sábado, octubre 28, 2023

Conforme al corazón de Dios

Vivir de acuerdo al corazón de Dios
Milton Tejada C.

En Guanajuato, México., 2019.
Si quiero servir a mi generación, necesito discernir los tiempos que vivimos, pero sobre todo estoy llamado a vivir de acuerdo al corazón de Dios.
“….varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero….” (Hech 13,22). Si Jesús, que es mi abogado ante el Padre, tuviese que dar testimonio de mi, qué diría…
¿Qué testimonio daría Jesús de mí? Si todo lo que tenemos es una agenda de acciones, no es suficiente. El compromiso cristiano debe ser cercano al corazón de Dios. La primera pregunta de Dios no es por la producción, no es por lo que haces, sino por cómo estas hoy.
Dios nos dice: Quiero no sólo tu cabeza, tus pies, tus manos, quiero tu corazón. Quiero que tengamos una relación de corazón. Jesús quiere decir de nosotros que somos hombres y mujeres según el corazón de Dios.
El futuro de los cristianos y de las iglesias en América Latina será marcado más por las relaciones de amor con Dios que por las instituciones que establecemos.
La salud de la iglesia depende más de establecer una relación de amor con Dios, que por lo producido. No es una relación cuantitativa. Hay días en que puedes presentar algo, días en que no. Hay cosas que haces que te salen bien y otras que no. Sabes que hay cosas que hiciste con el corazón y otras con segundas intenciones.
La relación de amor del corazón con Dios es tan importante porque entonces puedes llegar con las manos llenas de cosas que hiciste o sucias y vacías, necesitadas de que Dios las limpie… así podemos llegar a Dios siempre.
Los siguientes son algunos elementos que nos pueden ayudar a establecer una relación saludable con nuestro Dios, viviendo según su corazón.

Búsqueda constante de una relación con la Palabra de Dios.
Las iglesias cristianas necesitamos que una señal de nuestra identidad sea la Palabra de Dios.

Somos hijos de la historia, tenemos una historia de salvación
Los cristianos somos hijos de hombres y mujeres que han sido fieles a Dios. En América Latina tenemos poca memoria histórica. Sin embargo, el Pueblo de Dios es un pueblo histórico, una nube de testigos.

Vivir nuestra vocación con un sentimiento y un sentido profético.
Hay una inconformidad con el mundo en que vivimos. Somos hijos de este mundo, pero somos hijos de Dios. Constante arrepentimiento en el corazón de la gente, de las comunidades, de las estructuras. La iglesia y los cristianos no podemos perder la autoridad de decir: “Así dice el Señor…”.

La fe cristiana se vive en comunidad.
No hay una fe cristiana que no se viva en comunidad. Es fundamental que seamos una iglesia de comunidad, no de caciques, de gerentes, de “capos”, de pastores. La iglesia no puede ser negocio, es comunidad. Una comunidad en la cual Dios habla, una comunidad de ayuda mutua, de sentarnos a escuchar.
No es saludable que los líderes no tengan la oportunidad de ser iguales. Es decir, de ser hermanos.

Llamados a vivir la vocación marcados por el primer amor (Apoc 2,3).
Dispuestos a decir a Dios que nos purifique y nos envíe. Si lo fundamental es la relación, esta se puede renovar. Somos hombres y mujeres con sed de Dios, con deseos de vivir según el corazón de Dios y esto es lo que dará salud y estabilidad a la iglesia en América Latina.

Servir a nuestra generación, discernir las señales de los tiempos y vivir según el corazón de Dios, son marcas de la iglesia hoy, para ti y para mi.

tejadamilton@gmail.com

Whatsapp (809) 519-5584

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Gloria a Dios

Anónimo dijo...

Dios les sigua bendiciendo grandemente

Anónimo dijo...

Es así mi estimado hermano nuestro transitar momentáneo por la tierra debe marcar positivamente a muchos que viven sin esperanza sin Cristo.

Anónimo dijo...

Leonelis Pérez
Dios le Bendiga con mucha salud amado hermano, obedecer la palabra y los mandamientos de Dios es el mejor alimento para nuestro diario vivir, sin Él no somos nadie. Todo lo puedo en Cristo que nos fortalece.

Alba dijo...

Dios le bendiga

Anónimo dijo...

Excelente mi querido hermano Milton. Es necesario tomar en cuenta estas observaciones expuesta, pues de todo daremos cuentas a Dios. Más de Dios menos de nosotros en un mundo necesitado de Él.