Crisis y oportunidades
Que las
diferencias sirvan para superar las deficiencias
Milton
Tejada C.
Para
muchos puede ser extraño que afirmemos que, como balance, la crisis con Haití originada en torno al tema avícola (prohibición
de entrada de pollos y huevos procedentes de República Dominicana a territorio
haitiano)es positiva. Constituye una
oportunidad que no debemos dejar aprovechar.
Dos
actores desde ámbitos distintos coinciden con esta apreciación: el Director
Ejecutivo del Consejo Nacional de Competitividad (CNC) y el Centro Bonó.
Fortalecer
las relaciones
El
Centro Bonóconsideró propicia la coyuntura para fortalecer mecanismos
institucionales que mejoren las relaciones binacionales. “Lo que sucedido en
estos catorce días evidencia la inoperancia de la Comisión Mixta Bilateral, la
fragilidad de los mecanismos diplomáticos, la ausencia de acuerdos comerciales
y la falta de reglas y políticas claras que regulen las relaciones entre ambos
países”, indica la institución en una nota hecha llegar a los medios de
comunicación.
En lo
comercial, Bonó
destaca la importancia del intercambio entre ambos países que se estima en US$1,500
millones al año, según los datos ofrecidos por el gobierno. La exportación de
huevos y pollos representa alrededor de un 5% de dicho intercambio, siendo menos significativa que las
exportaciones de harina de trigo, varillas de acero, cemento gris, aceite de
soya, galletas, cajas de cartón corrugado, barras de hierro o acero forjadas,
fundas plásticas, fertilizante, detergente en polvo y preformas plásticas para botellas.Es decir, gran parte del sector industrial dominicano se beneficia de
este intercambio, sin mencionar la presencia de importantes empresas de la
construcción en territorio haitiano.
El
Centro Bonó propone que se realice un acuerdo formal con el gobierno haitiano
en materia comercial, junto a otras medidas como la modernización de los
puertos fronterizos, la institucionalización eficiente de estos puertos, la
clarificación de las canales de comunicación diplomática y la puesta en
funcionamiento de la Comisión Mixta Bilateral.
Las
exportaciones, un sofisma
En
un artículo publicado en el periódico El Día, Andrés Van
Der Horst, a quien se le considera un aliado del sector empresarial dominicano,
especialmente de la industria y el turismo,
no considera factible un acuerdo comercial en estos momentos. Incluso
parece reprochar a los empresarios
dominicanos su constante negativa a nuevos acuerdos y pone de ejemplo a
Colombia. “De hecho, ante cualquier intento de apertura hacia otro acuerdo de
libre comercio el sector privado ha dicho que hasta que no se aumenten los
niveles de competitividad la RD no debería sostener ningún acuerdo de libre
comercio con otra nación, a menos que no sea con Haití”, parece quejarse el
funcionario.
Su
reproche parece decir: entiendan la posición haitiana de querer acceder, en
pleno siglo XXI, al modelo de sustitución de importaciones. ¿Quieren los
haitianos transitar por este modelo? Van Der Horst asume que es así y considera
que el empresariado dominicano debería abocarse a participar activamente en el
proceso de industrialización de Haití, desde adentro.
Señala
que la actitud haitiana de proteger su mercado interno “no es un pecado”. “Están dispuestos a cualquier argumento para
protegerse y cerrar el paso a productos más competitivos, así como lo hicimos
nosotros de los años 60 hasta los 80, cuando noqueríamos abrir nuestras
fronteras a nadie”, remarca recordando la historia de nuestra
industrialización.
Es
en esta lógica que el Director del CNC señala que “si queremos ser parte del
pastel de Haití y de su crecimiento, entonces
seamos proactivos, y en vez de pensar en el sofisma de las exportaciones,
pensemos en internacionalizar nuestras empresas abriendo plantas en ese país”.
Un
el último párrafo Van Der Horst lanza un agudo señalamiento que deberá aclarar
en su momento (excepto que lo haya hecho con el sólo afán de provocar).
Expresa: “Así generamos empleos que no tendrán que venir a nuestras esquinas a
mendigar, movemos el capital de paraísos
fiscales o renta fija hacia valores productivos, y ayudamos a mejorar sus
condiciones de vida a la vez que generamos riquezas, y, sobre todo,fortalecemos
su institucionalidad, para que algún
día, y ojala no tome 3 décadas, podamos pensar en un TLC con Haití”.
Quizás
no viene al caso, pero pregunto… de qué
capitales y a cuáles paraísos fiscales se refiere?
En
lo particular creo, como afirma un amigo sociólogo, que las diferencias deben
empujarnos a superar las deficiencias.
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