martes, mayo 01, 2007

Tierra Adentro / Un Estado rico, una nación pobre

UNO

Una “riqueza” que nos hace pobres

Para empezar, una conclusión: la organización del Estado y el ejercicio del poder político desde el Estado nos hace cada vez más pobres y constituyen una traba a la generación y distribución de las riquezas.

Rafael Molina Morillo, director de El Día y quien escribe una columna en el periódico Hoy titulada “Mis buenos días”, hoy con el título “¿Somos ricos los dominicanos?” reproduce una descripción “comparativa” entre la realidad de un dominicano residente en Miami y la realidad de un dominicano residente en su país (http://www.hoy.com.do/article.aspx?&id=20565).

La comparación no es nueva, tenía ya un tiempo circulando por Internet y nos viene a decir que un país en donde al ciudadano se le trata como al nuestro y en donde se dan determinadas realidades sociales tiene “pinta” de ser rico y no de ser pobre. Indicadores. En comparación con La Florida, los dominicanos pagamos el doble de dinero por un metro cúbico de agua; un carro que allí cuesta US$10,000.00, aquí viene costando sobre los US$20,000.00, haciéndole un regalo al Estado; el ITBIS es de un 6%, incluyendo el aporte federal, mientras que aquí es de 16%; pagamos “impuestos de lujo” en el alcohol, cigarrillos, cervezas, vinos, etc.; pagamos impuesto sobre la renta por adelantado (como si nadáramos en la abundancia y como si siempre es obligatoria la ganancia); enviamos a nuestros hijos a colegios privados y tenemos que comprarles todos sus libros, mientras que en La Florida, la mayoría funciona con la educación pública y los libros son gratis; más altas tasas de interés en los bancos; un desempleo cuatro veces superior, dándonos el lujo de tener gente sin hacer nada….

Esta descripción irónica de la realidad nos lleva a preguntarnos por la causa de la pobreza y la miseria en nuestro país. La respuesta es compleja, las causas son múltiples, pero evidentemente el factor “Estado” gravita para encontrar salidas o para cerrar todas las puertas a la esperanza… Mi convicción es que vivimos en un Estado que interviene en la actividad económica mediante mecanismos tributarios y trabas burocráticas y cuyo afán fiscalistas no se traduce en bienestar para la población ni en facilidad para el desarrollo empresarial. Un Estado que interviene torciendo la dinámica social, llenando la práctica política de clientelismo y vaciando la participación social.

Y entonces viene a colación la segunda información. Una entrevista publicada en el diario francés “Le Monde” y reproducida por el español “El País”, Ségolène Royal, de 53 años, candidata socialista a la presidencia de Francia, afirma que no quiere que “el Estado siga estando dirigido por un solo partido, por un solo clan. La República no es eso”.

Y señala “La economía de mercado es una realidad insoslayable, pero creo que necesita ser regulada para evitar sus desórdenes” y advierte que hay que luchar contra el despilfarro público y hacer que el gasto sea más eficaz.

Aquí el Estado es tratado como si fuera propiedad de un clan o partido, especialmente desde el Poder Ejecutivo, el cual ha arrodillado, en muchas ocasiones, a los otros poderes del Estado.


DOS

Posición de EEUU ante los subsidios agrícolas: “Inconcebible”

La tomamos de Noticias Telemundo, pero se encuentra en los principales periódicos económicos. Desde el punto de vista de la OMC, la posición de Estados Unidos sobre subsidios al sector agrícola es “inconcebible”.

El coloso, que se dice un abanderado del libre comercio, insiste en que debe permitírsele aumentar los subsidios a sus agricultores. Esta insistencia fue calificada de “inconcebible” por Crawford Falconer, principal negociador agrario de la OMC, quien dijo además que Estados Unidos y la Unión Europea necesitaban ceder en sus enraizadas posiciones sobre aranceles a las importaciones agropecuarias, y llamó a los 150 miembros de la organización a romper con seis años de ensayos redundantes.

Falconer, quien es también embajador de Nueva Zelanda, señaló que si no se consigue un impulso serio en las próximas semanas habrá que colocar todo el esfuerzo de la OMC en este terreno en el congelador “hasta que una generación mejor que la nuestra pueda descongelarlo”.

La reacción de Falconer se produce tras la propuesta de Estados Unidos de que se le permitiera limitar sus subsidios agrarios a 22,000 millones de dólares (cuando actualmente reporta entre 14 y 15,000 millones (lo que significa un incremento de 50% en los subsidios, nota de MT).

Vistas así las cosas, parece que los muchachos del patio tienen la razón, la competencia que plantea Estados Unidos no es leal en el terreno agrícola y, en consecuencia, en el agroindustrial. ¿Lo es en los demás?


Milton Tejada C.

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