miércoles, agosto 01, 2012

Desde la fe / Suficiente para que se pierdan


José Cabrera:
Malos padres, y es suficiente para que los hijos se pierdan

El Dr. José Cabrera predicó el domingo. En sus palabras, hay malos padres y eso es suficiente (aunque no necesario) para que los hijos se pierdan. Nos dice que en algún aspecto hemos fallado, pero no es momento de lamentarnos, sino de ratificar nuestro compromiso como padres. Quizás hemos fallado como padres en algunas de estas cosas, pero Dios nos permite enderezar, corregir las cosas, y podemos hacer mejor nuestro papel...He aquí algunas ideas recogidas al escuchar su prédica con motivo del Día del Padre en República Dominicana (cualquier imprecisión es mía, no del predicador).

En el Exodo el Deutoronomio, Dios nos pide honrar a padre y madre, y nos dice que nuestros días serán prolongados en la tierra. Nuestro deber como hijos es honrarles, respetarles, cuidarles, ayudar a que vengan a los pies de nuestro Dios. La dinámica: que los hijos sean obedientes (Ef 5:6). Es un mandamiento con promesa.
Ser padre es un privilegio, una responsabilidad ante Dios. Es una mayordomía. Ser padre es difícil, cada niño tiene su carácter.
Muchos dicen que no nos enseñaron, pero tenemos un manual que nos indica cómo guiarnos como padre, es la Palabra de Dios.

Padres de la Biblia
Hay malos padres, y fue suficiente para que sus hijos se perdieran. Por ejemplo, Elí... no disciplinó a sus hijos, y estos se hicieron impíos y no tenían conocimiento de Jehová. Un hombre que tenía un corazón para Dios, descuidó de la parte de cuidar de sus hijos. Falló en esa misión.
David, tan generoso y particular que tenía un corazón parecido al de Dios. No fue un padre perfecto, muy amoroso, pero poco disciplinador. Uno de sus hijos quiso destronarle. David nunca le corrigió. Dio ejemplo de obediencia a Dios, pero no supo corregir a sus hijos.
Todos los padres les fallamos a nuestros hijos.
En la Palabra de Dios tenemos la dirección, la forma de paternidad de Dios. 

Cosas necesarias según la Palabra de Dios para ser padre
1. Los padres deben amar y respetar a sus hijos. Tenemos agendas cargadas, mucho trabajo, ocupaciones, pero ellos deben saber que uno está ahí para ellos, ver cuando está triste, o deprimido... es un cuidar de sus vidas. 
2.  Modelarle lo que Dios nos ha enseñado. Ser el sacerdote de la casa, que llama a la instrucción, que ora... 
3.  Disciplinar y amonestar en amor. Prov 3, 11-12: "No menosprecies..." Corregir a tiempo, con respeto, con amor, que sepan que no estás despreciando a su persona. La disciplina es parte del amor.  No dejen que lo mal hecho pase sin consecuencias.
4. Padres que proveen. Es triste ver tantos niños trabajando. Padres irresponsables y sin conocimiento sobre su rol de proveer para que ellos puedan vivir su niñez, y puedan estar formándose...
5. Un padre a la imagen de Dios, enseña. Testificamos de lo que es la imagen del padre. Deut 6:7 nos dice: repetirás lo que has aprendido del Señor a tus hijos... la enseñanza es parte de lo que Dios espera que un padre asuma como responsabilidad ante sus hijos.
6. Guiarlos. Criar. Es la instrucción de las cosas que realmente trascienden y tienen sentido. Leamos Prov 22:6. Estamos en tiempos difíciles, pero también en situación privilegiada por el hecho de ser cristianos. Sigamos la instrucción de Ef 6:4: No lo provoquen a iras, sino criadlo en disciplina y amonestación del
Señor. Criar es ayudar a crecer y es ahí donde debe ir asumiendo los principios del reino.
7. Gobernar la casa, que haya reglas, leyes, límites...

Reconciliarnos
En algún aspecto hemos fallado, pero no es momento de lamentarnos, sino de ratificar nuestro compromiso como padres. Quizás hemos fallado como padres en algunas de estas cosas, pero Dios nos permite enderezar, corregir las cosas, y podemos hacer mejor nuestro papel...
Perdonar al padre terrenal si te ha fallado es parte de hacerte un padre mejor.
 Dios es un padre que te ama profundamente, y es perfecto...
Leamos Lc 15:11-24. "Volviendo en si...". Espectacular, para volver a la buena relación con el Padre hay que "volver en si"... estamos fuera de nosotros cuando no estamos en relación intima con Dios. Un volver en si es el inicio del camino de la restauración, de pasar de la muerte a la vida...
La misericordia de Dios no tiene fin. Tiene un corazón perdonador  (Heb 10, 16-17)... "Nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones...". Puede echarnos muchas cosas en cara, pero él no es así... no importa lo que haya pasado. Si reconocemos que hemos pecado, si volvemos en si... nos ama porque somos sus hijos, no porque somos buenos.
 Es un padre paciente y que espera por ti... tu regreso. Para él no había tiempo. Tiene la capacidad de transformar nuestras vidas y darnos el poder para cambiarla.

Una decisión…
Volver en si, reconocer que estamos mal... y tomar la decisión de levantarse y reconocer que he pecado contra el cielo y contra ti...

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