Ligia Bonetti de Valiente:
Elementos críticos
son elementos de oportunidades
(Palabras de presentación
de los resultados de la II Encuesta de Coyuntura Industrial - 29 de Marzo, 2012).
Cuando a mediados de
diciembre del año pasado presentamos la Primera Encuesta de Coyuntura
Industrial, señalamos que la Asociación de Industrias de la República
Dominicana estaba convencida de la necesidad de seguir fortaleciendo en nuestra
membresía dos elementos culturales: una cultura exportadora y una cultura de
medición de resultados.
Estos primeros meses del
año han sido intensos en ambas direcciones. Por un lado, todo el sector
industrial –incluyendo las zonas francas- ha estado inmerso en la celebración
del Segundo Congreso de la Industria Dominicana, el cual concluirá con un acto
el próximo 18 de abril del presente año y en el que se presentarán propuestas y
posiciones en distintas áreas: 1) Política comercial y exportaciones; 2)
Fomento empleo formal; 3) Capital humano e I+D+i; 4) Infraestructura; 5)
Encadenamientos productivos; 6) Financiamiento y 7) Apoyo institucional al
sector manufacturero.
Este proceso ha contado con
la participación activa de cientos de industriales a lo largo de toda la
geografía, de representantes de las instituciones públicas, de los partidos
políticos, de las academias, de grupos de consultoría y hasta de los medios de
comunicación que han estado dando cobertura a encuentros y posiciones.
En cuanto a la cultura de
medición de resultados, hoy le presentamos los resultados de la Segunda
Encuesta de Coyuntura Industrial. Les ofrece información de primera mano sobre
el comportamiento de algunos indicadores que pueden ayudarnos a entender hacia
dónde vamos como sector dentro del marco de la economía dominicana y la
economía internacional, qué cambios se perciben a fines del 2011 y algunas tendencias
en relación a las expectativas sobre el futuro inmediato del sector.
Algunos resultados
La primera Encuesta de
Coyuntura reflejó una ligera desconfianza del sector al ubicar el índice de
Confianza Industrial en 48.4 puntos (50.0 significa neutro, más de 50.0 significa
que el Indice es positivo). En esta segunda Encuesta ese índice se incrementó
ligeramente y pasó a ser ligeramente positivo al ubicarse en 50.7. Dicho de
otro modo, así como en la primera encuesta este índice fue ligeramente negativo,
en esta segunda encuesta este índice es ligeramente positivo.
El Índice de Clima
Empresarial (ICE) se ubicó en la primera encuesta en 47.6 mostrando entonces
alguna desconfianza de los industriales con respecto al rumbo de la economía. A
diferencia del anterior, este índice no logró ubicarse en terreno positivo y se
quedó en 49.4 puntos.
A pesar de los esfuerzos
que se han desplegado y de que las exportaciones se incrementaron en el año
2011, dos tercios de las empresas encuestadas no
exportan o las exportaciones representan menos del 20% de sus ventas totales.
Esto nos indica que la creación de lo que hemos llamado una “cultura
exportadora” es todavía un terreno en donde tenemos que trabajar mucho los
empresarios, el gobierno y las instituciones que, como la AIRD, busca definir
estrategias de crecimiento para el sector.
El margen de operaciones se mantiene
negativo, aunque mejoró ligeramente. El margen operacional -definido por la
diferencia entre los ingresos y los costos directos de producción sin incluir los gastos
administrativos de ventas y financieros-
indica un saldo de opinión de los empresarios para el cuarto trimestre
de 2011 de -31.7 puntos, mejorando en 3.1 puntos con respecto al tercer
trimestre. En este sentido, el 44.4% de los encuestados manifestó que el margen
de operación fue malo y solo un 12.7% lo calificó de bueno. El sostenido
aumento de los precios de los insumos de origen nacional e importado muy por
encima de los precios de venta pudiera estar incidiendo en el saldo negativo del
margen operacional.
Otro tema
importante es el empleo y la apreciación si se ha incrementado o no. El saldo del nivel de empleo comparado con
igual trimestre del año anterior fue de -4.8 puntos. De esta manera el 4.8% y
25.4% de las empresas manifestó que su nómina era mucho menor que el año
anterior, en tanto que el 22.2% afirmó que fue mayor y 1.6% mucho mayor. La
encuesta nos revela que el saldo negativo registrado fue determinado por la
reducción del empleo verificado en las grandes empresas. Las medianas, por el
contrario, experimentaron un crecimiento en su empleo.
En cuanto a restricciones
para la producción, la más importante para los
empresarios consultados lo constituye en la actualidad el incremento del precio
de los combustibles, ya que el 77.8% lo señaló como un factor negativo, seguido
por el incremento del costo de materias primas con 76.2%, luego por el
incremento del costo de suministro de energía eléctrica con 68.3%, después por
el bajo nivel de actividad económica interna con 66.7%, el poco poder
adquisitivo del consumidor con 63.5% y el incremento de la competencia de
importaciones con 60.3%.
Por tamaño de empresa, se
evidencia que los obstáculos al crecimiento presentan variaciones según el
tamaño de la empresa. Así el precio de los combustibles incide más en la
microempresa (100%) mediana (80%) y
pequeña (72.7%). El incremento de costo
por materia prima es mayor en las grandes (78.8%), la micro (75%), la pequeña
(72.7%). Mientras que el costo de suministro de energía eléctrica, el impacto
es mayor en la micro (75%), las grandes (69.7%) y las medianas (66.7%).
Tomo estos aspectos de los
resultados que en breve les presentaremos porque quiero transmitir un mensaje
clave: a pesar de las dificultades, de los balances que no son todavía
francamente positivos, de las múltiples trabas con la que tropieza la
producción de bienes en el país, el sector industrial está convencido de que
tenemos grandes oportunidades de convertirnos en estandartes del desarrollo
económico y social del país.
Los elementos críticos son,
pues, elementos de oportunidad. Sin embargo, para que las dificultades y
aspectos críticos se conviertan en oportunidad se requiere que el sector
privado y el sector público vean las exportaciones, la generación de empleo de
cada vez mayor valor agregado, el incremento de los niveles educativos, la
recuperación de niveles de seguridad adecuados en la sociedad… como un esfuerzo
conjunto.
No podemos realizar ese
esfuerzo solos, pero puedo decirles que la celebración del Segundo Congreso
Industrial Dominicano es un ejemplo de cooperación entre el sector público y el
privado. La encuesta reveló, por ejemplo, que la mayor parte de las empresas
dominicanas todavía sigue dedicando más de tres cuarta partes de su producción
al mercado interno. Es una situación que hay que superar. Se requiere
internacionalización, y esa internacionalización tiene un nombre: exportación,
sea en forma de bienes o, como ha sido en algunos casos, explorando la
posibilidad de producir también en otros países.
Ahora la coyuntura nacional
parece estar dominada por el discurso político-electoral. En el fondo, todos
los dominicanos anhelamos la preservación de la democracia. A nuestro entender,
la mejor garantía de una democracia sólida se sustenta en la capacidad de los
sectores productivos de la sociedad de generar suficientemente empleos dignos,
como para garantizar bienestar social y desarrollo económico sostenible. El
sector industrial es clave en una estrategia de este tipo.
Quiero
aprovechar la ocasión para reiterarle nuestra gratitud a los medios de
comunicación del país porque ustedes han hecho posible que los más diversos
sectores de la vida nacional aportemos a una agenda común.
Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario