NO POSPONGAS MÁS
La procrastinación (el posponer) es un hábito negativo que afecta tanto la vida cotidiana como los compromisos espirituales. Un ejemplo de posposición en la Biblia es la historia de Moisés. Es necesario que superemos este comportamiento y actuemos en el presente, recordando la cita de 2 Corintios 6:2: "Ahora es el día de salvación".
Te doy hoy cuatro recomendaciones para enfrentar la procrastinación:
- Deja de enfocarte en tus limitaciones: En lugar de concentrarte en lo que no puedes hacer, céntrate en la grandeza de Dios, quien capacita para cumplir los propósitos. Busca ayuda, si la necesitas; fórmate, infórmate, capacítate continuamente.
- Confía en Dios: Es fundamental colocar la confianza en Él, reconociendo que EL tiene un plan perfecto y que su fortaleza compensa nuestras debilidades.
- Organiza tus prioridades: Aprender a establecer lo que es más importante y dedicar tiempo a ello ayuda a evitar distracciones y retrasos innecesarios.
- Comprométete a actuar: Toma decisiones conscientes para avanzar, dejando de lado excusas y temor. Y avanza.
Actuar en el presente no solo tiene implicaciones prácticas, sino también espirituales. Aprovecha cada oportunidad que Dios te da para cumplir con su propósito para ti.
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