viernes, septiembre 05, 2025

Tu hijo no es un invitado en tu casa

 Sábados de fe y vida – 6 de septiembre, 2025

TU HIJO NO ES UN INVITADO EN TU CASA

 Los beneficios de que niños y niñas hagan tareas del hogar y cómo puedes hacer esto posible 

Quiero empezar este sábado de fe y vida con una breve reflexión que escuché en las redes y que motiva el título de esta entrega:

 “Tu hijo no es un invitado en tu casa, si vive allí también debe ayudar.

Hacer todo por él no es amor, es malcriarlo. Si no recoge su plato hoy, mañana no va a saber cómo mantener un hogar. Barrer, lavar, ordenar no es dureza, es prepararlos para la vida.

Es enseñar gratitud, empatía y sobre todo responsabilidad. Porque criar no es sólo amar, es formar. Y el amor verdadero también enseña responsabilidad y Fortaleza”.

 He escuchado a algunos padres decir: “No les digo que hagan algo porque estudiar es su trabajo, es lo que tienen que hacer”. Son los mismos padres y madres que salen a trabajar y, sin embargo, no dicen al llegar a su casa: “No puedo hacer nada en la casa, ya trabajé para generar ingresos”. La casa está llamada a ser el hogar de todos. Y de un hogar, todos somos responsables.

Aquí te presento diez pautas de beneficios que trae consigo el que entiendas que los hijos no son invitados a la casa, son parte del hogar y parte responsable de las tareas del hogar y, además, algunas ideas de cómo puedes hacerlo. Beneficios:

 1.     Fomenta la responsabilidad desde temprana edad, aprenden que todos los miembros contribuyen al bienestar familiar. Cómo puedes hacerlo: asígnales tareas simples según la edad que tengan. Un estudio de la Universidad de Minnesota señala que: “Los niños que participan en responsabilidades familiares desarrollan mayor sentido de deber y disciplina” (1).

 2.     Desarrolla autonomía y confianza en sí mismos. Es maravilloso cuando un niño o niña se acerca a ti y clama gozoso: “mamá, mamá, mira, lo hice”.  El que hagan tareas en la casa les ayuda a ver que pueden lograr cosas por sí mismos, fortalece su autoestima. Cómo puedes hacerlo: permite que realicen tareas complejas, aunque tarden más al inicio. Han escuchado del método Montesorri, esta señora, María Montesorri enseñaba que “cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo para el desarrollo del niño” (2).

 3.     Estimula el trabajo en equipo y la cooperación. Llegan a entender que tareas más grandes o complejas requieren esfuerzos compartidos. Cómo puedes hacerlo: organiza actividades en grupo (cocinar juntos, limpiar un espacio común, construir algo juntos). Un trabajo de la Academia Americana de Pediatría señala que “las familias que trabajan unidas en el hogar construyen vínculos más fuertes y resilientes” (3).

 4.     Enseña el valor del esfuerzo y la gratitud. Al verse haciendo cosas por otros, también aprecian más lo que otros hacen por ellos. Cómo puedes hacerlo: reconoce y agradece el esfuerzo de cada uno de tus hijos y de tu pareja.  Covey señala que “la gratitud es la memoria del corazón y transforma las tareas en aprendizajes de vida”. (4).

 5.     Desarrolla habilidades prácticas para la vida adulta. Me he encontrado con personas torpes para tareas mecánicas simples, en ocasiones esto tiene origen en un hogar en el que no hacían nada manual. El que tengan tareas manuales los prepara para la independencia y el futuro. Cómo puedes hacerlo: Enséñales gradualmente a cocinar, organizar la ropa, manejar pequeños presupuestos, hacer algunas reparaciones… Un artículo en una revista de Harvard concluye lo siguiente: “los adolescentes que no adquieren habilidades básicas de la vida diaria experimentan mayores dificultades al independizarse” (5).

 6.     Fortalece la disciplina y la organización personal. ¡Cuántos de nosotros nos quejamos de lo poco organizado que son nuestros hijos! El hacer cosas, incluso en su espacio, tiene el beneficio de que aprenden a seguir rutinas y a cumplir compromisos. Cómo puedes hacerlo: diseña un calendario visible con turnos de tareas, horarios… como señala Covey: “la disciplina es la clave de la libertad” (6).

 7.     Crea espacios de diálogo y convivencia. Al compartir tarea, incluso al diferir en el cómo hacerlo, estamos creando momentos de conversación natural. Requiere mucha apertura de los padres, pero vale la pena. Cómo puedes hacerlo: aprovecha, mientras cocinan, lavan la ropa, lavan el carro u otra tarea compartida, para hablar sobre el día o sobre la misma tarea. Te pongo un ejemplo: mi hija Laura (vive en México) y yo, solemos hablar mucho de cocina, de recetas, pero ahí también aprovechamos y hablamos de otras cosas, de modo natural. Gary Chapman, autor de Los cinco lenguajes del amor, afirma que “los momentos compartidos, por sencillos que parezcan, son depósitos emocionales en la vida de los hijos” (7).

 8.     Reduce actitudes egoístas. Las tareas en el hogar -solos o compartida con otros- ayuda a entender a los niños que no todo gira en torno a ellos. Cómo puedes hacerlo: asigna tareas que beneficien directamente a otros (preparar agua, ayudar con la mascota, cuidar un rato a la abuelita… Recuerda: “Los hábitos de servicio reducen el egocentrismo y favorecen la empatía” (8).

 9.     Conecta el hogar con valores espirituales y culturales. Somos cristianos. Al hacer cosas en el hogar estamos sirviéndonos mutuamente, transmitimos que el trabajo en casa es también una forma de servir y amar. Cómo puedes hacerlo: enséñales que “hacer bien lo pequeño” refleja respeto por la familia y por Dios. La Palabra de Dios dice: “El que es fiel en lo poco, también en lo mucho es fiel” (Lucas 16:10).

 10. Prepara para roles sociales y profesionales futuros. Es como un entrenamiento. La disciplina y el esfuerzo adquiridos en casa se proyectan en la escuela y en el trabajo. Ordenado en la casa, proyecta ser ordenado en el trabajo, en los estudios. Cómo puedes hacerlo: establece metas alcanzables, diseñen juntos pautas de organización, celebren logros, valoren cómo se vincula lo que se hace en el hogar con lo que se hace fuera del hogar. Un estudio de la Universidad de Harvard concluyó que los niños que hacen tareas en el hogar tienden a ser adultos más exitosos profesionalmente (9).

 Y recuerda, hacer todo por los hijos, no es amor, es malcriarlos.

 GRATA VIDA

Referencias

1.      Rossmann, M. M. (2002). Chores teach children responsibility: Findings from a 20-year study. University of Minnesota, Twin Cities, College of Education and Human Development.

2.      Montessori, M. (1967). The absorbent mind. New York, NY: Holt, Rinehart and Winston.

3.      American Academy of Pediatrics. (2019). Building resilience in children and teens: Giving kids roots and wings (4th ed.). Elk Grove Village, IL: American Academy of Pediatrics.

4.      Covey, S. R. (1989). The 7 habits of highly effective people: Powerful lessons in personal change. New York, NY: Free Press.

5.      Harvard Business Review. (2016, February). Why children need chores. Retrieved from https://hbr.org/2016/02/why-children-need-chores

6.      Covey, S. R. (1989). The 7 habits of highly effective people: Powerful lessons in personal change. New York, NY: Free Press.

7.      Chapman, G. (1995). The five love languages: How to express heartfelt commitment to your mate. Chicago, IL: Northfield Publishing.

8.      Goleman, D. (1995). Emotional intelligence: Why it can matter more than IQ. New York, NY: Bantam Books.

9.      Harvard Study of Adult Development. (2015). Chores and success: Findings from the Harvard Grant Study. Harvard University. Retrieved from https://www.adultdevelopmentstudy.org

 

5 comentarios:

Soleymi Abreu dijo...

Excelente. Gracias por tan atinado recordatorio.

Anónimo dijo...

Muy oportuno y necesario ahora en este tiempo que parece que muchas enseñanzas se han perdido.

Magdalena Núñez dijo...

Excelente artículo, mi apreciado Milton

Anónimo dijo...

Excelente… sin desperdicio. Creo Que la base del éxito individual de cada persona se foments desde el hogar.

Marleny Almonte dijo...

Así es, me encantó. Desde pequeña enseñé a mis hijas a ayudar en el hogar desde recoger sus juguetes hasta tender sus camas. Me gusta promover en nuestro hogar el trabajo en equipo, nos fortalece más como familia.