Transparencia y rendición de cuentas en las
OSC en República Dominicana
Milton Tejada C.
Resumen de las palabras que presentamos en el encuentro organizado por la Asociación Cibao de Ahorros y Préstamos el pasado 29 de Noviembre con Organizaciones No Gubernamentales de la Región Norte. Nuestro agradecimiento a los directivos de la ACAP.
Transparencia, rendición de cuentas y respeto a los públicos a los que
se deben las OSC es cuestión de ética, es cuestión de conveniencia y es
cuestión de supervivencia.
Parte del público asistente. |
Esto
es reconocido, por ejemplo, en los informes de avance de la Estrategia Nacional de
Desarrollo, 2013 y 2014, que contienen una larga lista de acciones y procesos
en los que han participado OSC por sí solas o junto a instituciones
gubernamentales.
La participación ciudadana es un detonante de los
cambios y transformaciones sociales. Por
lo tanto, la excusa de muchos ciudadanos de que no encuentran una organización
social que “valga la pena” es eso, una
excusa para el compromiso.
Durante mi exposición. |
Martha Smith, especialista en filantropía y
responsabilidad social y consejera de fundaciones como Wal-Mart y BBVA
Bancomer, señaló que en cualquier país el desarrollo de una nación depende en
gran parte de la fortaleza de su sociedad civil organizada.
La transparencia y la carencia de fondos para
realizar su trabajo son hoy los principales retos de las Asociaciones sin Fines
de Lucro en República Dominicana.
La transparencia
adquiere un valor fundamental porque
está vinculada a la credibilidad, a la confianza que merecen por parte de
la ciudadanía y de otros actores con los cuales interactúan las ONGs.
En definitiva, la
transparencia es también un tema de legitimidad. Es por esta razón que vale la pena preguntarse si desde este
sector hay esfuerzos por ellas mismas para mostrar prácticas de transparencia
en sus ejecutorias presupuestaria.
Ejercicios
de rendición de cuentas
Hay diversos
canales en que, de un modo u otro, las OSC rinden cuenta. Varios de ellos están
vinculados a lo estatal.
Junto a Sarah Julia Jorge, también exponente en el seminario. |
Lo novedoso de esta iniciativa no
es que nos digan cuántos fueron sus ingresos y sus gastos, sino que indican
cuál ha sido la procedencia de los fondos que manejan, cómo los han invertido
y, además, cuáles han sido sus áreas de acción o trabajo.
Cuando estas organizaciones hablan de prestación de servicios y asistencia
directa generalmente se refieren a intervenciones en el área de la salud y la
educación (un vínculo con políticas sociales fundamentales). Al hablar de
cabildeo se trata de abogar por causas como igualdad de género, derecho de
minorías y inmigrantes, definición de políticas públicas en el ámbito social,
entre otros aspectos relevantes para un desarrollo sostenible.
El mismo informe, al presentar los resultados del quehacer de estas OSC por
sectores, evidencia la diversidad en que están involucradas:
educación/formación; desarrollo comunitario/local; salud; fortalecimiento de la
sociedad civil; derechos humanos/justicia; medio ambiente; generación de
ingresos; vivienda/hábitat; participación democrática; ciencia y tecnología;
prevención y atención de emergencias; recreación y deportes; discapacidad;
cultura y comunicación; trabajo basado en la fe, entre otros.
Otro proceso que se ha llevado a cabo ha sido el
Monitoreo de la marcha de la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al
Desarrollo (AOED), en marzo del presente año, el
cual involucró a todos los
actores que
forman parte de la misma: Gobierno, actores privados, actores de la cooperación
y OSC. Se monitoreado el cumplimiento de los compromisos de Busan para una
cooperación al desarrollo eficaz, centrados en consolidar las instituciones de
los países en desarrollo, aumentar la transparencia y la previsibilidad de la
cooperación al desarrollo, mejorar la igualdad de género y apoyar una mayor
participación de la sociedad civil, los parlamentos y el sector privado en los
esfuerzos de desarrollo. En cierto sentido, puede decirse que fue un ejercicio
de rendición de cuentas del Estado de las relaciones de estos actores en
función de los objetivos del Desarrollo Sostenible.
Las ONGs están presentes en muy diversos ámbitos. |
Otro esfuerzo en
esta dirección es el proceso en marcha para que las organizaciones signatarias
del Pacto Nacional para la Reforma Educativa informen, al igual que las
instituciones gubernamentales, sobre las actividades que realizan y que
contribuyen a la implementación de los compromisos del Pacto. También existen
mecanismos que asumen algunas OSC utilizando el internet y la elaboración de
Memorias para presentar resultados a determinados públicos prioritarios.
Un ejemplo significativo es el de las veedurías
ciudadanas o veedurías sociales[1] hechas o promovidas desde organizaciones no gubernamentales y que tocan aspectos
fundamentales de la Estrategia Nacional de Desarrollo. Por ejemplo, en Mayo del
2013, el Instituto Nacional de la Salud (INSALUD) y el Fondo de Población de
las Naciones Unidas (UNFPA) presentaron la "Guía de Actuación para
Veedores de Salud Sexual y Reproductiva" y la "Estrategia Nacional de
Veeduría a las Normas y Protocolos de Salud Sexual y Reproductiva".
En Febrero de ese mismo año, 2013, Alianza Dominicana
Contra la Corrupción, ADOCCO, presenta su proyecto de “Veeduría Universitaria”,
que tendría como misión observar, vigilar y monitorear la utilización de los
recursos de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD.
Aportes que disminuyen
El aporte del
Estado a las OSC ha disminuido sistemáticamente en los últimos años, a pesar de
que su acción constituye apoyos significativos a la ejecución de políticas
sociales a favor de sectores más vulnerables o del empoderamiento social. Por
ejemplo, a las ASFL se le asignó el 0.38% del Presupuesto Nacional en el 2008,
pero esto fue reduciéndose hasta quedar en 0.32% en el 2013, el 0.325; en el
2014, el 0.308, y en el 2015 cae a 0.297%.
Otro elemento a
tomar en cuenta en este tema de la transparencia es la cada vez mayor
concentración de asignación presupuestaria en las ONGs registradas bajo el
capítulo “Presidencia de la República Dominicana”. La asignación vía este
ministerio pasó de 12.7% en el 2008 a 20.1% en el presente año (2015) en
términos de recursos, y en términos de cantidad de organizaciones, el 37.5% de
las organizaciones que tienen recursos asignados en el Presupuesto lo tienen
por esta vía. Este Ministerio no tiene mecanismo de habilitación y, además,
puede ser una vía que se preste al clientelismo político y a la falta de
institucionalidad. Aquí hay que rascar y rascar con fuerza, porque pica.
Retos de la transparencia y rendición de
cuentas
Tal como indicó
el informe del Monitoreo del Indicador 2 de la Alianza Global para la
Cooperación Eficaz al Desarrollo (Marzo, 2016) “algunos aspectos del entorno legal que deben mejorarse en la
implementación: (1) los incentivos fiscales están
establecidos en el artículo
50 de la Ley 122-05. Un reglamento se supone debe facilitarlos. En la práctica,
resoluciones lo dificultan y lo hacen casi imposible, especialmente para las
ONG con menor desarrollo institucional de menor tamaño; (2) el proceso de
habilitación en los ministerios se ha implementado en apenas tres de unos
quince ministerios existentes. No se evidencia compromiso para concretizar
estos mecanismos que contribuirían mucho a fortalecer la institucionalidad de
las OSC, garantizar la calidad del servicio que ofrecen a terceros y las
posibilidades de establecer diálogo entre las OSC y los ministerios
correspondientes en torno a políticas de desarrollo; y (3) el acceso a los
fondos públicos se espera que se haga a través del Centro de Fomento de las
ASFL, cumpliendo con los requisitos establecidos en la Ley. Este aspecto
todavía requiere ser mejorado y manejado con mayor transparencia e
institucionalidad ante las OSC, en temas clave como los mecanismos de asignación
y el seguimiento a la rendición de cuentas. El Estado se ha ido fortaleciendo y
es necesario ampliar la participación social de las OSC para incluir las
academias y los comunicadores para consolidar la democracia dominicana”.
José Bretón, José Santiago Reinoso, Sarah Julia Jorge y Milton Tejada C. |
En República Dominicana rendición de cuentas y
transparencia constituyen dos polos unidos por un eje: legitimidad. Este
concepto es válido tanto para las Organizaciones de la Sociedad Civil como para
las instancias públicas.
Los diversos directivos de ONGs consultados expresan que las OSC cumplen
con la obligación de rendir cuentas desde el punto de vista fiscal, a pesar de
lo cual la imagen pública de las OSC no es buena como conjunto.
Actores políticos y medios de comunicación implementan prácticas de
descalificación de las OSC con argumentos tales como que acceden a
financiamiento externo o por la naturaleza de su misión. En el caso político,
se indica como negativo el hecho del financiamiento externo para aquellas OSC
que trabajan con derechos humanos de minorías o hacer labor de vigilancia
contra la corrupción o se constituyen en instancias de observación de procesos
económicos y políticos, como pueden ser los electorales. En el caso de los
medios de comunicación, el descalificativo más común es el de la falta de
transparencia en la asignación y uso de los fondos públicos, el que no rinden
cuenta, etc[2].
Esto significa
que las OSC en República Dominicana enfrentan muchos retos en la mejora de su
propia eficacia del desarrollo y la rendición de cuentas. El entorno se muestra
propicio. La articulación de prácticas interasociativas mixtas en torno a los
Principios de Estambul es un desafío que se ve favorecido por la existencia de
espacios democráticos.
1.
Las OSC están llamadas a cumplir la rendición de cuentas
exigida por el Estado. Sin embargo, se requiere esforzarse en establecer estándares que sean
significativos no sólo desde el punto de vista financiero, sino también de
resultados (relativos a la eficacia de su acción) de modo que la inversión
de todo tipo que realizan se vea justificada ante los ojos de sus diversos
públicos objetivos.
2.
Las OSC pueden sumarse
a las iniciativas en curso, como la de Alianza ONG, promoverlas y difundirlas
entre sus públicos directos. Se requiere también que las instancias que
organizan estas iniciativas, como Alianza ONG, realicen un mayor esfuerzo para
que sus resultados lleguen a la opinión pública y para que aquellos analistas
que dan seguimiento al tema también den seguimiento a la evolución del mismo a
través de los años.
3.
Un tema clave es el de los estándares comunes. En una
civilización de la eficacia las OSC no pueden obviar este tema. Tanto gobiernos
como agencias internacionales desearían poder comparar resultados. La lógica de
inversión-resultados ha permeado todo quehacer institucional, es necesario
trabajar para que esa lógica se aparte de la gestión de las ONGs en República
Dominicana.
4.
Sin embargo, en la creación de estos estándares desde las
propias ONGs, sería conveniente tomar en cuenta la diferenciación en desarrollo
institucional de las ONGs, dada que a algunas no cuentan con los recursos
humanos suficientes para ceñirse a algunas normativas sugeridas en otros
países.
5.
Está pendiente una discusión amplia sobre qué significa
recibir fondos públicos. Para algunos, muchos de los fondos de organismos
internacionales son también fondos públicos. Otra arista de este aspecto, es el
financiamiento de algunas OSC vía el 5% de la Renta Neta Imponible, lo cual se
hace difícil en República Dominicana, pero deben considerarse como fondos
públicos para aquellas OSC que están recibiendo fondos por esta vía, ya que se
trata de impuestos dejados de ingresar al fisco por una disposición impositiva.
1.
El establecimiento de estándares comunes para la
rendición de cuenta, más allá de lo financiero, facilitaría a las ONGs su labor
de evaluación y de planteamientos de nuevos proyectos. En ese sentido, el
Centro de Fomento de las Asociaciones sin Fines de Lucro podría encabezar,
junto al Consejo, el establecimiento de estos estándares. Esto no sustituye las
iniciativas desde las propias ONGs, sea como instituciones individuales o como
colectivos.
2.
Es necesario que la rendición de cuenta no se agote en
una formalidad sin seguimiento ni consecuencias. Desde la Cámara de Cuentas de
la República Dominicana se ha reiterado en diversas ocasiones el no
cumplimiento de la rendición de cuentas de OSC que reciben fondos públicos,
pero no se han reportado las consecuencias de esta carencia.
3.
Se acepta como importante la rendición de cuentas de los
fondos públicos recibidos, pero igualmente importante es la transparencia en la
asignación de dichos fondos de modo que las OSC y la sociedad como tal sepan en
base a cuáles criterios un gobierno asigna determinadas cantidades a
determinadas instituciones. En los últimos dos años se ha avanzado al publicar
los Términos de Referencia, pero este aspecto debe ser fortalecido, de modo que
la legitimidad también se fortalezca y que la desconfianza en la asignación
disminuya.
[1] . Veeduría
social entendida como un proceso de participación en donde la población demanda
y exige responsabilidad en el cumplimiento de los compromisos, competencias y
funciones del gobierno y de instituciones privadas que actúan en el espacio público.
[2] . Aunque
no es objeto de este informe, los relatos publicados en los medios generalizan
lo que pueden ser casos particulares. Esto no significa que las OSC no deban
prestarle atención.
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