jueves, septiembre 08, 2011

Desde mi estudio / Percepciones, realidades y defensas.

Percepciones, realidades y defensas

Al parecer los expertos en comunicación han olvidado que, para la dinámica social, una percepción es más verdad que la realidad. Y esto se hace un axioma duro si además la percepción tiene asidero en las circunstancias reales. La afirmación viene al caso por el hecho de que cuando algún vocero gubernamental disiente de una valoración o de una información muchas veces suele despachar el asunto con “eso es sólo una percepción”.

Por ejemplo, califican de simple percepción el agravamiento de la violencia en la sociedad dominicana.

Ahora el Reporte Global sobre Competitvidad 2011-2012 / Foro Económico Mundial nos estruja en la cara una percepción en la que, como país, quedamos mal parados. Es decir, nos miramos mal desde dentro y nos miran mal desde fuera. O, como dice un teólogo amigo mío: miran bien lo mal que estamos.

El estudio incluye esta vez a 142 países y descendemos nueve lugares en la valoración al pasar del puesto 101 al 110. Parte de 12 pilares o parámetros:

1. Instituciones e institucionalidad,

2. Calidad de la infraestructura,

3. Entorno macroeconómico,

4. Salud y educación primaria,

5. La educación superior y formación profesional,

6. La eficiencia del mercado de bienes y servicios,

7. Eficiencia del mercado laboral,

8. El desarrollo del mercado financiero,

9. Preparación tecnológica,

10. El tamaño del mercado,

11. La especialización en los negocios, y

12. Innovación, ciencia e investigación.

En el ranking de los 10… últimos!

Empiezo por aquí porque hay quienes analizan la realidad nacional con el estribillo de “si se nos compara con otros países de la región o del mundo…”, no estamos tan mal. Pues bien, el ranking del Foro Económico Mundial hace eso: comparar. Estamos entre los diez últimos lugares (de 142) en el pilar de “Instituciones”:

· Desvío de fondos públicos: 140;

· Confianza ciudadana en los políticos: 135;

· Favoritismo en las decisiones oficiales del Gobierno: 141;

· Despilfarro del gasto público: 142;

· Confiabilidad de la policía: 142;

En el pilar de “Desarrollo macroeconomía”:

· Ahorro nacional bruto (como % del PIB): 138.

En el pilar “Salud y educación primaria”:

· Calidad de la educación primaria: 140.

En el pilar “Educación superior y formación profesional”:

· Calidad del sistema educativo: 136;

· Calidad de la educación en ciencias y matemática: 139;

En “Eficiencia del mercado de bienes”:

· Grado de dominio del mercado: 137.

Dejo a otro curioso el elaborar la lista del ranking de los últimos 50 (por ejemplo, un reporte periodístico destaca que Panamá

No incluye a RD

Como indica el periodista Gustavo Olivo en Acento.com.do, el informe señala que en términos de competitividad, muchos países han experimentado mejoras significativas, pero no incluye a la República Dominicana.

Esos países son México (mejoró hasta ocho posiciones), Perú (hasta seis), Bolivia (hasta cinco), y Brasil (también cinco) registran las mayores mejoras, mientras que Panamá (cuatro), Ecuador (hasta cuatro), Argentina (Hasta dos), Barbados (hasta uno) y Uruguay (también hasta uno), han visto un progreso más moderado.

“El resto de los países de la región han permanecido estables como Colombia, o han disminuido ligeramente. La peor caída en la región la han experimentado en algunos países de América Central, por ejemplo, en Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Jamaica, debido principalmente a un deterioro de las condiciones de seguridad.

Advierte que a fin de mantener el impulso positivo en marcha, América Latina y el Caribe tendrán que abordar algunos de los desafíos persistentes que limitan su competitividad, sobre todo la debilidad de las instituciones, la falta de seguridad pública, las deficiencias en la infraestructura, el atraso tecnológico y en la innovación, entre otros.

En fin…

Ante estas ¿percepciones? los estrategas políticos y los expertos en comunicación tendrán que hilar fino en su “defensa” . Recuerdo una reflexión esbozada por Diario Libre en que señala que en la tradición norteamericana ante los errores y las crudas realidades una reacción frecuente es reaccionar reconociendo la situación y pidiendo disculpas o planteando correctivos. En otros casos se reacciona ocupándose de otro tema con tal de que se olvide el primero, pero rara vez se reacciona tratando de desmeritar lo que es, para gran parte de la sociedad dominicana, una realidad, y mucho menos queriéndola descalificar utilizando como si fuera un mote el decir “eso es una percepción”.

Recuerdo que una vez a Orlando Martínez le expresaron que sus puntos de vistas eran subjetivos y el joven periodista sólo respondió: “subjetividad no es sinónimo de falsedad”.

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