lunes, septiembre 25, 2006

Comentarios de Medios / 21 de septiembre - 2006

El eléctrico, un problema cultural

“Tanto he andado la tierra, que es la tierra la que anda ya…” si mal no recuerdo dicen unos versos de Manuel del Cabral citados hace muchos años por Jorge Cela para definir la cultura, o esa forma de crear hábitos, costumbres, caminos, maneras de hacer las cosas, suposiciones permanentes, prejuicios…. que constituyen parte de la identidad de un sector o pueblo.

Marisol Vicens Bello, en sus reflexiones publicadas en El Caribe, apunta al problema de la energía eléctrica, especialmente a los señalamientos continuos de lo que significa el hurto de energía, como un problema cultural que se basa en la impunidad, la tolerancia y la visión de que se trata de un acto de justicia social.

  • “Lo que ocurre es que hasta la fecha ha primado la impunidad, y todavía las distribuidoras están en el proceso de acostumbrarse a seguir las complicaciones del proceso judicial, que son las mismas que padecen todas las demás empresas o personas que tienen que someter a alguien por alguna infracción.
  • “Hoy como ayer ha habido gran tolerancia de los ciudadanos que entienden que robarse la energía más que un delito es un acto de justicia social o una merecida acción ante un cobro abusivo; y que las autoridades no han sido eficientes en garantizar la transparencia de las facturaciones y mediciones.

Y concluye afirmando que hay que transformar esta visión. “Mientras la mayoría no perciba el hurto de electricidad como un hecho despreciable que si no se castiga afecta a toda la nación, mientras cada consumidor no sienta que paga por lo que realmente debe, no importan las modificaciones legales que hagamos, seguirá existiendo el problema”. (El Caribe – 21 de septiembre de 2006).

Ante estas reflexiones de Vicens Bello, recuerdo las palabras de un francomacorisano como yo, Pedro Francisco Bonó:

“En el país existe una honda creencia, una opinión arraigadísima que el Gobierno lo sabe, lo hace y lo puede todo. Los males y los bienes vienen del Gobierno. Si hay que remediar algo, que el Gobierno lo remedie; si el trabajo no vale, que el Gobierno lo haga valer; si el azúcar baja de precio, que el Gobierno lo haga subir.”

Quizás el mal de la situación energética no venga del Gobierno, pero hoy en día el mal no se resuelve sin el Gobierno y no se resuelve, como expresara Bonó en otras reflexiones, sin un cambio de visión de la sociedad y de los partidos políticos.

Milton Tejada C.

tejadamilton@yahoo.com

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