lunes, julio 30, 2012

De prensa / Dicen "no" a aprobación empresas


La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), la Asociación de Industrias de Muebles y Colchones (ASONAIMCO), la Asociación Dominicana de Productores de Ron (ADOPRON), La Asociación de Industrias de Bebidas Gasesosas (ASIBEGAS), la Asociación Dominicana de Fabricantes de Cervezas (ADOFACE), la Asociación Dominicana de Industrias Textiles (ADITEX), y la Asociación Dominicana de Industrias de Plástico (ADIPLAST), en nota de prensa conjunta, señalaron que la reciente aprobación por parte del Consejo de Desarrollo Fronterizo, de empresas fabricantes de ron, colchones, envases plásticos, sacos de polipropilenos, ventanas, bebidas gaseosas y pacas, no sólo constituye una rebeldía frente a las recomendaciones de no aprobación de esas empresas por parte de instituciones gubernamentales, sino además un atentado contra miles de industrias generadoras de más de 10 mil empleos formales en el país y que contribuyen con millones de pesos en impuestos.

Asociaciones industriales dan la cara:
dicen no, a aprobación de empresas en la frontera

Denunciaron que varias de las empresas aprobadas están operando actualmente
fuera de la zona fronteriza por lo que no crearán nuevos empleos.

El pasado jueves 26 de julio el Consejo de Desarrollo Fronterizo –pese a la opinión en contra del Comité Tecnico de Evaluacion conformado por varias instituciones de gobierno, entre ellas la DGII, la DGA y el Ministerio de Industria y Comercio- aprobó la instalación de varias empresas bajo el amparo de la Ley 28-01, instrumento jurídico que ha originado un profundo descontento en gran parte del sector productivo nacional, especialmente del sector productivo de bienes.

La Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), la Asociación Dominicana de Exportadores (ADOEXPO), la Asociación de Industrias de Muebles y Colchones (ASONAIMCO), la Asociación Dominicana de Productores de Ron (ADOPRON), La Asociación de Industrias de Bebidas Gasesosas (ASIBEGAS), la Asociación Dominicana de Fabricantes de Cervezas (ADOFACE), la Asociación Dominicana de Industrias Textiles (ADITEX), y la Asociación Dominicana de Industrias de Plástico (ADIPLAST), en nota de prensa conjunta, señalaron que la reciente aprobación por parte del Consejo de Desarrollo Fronterizo, de empresas fabricantes de ron, colchones, envases plásticos, sacos de polipropilenos, ventanas, bebidas gaseosas y pacas, no sólo constituye una rebeldía frente a las recomendaciones de no aprobación de esas empresas por parte de instituciones gubernamentales, sino además un atentado contra miles de industrias generadoras de más de 10 mil empleos formales en el país y que contribuyen con millones de pesos en impuestos.

“El Consejo de Desarrollo Fronterizo, compuesto en su mayoría por senadores y diputados de las provincias de la frontera, debió haber tomado en cuenta las consideraciones y opiniones de instituciones recaudadoras de gobierno, como la Direccion General de Impuestos Internos y la Dirección General de Aduanas, que recomendaron en el Comité Técnico de Evaluación de la Ley de Desarrollo Fronterizo, la no aprobación de esas industrias debido a que provocarían una disminución en las recaudaciones de impuestos y una gran distorsión en el mercado”, señalaron las organizaciones empresariales.

Señalaron además que varias de las empresas aprobadas no cumplen ya se encuentran operando en otras zonas geográficas del país por lo que no generararan nuevos empleos y sí provocarán una disminución de los ingresos fiscales del gobierno.

Consideraron que la actual Ley No. 28-01, más que constituirse en un instrumento que permita un desarrollo económico integral, convierte a la zona fronteriza en una especie de paraíso fiscal, donde se incentiva el asentamiento de industrias cuya intervención en el mercado doméstico provoca una competencia desleal derivada de las excesivas ventajas fiscales, las cuales al trasladarse a los precios de comercialización de los productos elaborados en la frontera, afecta la permanencia de las demás industrias nacionales que desde hace años y con cuantiosas inversiones se encuentran establecidas en otros puntos del país, generando decenas de miles de empleos y contribuyendo al sostenimiento del Estado a través del pago de sus impuestos.

Asimismo al no definir la ley actual claramente el concepto de materia prima, la misma se presta a ser utilizada como puente para el trasiego de productos terminados con un grado mínimo de elaboración o manufactura y venderlos en toda la geografía nacional sin el pago correspondiente de impuestos.

El sector empresarial reconoce la necesidad de fomentar el crecimiento, la inversión y el desarrollo en la zona fronteriza siempre y cuando se logre armonizar dicho propósito con la preservación de un ambiente de competencia justa y leal con aquellas actividades que se han instalado fuera de la frontera con Haití, que constituyen parte esencial de nuestras exportaciones.

Finalmente exhortaron al Consejo de Desarrollo Fronterizo a reconsiderar la aprobación de dichas empresas, en estos momentos en que el nuevo gobierno se apresta a pactar con los sectores sociales y el empresariado un pacto fiscal con la finalidad de eliminar incentivos fiscales que creen distorsiones en la economía.



Los beneficios de una ley que favorece la competencia desleal

El alcance de los mencionados beneficios fiscales fue establecido en el párrafo del artículo 2 de la mencionada Ley, el cual dispone que “Las empresas industriales, agroindustriales, agropecuarias, metalmecánica, de zonas francas, turísticas, metalúrgicas y energéticas, y de todo tipo de empresas permitidas por las leyes dominicanas establecidas y que se establezcan en el futuro, que operen dentro de los límites de las provincias de Pedernales, Independencia, Elías Piña, Dajabón, Montecristi, Santiago Rodríguez y Bahoruco, disfrutarán de una exención de un cien por ciento (100%) del pago de impuestos internos, de aranceles aduaneros sobre materias primas, equipos y maquinarias, así como cualquier tipo de impuesto, durante un período de veinte (20) años.[1]

Se les otorga, además, un cincuenta por ciento (50%) en el pago de libertad de tránsito y uso de puertos y aeropuertos”, de igual manera a través del artículo 3 de la ut supra indicada norma legal se les otorga  a las empresas beneficiarias un descuento del 50% de cualquier impuesto que fuese establecido en el futuro ya sea por el Gobierno Central o por cualquier gobierno municipal.” En otras palabras, se les otorga a las empresas que se acojan al régimen establecido por la mencionada Ley 28-01 una serie de beneficios que prácticamente hacen de la frontera una zona de exclusión fiscal, con la capacidad de operar en todo el territorio nacional. Dichas exenciones tendrían una vigencia de 20 años a partir del momento en que las empresas se adhirieran al marco legislativo.




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