domingo, octubre 14, 2012

Desde mi estudio / Dificultades de mujer

Renunciando a prisiones

No conozco a Lissette Bretón. Un breve poemario suyo -"La mujer que no sabía decir que no"- cayó en mis manos este domingo. Publicado en el 1999. Sin que sea su intención, veo reflejado en este pequeño libro una descripción de rejas de la mujer y también de senderos o caminos de libertad. Es su "Necesidad":

"Necesito tiempo 
para desatar el caracol
vueltas en él doy"
(Necesidad).

¿Cuáles rejas, prejuicios, circunstancias aprisionan a una mujer?
1. Las caretas obligada a llevar. Dicho de otro modo: los roles que juega que no quisiera jugar. Caretas, caritas y carotas. Ella lo describe de esta manera:
"soy yo
la que está 
detrás de la muralla
de cartón
maldito antifaz"
(Sobre ti)

2. La huida, la falsa salida de no confrontar las situaciones (o la imposibilidad de confrontarla). Nos dice:
"Quisiera...
existir y no ser advertida
sin saber que vivo...".
(Escape).

3. El asumirse como "ser para otro" y olvidar la dimensión de "ser para si" que todos y todas tenemos. En "Despedida", señala "... puedo venir / donde mi misma / aprendía  vivir / sin tu cuerpo".

4. La inmensa carga de dolor que arrastran tantas mujeres. Un dolor muy dentro, que a veces fragmenta el alma. A veces de tanto sufrir parece que no siente, que es piedra: "Roca / sin vida / estática / agrietada / ... / profundamente / golpeada / para existir" (Roca).

O este otro pequeño y desgarrador poema:

"Este dolor es
tan grande
que ya no me
duele más" 
(Dolor).

Llevando a un "desgarro absoluto de mi alma".

Dolor que a veces lleva a la nostalgia: "Juro. / que despierto / en la casita del campo / rodeada de inocencia / mi más deseado y / preciado futuro" (Juramento).

Y también me pregunto que caminos, que senderos nos señala Lissette en este poemario (probablemente sin proponerselo, pero ahí está el verso que muchas veces dice más de lo que su creadora quiso decir).

1. El camino de la autoestima, la aceptación, el reconocimiento: "En mí, maravilloso jardín. para disfrutar/ flores en colores/ de arcoiris. En mí. / Fortaleza (Muy dentro de mí). O este otro verso: "Metida en mí / puedo recorrer / aquello / que perdí / volar /desde lo mío / a lo que será".

2. El camino de la autenticidad. "...sin engaño / limpia pura / sin desconcertantes / estrategias / para el teatro" (Muy dentro de mi).

3. El sendero de los límites. Por eso nos habla en uno de los poemas de que su entrega es "sin imposición". Este establecer límites le obliga a sentirse "incómoda", "sin la muleta / establecida para vencer". Su poema "Pídemelo" es el que mejor describe este sendero:

"Pídemelo
sin que esto 
te haga dueño de mi destino
pídelo y correré
a tus brazos
pídelo y seré tuya
otra vez..."

Es la entrega en libertad, sin imposiciones. El amor sólo es posible en la libertad. Es por eso que, cantando al sol, canta a lo que toda mujer debe aspirar y termina su poemario:

Con luz propia
con luz propia.

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