domingo, abril 01, 2012

Desde la fe / El mayor de los milagros


Este es el tema que reflexionaremos en nuestras células esta semana (miércoles y sábado). Si Jesús no hubiese resucitado, vana sería nuestra fe, proclama el apóstol. Es la garantía de que nuestra esperanza es cierta y nuestra fe es verdadera y de que vale la pena apostar por el amor…

EL MAYOR DE LOS MILAGROS

"Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá." Juan 11:25

En el Nuevo Testamento se presentan al menos dieciseis apariciones de Cristo que ocurrieron después de su resurrección. Estas son las siguientes: 
1) Aparición a María Magdalena (Jn. 20:11-17; cr. Mr. 16:9-11); 
2) aparición a las mujeres (Mt. 28:9-10); 
3) aparición a Pedro (Lc. 24:34; 1 Co. 15:5); 
4) aparición de Cristo a los diez discípulos, que se refiere colectivamente como «los once», estando Tomás ausente (Mr. 16:14; Lc. 24:36-43; Jn. 20:19-24); 
5) aparición a los once discípulos una semana después de su resurrección (Jn. 20:26-29); 
6) aparición a siete de los discípulos en el Mar de Galilea (Jn. 21:1-23); 
7) aparición a los quinientos (1 Co. 15:6); 
8) aparición a Santiago el hermano del Señor (1 Co. 15:7); 
9) aparición a los once discípulos en la montaña en Galilea (Mt. 28:16-20; 1 Co. 15:7); 
10) aparición a sus discípulos con ocasión de su ascensión desde el Monte de los Olivos (Lc. 24:44-53; Hch. 1:3-9); 
11) aparición del Cristo resucitado a Esteban momentos antes de su martirio (Hch. 7:55-56); 
12) aparición a Pablo en el camino a Damasco (Hch. 9:3-6; cr. Hch. 22:6-11; 26:13-18; 1 Co. 15:8); 
13) aparición a Pablo en Arabia (Hch. 20:24; 26:12-18; Ga. 1:12, 17); 
14) aparición de Cristo a Pablo en el templo (Hch. 22:17-21; cf. 9:26-30; Ga. 1:18); 
15) aparición de Cristo a Pablo en la prisión en Cesárea (Hch. 23:11); 
16) aparición de Cristo al apóstol Juan (Ap. 1:12-20).

El número de estas apariciones, la gran variedad de circunstancias y las evidencias que confirman todo lo que rodea a estas apariciones, constituyen la más poderosa calidad de evidencia histórica de que Cristo se levantó de los muertos.


En adición a las pruebas que nos dan sus apariciones, puede aún citarse más evidencia que sostiene este hecho. La tumba estaba vacía después de su resurrección (Mt. 28:6; Mr. 16:6; Lc. 24:3, 6,12; Jn. 20:2,5-8). Es evidente que los testigos de la resurrección de Cristo no eran gente tonta ni fácil de engañar. De hecho, ellos eran lentos para comprender la evidencia (Jn. 20:9, 11-15, 25). Una vez convencidos de la realidad de su resurrección, deseaban morir por su fe en Cristo. Es también evidente que hubo un gran cambio en los discípulos después de la resurrección. Su pena fue reemplazada con gozo y fe.

Más adelante, el libro de los Hechos testifica del poder divino del Espíritu Santo en los discípulos después de la resurrección de Cristo, el poder del Evangelio el cual ellos proclamaron, y las evidencias que sostienen los milagros. El día de Pentecostés es otra prueba importante, ya que hubiera sido imposible haber convencido a tres mil personas de la resurrección de Cristo, quienes habían tenido oportunidad de examinar la evidencia si hubiera sido una mera ficción.

La costumbre de la Iglesia primitiva de observar el primer día de la semana, el momento de celebrar la Cena del Señor y traer sus ofrendas, es otra evidencia histórica (Hch. 20:7; 1 Co. 16:2). El mismo hecho de que la Iglesia primitiva nació a pesar de la persecución y muerte de los apóstoles, sería dejado sin explicación si Cristo no se hubiera levantado de la muerte. Fue una resurrección literal y corporal, la cual transformó el cuerpo de Cristo para su función celestial.

Razones para la resurrección de Cristo

Por lo menos pueden citarse siete razones importantes para la resurrección de Cristo.
1. Cristo resucitó debido a quien es Él (Hch. 2:24).
2. Cristo resucitó para cumplir con el pacto davídico (2 S. 7:12-16; Sal. 89:20-37; Is. 9:6-7; Lc. 1:31-33; Hch. 2:25-31).
3. Cristo resucitó para ser el dador de la vida resucitada (Jn. 10:10-11; 11:25-26; Ef. 2:6; Col. 3:1-4; 1 Jn. 5:11-12).
4. Cristo resucitó de modo que Él sea la fuente del poder de la resurrección (Mt. 28:18; Ef. 1:19-21; Fil. 4:13).
5. Cristo resucitó para ser la Cabeza sobre la Iglesia (Ef. 1:20-23).
6. Cristo resucitó para que nuestra justificación sea cumplida (Ro. 4:25).
7. Cristo resucitó para ser las primicias de la resurrección (1 Co. 15:20-23).

El significado de la resurrección de Cristo

La resurrección de Cristo, a causa de su carácter histórico, constituye la prueba más importante de la deidad de Jesucristo. Porque fue una gran victoria sobre el pecado y la muerte, es también una prueba de la validez del poder divino, como está declarado en Efesios 1: 19-21. Dado que la resurrección es una doctrina tan sobresaliente, el primer día de la semana en esta dispensación ha sido apartado para la conmemoración de la resurrección de Jesucristo, y, de acuerdo a ello, toma el lugar en la ley del sábado, la cual ponía aparte el séptimo día para Israel. La resurrección es, por lo tanto, la piedra angular de nuestra fe cristiana, y como Pablo lo expresa en 1 Corintios 15:17: «Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.» Por haber resucitado Cristo, nuestra fe cristiana está segura, la victoria final de Cristo es cierta y nuestra fe cristiana está completamente justificada.

PREGUNTAS

1. ¿Qué cambios tuvieron lugar en los discípulos después de la resurrección de Cristo, y como fueron usados como testigos de la resurrección?
2. ¿Por qué es importante para la fe cristiana la resurrección de Cristo?
3. ¿Cómo se relaciona la resurrección de Jesús con nuestra vida?

1 comentario:

Anónimo dijo...

todo lo que dice el evangelio que no la interpretacion de los curas sobre todo catolicos me lo creo pero cunando la desesperacion formaparte de ti y el dolor a causa deldesamor ,de la familia, de los amigos que no son tal, de etc como seguir creyendo es casi imposibles con lo que te ves solo abandonado y sin esperanzas preguntandote si sera servad todo en lo que tu crees