domingo, mayo 14, 2006

Desde mi estudio / Un no a TLC con México y Canadá

Libre comercio con México y Canadá, una carrera desbocada y sin metas

Milton Tejada C.

Las autoridades que han iniciado un proceso de negociación para un TLC con México y Canadá pretenden que sigamos recibiendo lentejuelas a cambio de nuestro oro.
El DR-CAFTA se firmó en el 2004, constituyendo un paso fundamental de apertura de la economía dominicana hacia la economía norteamericana. Presenta, además, un conjunto de exigencias para lograr que el país entre a dicho acuerdo con condiciones mínimas de competitividad o, al menos, “cerca de la frontera de la productividad”.
Actualmente está en proceso de negociación un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea que, en realidad, constituye un acuerdo con cerca de 20 naciones, algunas de las cuales forman parte de las economías más competitivas del mundo.
Tanto en el DR-CAFTA como en el posible acuerdo con la Unión Europea, no nos quedó más remedio que negociar. El esquema preferencial de comercio del que disfrutamos por años llega a su fin y, por lo tanto, si queríamos seguir accediendo a estos mercados en condiciones adecuadas para nosotros, teníamos que negociar. Sin embargo, ojo: las condiciones no son las mismas que las existentes en la Iniciativa de la Cuenca del Caribe. Ahora las ventajas no son unilaterales, son bilaterales. Dando y dando. Aspiramos a que sea un “ganar-ganar”, aunque bien puede resultar un “perder (nosotros)-ganar (ellos)” o viceversa.
Sin embargo, las autoridades dominicanas –especialmente el equipo vinculado a las negociaciones comerciales- parece engancharse en una carrera desbocada y sin metas claras. Ahora quieren un acuerdo de libre comercio con México y Canadá. Quieren hacer en la madrugada de hoy lo que no necesitamos hacer hasta mañana.
Es cierto que el DR-CAFTA plantea que RD y Centroamérica deberán firmar un tratado de libre comercio con Canadá y México. Sin embargo, el plazo es de hasta cinco años a partir de la entrada en vigencia del acuerdo para finalizar dichas negociaciones. El DR-CAFTA entró en vigencia el primero de marzo del presente año al incorporarse El Salvador como parte activa del mismo (la más exigente de las interpretaciones, porque otros alegan que el acuerdo involucra muchas partes y que no está realmente en vigencia plena hasta que todas las partes estén incorporadas).
Tanto frente a Estados Unidos y Centroamérica como frente a la Unión Europea, la industria local tiene el enorme desafío de insertarse en el libre comercio de un modo competitivo. Para esto el país deberá, entre otros elementos, eliminar las políticas duales que afectan al sector industrial dominicano; superar la incertidumbre existente en cuanto a los costos de energía eléctrica –insumo básico de muchas industrias-, convenir la posibilidad de una verdadera reforma fiscal y no simplemente tributaria… y un largo etcétera que no es necesario detallar.
A esta fecha -14 de Mayo- Vilma Arbaje, Directora de Comercio Exterior, señala algunos de los elementos que deberá el país cumplir antes de la entrada en vigencia del DR-CAFTA para RD (Cfr. Hoy - 14 de Mayo, 2006 - Sección Negocios). Sin embargo, el más importante de todos está vinculado al tiempo: el factor aprendizaje… qué tiempo pretenden dar las autoridades no sólo para hacer los ajustes necesarios, sino para que la industria nacional asuma una nueva cultura exportadora…
Es necesario posponer esta carrera. Podría pasar al país lo que le ocurrió a Felix Sánchez en su más reciente competencia: calambre en la pantorrilla. Quedar paralizada, deshecha las posibilidades de salir adelante, no terminar la carrera.
Concluyamos recomendando a las autoridades encabezadas por el embajador Julio Ortega Tous, que utilicen otro tipo de argumentos para convencer a los dominicanos sobre la conveniencia de nuevos acuerdos, puesto que en sus expresiones esboza como beneficiarias de un TLC con Canadá y México sólo a las zonas francas por “acumulación cruzada de origen”.
Es absurdo creer que el tamaño de un mercado nos garantiza su conquista. Afirma Ortega Tous que Canadá tiene más de 30 millones de consumidores y México tiene más de 100. ¿Están esperando ávidos los productos dominicanos? ¿Dejará el turismo canadiense de venir a nuestras playas porque no firmemos un acuerdo de libre comercio? ¿No seguirán negociando los productores de artículos ferreteros de México con nosotros por esta razón, renunciando así a significativos beneficios? ¿Ignora el embajador Ortega Touss cuál es la balanza comercial con México y la tendencia de los últimos años? ¿De qué tipo de integración del sector privado habla el Director de Negociaciones Comerciales, Hugo Ramírez Risk?
¡Por favor, no quieran cambiarnos lentejuelas por nuestro oro!

tejadamilton@yahoo.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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