Cómo
hacer pesto casero
El pesto
es una salsa típica de Italia muy sencilla de preparar y con muchas variantes
que aportan matices de sabor y textura a los platos
Por LAURA CAORSI
El perfume inconfundible
de la salsa pesto es la albahaca, una hierba aromática con mucha presencia en
la cocina mediterránea cuyo aroma y sabor son deliciosos e inconfundibles.
Típica del verano y muy interesante para dar personalidad a las ensaladas, la
albahaca se puede conservar también para otros momentos del año, incluso en el
pesto. Esta salsa italiana tiene unas cuantas variantes, ya que no la definen
sus ingredientes sino su método de elaboración: "pesto" deriva del
verbo pestare, que significa aplastar, triturar o exprimir, por lo que el
"ingrediente" más tradicional del pesto es el mortero. En el
siguiente artículo se explica cómo hacer pesto casero.
Pesto casero en cuestión de minutos
El pesto es una salsa
muy empleada en Italia. Su base es el mortero, ya que todos los ingredientes se
machacan, y su "hierba
insignia" es la albahaca, cuya fragancia es capaz de perfumar una
cocina entera. Si no se tiene un mortero -o da pereza usarlo-, se puede
utilizar una batidora de mano para triturar todos los ingredientes.
Pesto verde (o pesto genovés).
Necesitamos: 10 hojas de albahaca fresca, 1
cucharada sopera de piñones, 15 gramos de queso parmesano rallado, medio diente
de ajo, 35 ml de aceite de oliva y una pizca de sal. Con estas cantidades
obtendremos unos 50 ml de salsa.
Preparación
(tradicional):
picamos el ajo en cuadraditos muy pequeñitos y lo aplastamos con el mortero,
junto con una pizca de sal, hasta conseguir una pasta. A continuación, añadimos
los piñones y seguimos majando los ingredientes. Una vez que se han deshecho los
piñones, incorporamos las hojas de albahaca, antes picadas con un cuchillo.
Continuamos machacando todo con el mortero. Agregamos poco a poco el aceite de
oliva, mientras mezclamos con los demás ingredientes. Por último, incorporamos
el queso parmesano rallado.
Sugerencias
prácticas:
Si en lugar del mortero se emplea la
batidora, añadimos en el vaso todos los ingredientes, menos el queso y la mitad
del aceite. Trituramos e incorporamos al final el resto de aceite y el
parmesano.
Si no hay queso parmesano, cualquier
queso curado (de leche de vaca) puede servir como sustituto de emergencia. El
queso manchego es una buena opción.
Los piñones se pueden sustituir por
otros frutos secos. Las nueces quedan muy bien y le confieren un sabor especial
a la salsa.
Pesto rojo (o pesto rosso).
Tiene este color por el
tomate, su ingrediente principal, que se suele usar deshidratado, aunque
algunas variantes lo admiten fresco y maduro (como el pesto alla trapanese, una
receta de origen siciliano).
Necesitamos: 6 tomates secos, 1 diente de ajo, 10
hojas de albahaca fresca, 1 cucharada sopera de piñones, 100 ml de aceite de
oliva y 50 gramos de queso parmesano rallado.
Preparación: sumergimos los tomates en un bol con
agua durante 20 minutos, para rehidratarlos. Pasado ese tiempo, cogemos los
tomates, los troceamos y los introducimos en el vaso de la batidora. Añadimos
también los piñones, las hojas de albahaca cortadas y el ajo. Mientras batimos
y trituramos el conjunto, vertemos poco a poco el aceite. Al final, agregamos
el queso y mezclamos.
Otros
pestos:
Pesto
alla trapanese.
Típico de Trapani (Sicilia). Se hace con albahaca, tomates frescos, almendras,
ajo, queso rallado, aceite de oliva y pimienta negra.
Pesto
alla calabrese.
También procede del sur de Italia (muy cerca de Sicilia). Se hace con pimientos
rojos, aceite de oliva, tomate triturado, albahaca fresca, pimienta roja y tres
tipos de queso: parmesano rallado, queso de oveja y queso cottage.
Pesto
alla siciliana. No
hace falta aclarar su procedencia. Se prepara con tomate, albahaca, piñones (o
nueces), aceite de oliva, ajo, sal, pimienta, queso parmesano y queso ricotta.
Tomado de:
http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/en_la_cocina/trucos_y_secretos/2014/08/12/220441.php
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