misma conexión directa, hace los ajustes necesarios para que ese equipo siga trabajando con un 99.9% de eficiencia.

Este es el nuevo paradigma para generar riquezas en un mundo sin fronteras. Un mundo en el que para meramente sobrevivir, hay que producir productos de calidad mundial y generar empleos que requieran de alto conocimiento especializado. La gran sorpresa es que pocos imaginamos que equipos como esos, operan hoy en día, en naves industriales Dominicanas.

Uno de los grandes logros del Internet y del acceso a la información, es la democratización del pensamiento y la oportunidad que le crea a países como el nuestro, de dar saltos en su desarrollo productivo. Saltos que normalmente tomarían décadas, hoy se pueden lograr en apenas años y hasta meses.

El Dr. James Appleberry, siendo Presidente de la Asociación Norteamericana de Colegios y Universidades Estatales, en una importante ponencia en al año 2000 sobre el conocimiento humano señalaba que a partir del comienzo de la era cristiana, el conocimiento se duplicó por primera vez en el año 1750. Esa duplicación del conocimiento humano se volvió a lograr en el año 1900, nuevamente en el 1950 y al momento del discurso, se entendía que se duplicaba cada cinco años. Las proyecciones de algunos expertos indican que para el 2020 el conocimiento humano se duplicará cada 73 días.

No sé si esto será una realidad para esa fecha, pero si puedo asegurar que no podemos darnos el lujo de mantenernos aislados del conocimiento humano. La inserción global es una imperiosa necesidad para poder duplicar el conocimiento y generar riquezas para todos los dominicanos.

Los únicos que podrán parar esa creación de riquezas son los líderes que impongan trabas y muros a sus sectores productivos y que no permitan el acceso a la oportunidad del conocimiento. Conocimiento y cambio permanente son las nuevas reglas de juego.

En el día de hoy no nos cansaremos de decir que el sector industrial es el principal generador de riquezas en el país. Y estamos dispuestos a decirlo a los cuatro vientos, porque llegó la hora de hacernos sentir. Llegó la hora de enfrentar juntos los desafíos de la industria nacional ante el DR-CAFTA y así evitar los efectos negativos que hasta ahora hemos obtenido en los demás acuerdos comerciales firmados por nuestro país.

No podemos permitir que el DR-CAFTA sea un tratado más de la lista de firmas de acuerdos. Los tratados comerciales son para sacarles provecho, no para suplantar nuestros sectores productivos y mucho menos al sector industrial que representa la clave para obtener beneficios de los mismos.

La historia ha demostrado que las naciones que han podido alcanzar un crecimiento sostenido y mayor nivel de prosperidad para su población, son aquellas que han sustentado su desarrollo económico en el impulso del sector industrial. Un estudio elaborado por el Profesor Jeffrey Sachs mostró que un sector industrial fuerte fue el motor fundamental para el crecimiento de países en desarrollo. En el análisis de 78 países en desarrollo, 14 países mostraron un alto crecimiento económico sostenido. De esos 14, 12 empezaron con un alto grado de crecimiento en sus exportaciones de manufactura, incluyendo Irlanda, Singapur y Portugal.

Este estudio también demostró que las exportaciones de manufactura promovieron el desarrollo social de los países, debido a los efectos positivos indirectos que generan, como fomentar la especialización y la aplicación de mejores prácticas globales.

Hoy nos encontramos en una encrucijada, donde las industrias tenemos que decidir si vamos a tomar la ofensiva hacia la competencia a nivel mundial o si, por el contrario, nos mantendremos en un contexto de indolencia externa y de conformidad interna, tratando de mantenernos en el patio de nuestra casa que empieza a ser frecuentado por todos los vecinos y socios comerciales. Esta decisión es inminente, y representa escoger entre el viejo modelo o el nuevo modelo de competir.

El viejo modelo se centra en una competencia basada en mercados protegidos y ventajas comparativas, y su éxito depende de temas como los recursos naturales, las economías de escala, y un gobierno que actúa de manera paternalista como el “gran estratega”.

El nuevo modelo, en cambio, se enfoca en la competitividad a nivel micro económico; donde la innovación y la diferenciación dentro de la estrategia empresarial se constituyen en creadores de riqueza, donde las ventajas que establecemos son competitivas, el capital humano y el conocimiento se tornan en herramientas fundamentales y se trabaja en una visión compartida entre el sector privado y el sector público; es decir, pasamos de la reactividad a la pro-actividad.

Hoy, señoras y señores, hemos decidido asumir este nuevo modelo.

Para lograrlo estamos obligados a provocar una transformación de nuestro aparato productivo y del marco en que operamos. No se trata de una tarea de largo plazo. Estamos tarde. El mundo avanza vertiginosamente. Las economías se transforman de día en día. La competencia verdadera ya no estará en nuestro patio, ahora nos vendrá de empresas al otro lado del mundo.

La decisión de adoptar un nuevo modelo es muchas veces traumática, sobre todo en medio de un proceso de apertura comercial en donde no todas las empresas sobrevivirán. Esta situación genera incertidumbre en muchos de nosotros, porque nos abocamos a cambios con los que no siempre sabemos lidiar. Además, tenemos un profundo temor a la facilidad con que se suelen variar las reglas de juego en función de intereses coyunturales.

Sin embargo, nuestro sector ha vivido todo un proceso en que hemos ido adquiriendo clara conciencia de nuestra importancia para el desarrollo económico y social, por un lado, y la necesidad de soñar y apostar por estos cambios, por el otro. Para reforzarnos en esta posición, otras experiencias nos han mostrado que los países que tomaron la decisión de apostar por su aparato productivo nacional, triplicaron su productividad en las últimas décadas,

Estos países que apostaron a fortalecer sus sectores productivos han tenido dos elementos en común: Primero, Coraje: no hicieron cambios graduales, tuvieron una visión sobre lo que podrían lograr y no existieron obstáculos suficientemente grandes para desalentarlos. Segundo, Imaginación: Sus visiones fueron creativas e iban en contra de los paradigmas existentes. Se dieron el lujo de soñar y no miraron hacia atrás.

Ese coraje e imaginación es lo que queremos transmitir en la nueva política industrial que todo el sector unido está dispuesto a defender.

A nivel nacional, la nueva estrategia de desarrollo industrial implicará cambios importantes, como son: lograr un eficiente servicio eléctrico, mejorar las aduanas, la infraestructura portuaria, los procesos de exportación, garantizar acceso a financiamiento competitivo y limitar las excesivas cargas impositivas. Y aún más importante, ayudar a las empresas a crear una generación de dominicanos con las habilidades necesarias para competir en este mercado.

Para que estas mejorías tengan impacto, los empresarios dominicanos deberemos trabajar juntos para crear una marca de velocidad y flexibilidad como país, pues la competitividad ya no se encuentra en empresas aisladas, se encuentra en las empresas interrelacionadas que se apoyan mutuamente

Este proceso, señoras y señores, es una transformación difícil, un cambio de modelo mental que tenemos que asumir dentro de nuestras industrias.

Si creemos que es suficiente con sobrevivir y ver degradar, a veces poco a poco y otras veces violentamente, las posibilidades de competir exitosamente en el nuevo orden mundial, entonces podríamos cruzarnos de brazos y vernos desaparecer lenta o rápidamente.

En cambio, si asumimos las lecciones que nos está dando la economía mundial, incluyendo el papel fundamental de la competitividad industrial en la prosperidad de la población y en el desarrollo económico, entonces es hora de dar un giro en el timón, de cambiar el rumbo que llevamos.

Este giro significará que el crecimiento de la industria estará determinado por la capacidad que mostremos, tanto los empresarios como el gobierno, en aumentar la competitividad, ya no sólo hacia el mercado doméstico, sino también para iniciar, consolidar o ampliar nuestra presencia en los mercados de nuestros socios comerciales y en ese “mundo ancho y ajeno” que es la economía global.

Se trata de cómo convertir la economía nacional en una economía exportadora y competitiva –y no simplemente importadora-, de modo tal que todo el sector industrial, sea el local o el de zonas francas, tenga las mejores condiciones para insertarse en los mercados internacionales. Reitero, de todo el sector industrial, porque debemos hablar de toda la industria, no solamente de las zonas francas.

Estamos en un momento propicio para hacernos la siguiente pregunta ¿Si a pesar de todos sus beneficios, las zonas francas tienen actualmente serias dificultades, podríamos imaginarnos los graves problemas que confronta la industria local en la actualidad? Una industria que está permanentemente acosada por el cambio de las reglas de juego.

Por eso, señoras y señores, para revertir esta situación debemos juntos generar los cambios de políticas que con urgencia deben ser introducidos para garantizar nuestra competitividad, porque no sólo son las zonas francas, la industria del calzado y la industria textil que están llamadas a mantener en alto la bandera de las exportaciones; sino toda la industria nacional, grande, mediana y pequeña, haciendo del exportar un compromiso de todos.

El aparato productivo tiene una dinámica que trasciende, que va más allá de uno que otro gobierno. En ese sentido, si queremos sentar las bases para que el sector se constituya en un eje fundamental del desarrollo económico y social, es necesario definir una política de competitividad del sector industrial. Es nuestra propuesta: La Política Industrial 2015.

La misma tiene dos vertientes complementarias, insuficientes cada una de ellas por separado, y que han de ser empleadas a fondo.

En la primera vertiente está la defensa del aparato productivo nacional. Es fundamental que la estrategia de competitividad ante la apertura del mercado doméstico establezca, como uno de sus componentes, la defensa de la planta productiva ante la competencia desleal, mediante la aplicación de los mecanismos para evitar las prácticas desleales de comercio. Parece mentira que luego de 5 años de aprobada Ley de Prácticas Desleales de Comercio, la misma no se esté aplicando. Ya empiezan a sentirse las quejas de nuestros productores de casos de competencias desleales provenientes de otros países. Un claro ejemplo de esto es cuando permitimos que productos se importen al país con etiquetas en idiomas que pocos dominicanos pudieran leer, mucho menos entender. Nos preguntamos, si tenemos que adaptarnos a las normas de otros países, ¿lo justo no sería que lo que entre a nuestro país se adapte a las normas nuestras? A esto debemos prestarle gran atención.

En la segunda vertiente, la estrategia de competitividad debe ser activa. Es, por lo tanto, una ofensiva integral que busca elevar la capacidad competitiva del país en general y de la industria nacional en particular.

Entre los elementos de la ofensiva que estamos proponiendo se encuentran: la necesidad de una reconversión industrial; el desarrollo de clusters; la superación de factores externos a la industria, tales como la electricidad y trámites aduanales; aspectos de políticas macroeconómicas como el acceso a financiamiento y, finalmente, aspectos de carácter institucional, incluyendo el marco legal en que se desenvuelve la industria nacional.

Es necesario que el gobierno envíe una señal clara, pensando y poniendo en práctica una política firme que permita a los industriales reconvertir sus empresas.

Somos conscientes de que la modernización de nuestras actividades productivas requiere, como punto de partida, el esfuerzo del sector empresarial en sí mismo. Deberemos mejorar nuestros procesos de control de calidad; superar el bajo nivel de capacitación; especializar nuestra fuerza laboral e incrementar el desarrollo de habilidades gerenciales con métodos modernos de administración. Además, cada industrial está obligado a entender el contexto –nacional e internacional- en que se mueve el sector o área de productos en que se ubica su empresa.

Para el desarrollo de clusters en el sector industrial, las experiencias existentes y las que puedan implementarse deben estar enfocadas a lograr un mayor encadenamiento productivo. Incluso, consideramos que nuestro sector agropecuario nacional debe ser un eslabón importante de la cadena industrial, siendo parte de un Programa Nacional de Proveedores Industriales, lo cual junto a la creación de parques industriales, logrará integrar mejor nuestra cadena productiva.

Hace más de tres décadas en nuestro país estaba de moda un merengue típico, del Cieguito de Nagua, que decía: “Yo tenía una luz, que a mi me alumbraba y venía la brisa, fuá y me la apagaba”… al parecer, hoy la critica situación eléctrica que vivimos amenaza con apagar muchas de nuestras industrias. La pequeña llama de los usuarios no regulados pretende ser ahogada por el ente regulador que, en muchos casos, pone resistencia al cumplimiento de la Ley. Algo inadmisible si se pretende desarrollar e institucionalizar el país, especialmente el sector industrial. Hemos reiterado, hasta el cansancio, lo caro del suministro eléctrico en el país, las ineficiencias y la necesidad de un verdadero plan de solución del sector que se inicie con el cumplimiento de la Ley General de Electricidad vigente y con el fortalecimiento del ente regulador.

Por otro lado es lamentable que tengamos sistemas de transporte de carga con fletes muy elevados debido a prácticas monopólicas, como las encabezadas en el transporte terrestre de mercancías; deficiente administración de puertos, entre otros problemas que hacen poco aprovechable la proximidad y que nos igualan y hasta nos dejan por debajo en tiempo de entrega con países tan lejanos como China.

Hemos señalado en innumerables ocasiones que una de las grandes debilidades de nuestro país lo constituyen las excesivas cargas impositivas al proceso productivo. No es cierto que la carga fiscal en este país es baja; para los que pagan sus impuestos, es simplemente altísima. Producto histórico de una baja eficiencia en el gasto público y de una recaudación pública concentrada en pocos contribuyentes.

Llevamos 5 reformas fiscales en los últimos 6 años y en ese tiempo se ha quintuplicado el tamaño del presupuesto nacional, a costa de reducir la capacidad competitiva del país. Debemos pensar seriamente en reorientar nuestra política tributaria para que futuros aumentos en nuestro presupuesto, se basen en desarrollo y crecimiento de nuestros sectores productivos.

Señor Presidente, distinguidas autoridades legislativas y ejecutivas; les pedimos apostar al éxito de una estrategia competitiva integral. Les pedimos conducirnos de modo tal que nos alejemos del camino del fracaso que está significando nuestra perdida de competitividad. Les pedimos, como una señal de que vamos por buen rumbo, recibir la propuesta de Política Industrial 2015 y el anteproyecto de Ley que hoy depositamos en sus manos, los cuales tienen como base impulsar la modernización industrial.

Como parte de este marco, es necesario crear un fondo de garantía de crédito bancario para las empresas, para que estas puedan acceder al crédito y a un financiamiento con tasas competitivas. La falta de acceso al crédito es sobre todo un grave problema para la micro, pequeña y mediana empresa. A pesar de que el sector de la manufactura local representa el 23% del PIB, apenas el 9% de los préstamos dirigidos a los sectores productivos están colocados al sector industrial. ¿Por qué solo puede una empresa industrial financiar un 30% del valor de un equipo, cuando su homologo en otros países puede conseguir hasta un 90% del financiamiento del mismo? ¿Por qué no podemos acceder a préstamos a más de dos anos en nuestra propia moneda local? Hoy en día, ni las cuentas por cobrar, ni el capital de trabajo sirven como garantías ya que solo se acepta el 30% del valor de las mismas. Entonces las condiciones están dadas para que sólo los negocios que puedan comprometer garantías hipotecarias tengan acceso a financiamiento a largo plazo. Precisamente a esos que sí se le otorgan prestamos, son los sectores más pujantes hoy en día a pesar del altísimo costo de registro de dicha hipoteca.

Sin embargo, el valor del sector industrial no esta en su terreno, sino en su maquinaria y equipo, en su capital de trabajo, en sus marcas y en su historial de pago. Lamentablemente, valen muy poco estos activos hoy en día. Si para pagar el impuesto a los activos todos los años, se utiliza el 100% del valor de los mismos, es ilógico pensar que a la hora de tomar un préstamo, solo valgan un 30% del valor que se utiliza para calcular ese impuesto. Algo anda mal, y hay que trabajar en conjunto para mejorar el acceso al crédito.

Otro elemento fundamental para el desarrollo industrial, es la necesidad de que se apliquen mecanismos expeditos para devolver los impuestos a las empresas exportadoras, porque de lo contrario seguiremos exportando impuestos que es la forma más segura de apostar al fracaso. No nos olvidemos que exportamos gravámenes como los selectivos a las transacciones financieras, seguros y telecomunicaciones, impuestos a los activos, a los prestamos del exterior y otras innumerables tasas ocultas.

Hablamos de una estrategia de modernización de nuestra planta nacional. Sin embargo, para hacer esto posible es necesario que el gobierno envíe una señal clara, pensando y poniendo en práctica una política firme que permita a los industriales modernizar sus empresas en un período de al menos cinco años. En nuestra propuesta apuntamos a mecanismos que estimulen la adquisición de nuevas maquinarias y equipos, permitiendo el uso de reinversión de las utilidades; al establecimiento de la herramienta de depreciación acelerada para aquellas industrias que deciden invertir en su reconversión; a la eliminación del cobro del ITBIS de las materias primas y bienes de capital en Aduanas a fin de evitar el adelanto de capital de trabajo; así como a modificar el impuesto que grava los activos de modo que no penalice las maquinarias y equipos que se adquieran con la finalidad de modernizar las industrias.

Estos elementos de política que estamos enunciando, entre otros, están recogidos ampliamente en el documento de política industrial y habrán de plasmarse en lo que será la Ley de Competitividad e Innovación Industrial. Dicha ley, contiene como propuesta más importante para nuestro sector industrial, la reestructuración y readecuación de la actual Corporación de Fomento Industrial en el Centro de Desarrollo y Competitividad Industrial, o PROINDUSTRIA, para llamarlo de modo simple.

Esta institución tendrá por objetivo fundamental fomentar el desarrollo competitivo de la industria nacional, mediante la definición de políticas públicas enfocadas a fomentar la articulación productiva; crear un ambiente propicio de negocios con un marco jurídico acorde a las necesidades del sector, y sobre todo, impulsar la incorporación de la innovación y el desarrollo tecnológico en las empresas industriales, a fin de generar productos con mayor valor agregado que propicien el encadenamiento productivo.

La nueva corporación, sería una institución pública con un consejo directivo integrado por representantes tanto del sector público como privado y presidida por la Secretaria de Industria y Comercio.

Los industriales dominicanos, pese a todas las vicisitudes, nos hemos mantenido firmes y muy convencidos de que es posible aportar al bienestar de todos, pero también estamos seguros de que lo podemos hacer mejor y en mejores condiciones. Para esto se requiere el trabajo conjunto del sector público y el sector privado.

Para concluir, en nombre de las mas de veinte asociaciones industriales y de los mas de dos millones de dominicanos que dependen directa o indirectamente de las mismas, les exhortamos que hagan suya la causa de una industria que requiere transformaciones internas y de su contexto, para consolidarse como una industria que cree mayores riquezas para todos. Riquezas materiales y riquezas de conocimiento.

Existe la necesidad de un abrazo nacional para crear una visión país. Una visión capaz de lanzar nuestras fortalezas. Una visión que una a nuestra gente. Una visión que nos dé sentido de dirección y nos permita emprender nuestro compromiso con el futuro.º

Hoy, el sector industrial hace su aporte a esa visión. De forma proactiva asume su parte, marca el paso y el ritmo del merengue que quiere bailar, para que nadie le diga cómo hacerlo.

Muchas gracias y muy buenas noches a todos…

Tierra Adentro / Amancebados: delito sexual, violación, incesto y adulterio

2 de Marzo, 2007.


“La libertad ha existido siempre,

pero unas veces como privilegio de algunos,

otras veces como derecho de todos”

Karl Marx

Amancebados: delito sexual, violación, incesto y adulterio

Una ley considera que un hombre y una mujer que viven juntos sin estar casados están cometiendo un delito sexual, así como violación, incesto y adulterio. Esta ley está vigente en Dakota del Norte, Estados Unidos, y tienen legislaciones semejantes los estados de Florida, Michigan, Misisipí, Carolina del Norte, Virginia y Virginia Occidental. Siete, en total.

En Dakota del Norte esta ley está en proceso de revocación, de modo que las parejas no casadas que vivan juntas no serán consideradas como delincuentes. Ojo: la votación para cambiar esta situación no fue muy holgada: los legisladores aprobaron la derogación con una votación de 48-41 y lo hicieron luego de que los intentos para revocar esa ley fallaron en las dos últimas sesiones legislativas.

Cifras del censo del año 2000 muestran que 23,000 personas de Dakota del Norte vivían entonces en relaciones de facto. A nivel de todo Estados Unidos, la cifra alcanza los 5.2 millones de personas.

Una situación vivida en un país que se anuncia como paladín de los derechos humanos, pero los humanos no tienen el derecho de vivir juntos si no es bajo un estatus legal llamado “casados”.

Comentario: La nota viene a colación por el hecho de que muchos de nuestros líderes políticos y sociales suelen tomar como referencia el ordenamiento jurídico, económico, social y político de Estados Unidos para indicar nuestros avances y retrocesos. En reconocer los derechos de las parejas de facto República Dominicana lleva años a los siete estados norteamericanos mencionados.

En el país y todas sus minúsculas provincias no es un delito vivir en estado conyugal sin estar casados y mucho menos se trata de violación, incesto y adulterio.

Los dominicanos somos así y así somos…