La referencia de Fernández es Fernández
Al Doctor Leonel Fernández no se le compara con gobiernos recientes, provenientes de otros litorales partidarios (PRSC y PRD). Lamentablemente, los gobiernos de Fernández del 2004-2008 y el actual tienen por referencia no malos gobiernos, sino su primer mandato (1996-2000), cuando los dominicanos –en un país que lo politiza todo- vimos como la institucionalidad avanzaba y nos sentimos llenos de esperanza de que las cosas pueden cambiar.
La percepción de ser selectivo a la hora de la inversión social (en cuanto a sectores y en cuanto a territorios) llevó al PLD a sufrir una derrota electoral en el año 2000. Además de intrigas internas de ese partido que hicieron de Danilo Medina un aparente “solitario” y abandonado de sus propios compañeros.
Exigir a los responsables directos. Es cierto que somos una nación presidencialista. El Presidente, en este país, es lo más parecido a un “dios” romano, los césares a los cuales era obligatorio rendir pleitesía. Esta tradición cesarista que se entronizó en la conciencia nacional con el dictador Rafael Leónidas Trujillo, adquirió ribetes de “cosa establecida” bajo los mandatos del Doctor Joaquín Balaguer. El Doctor Fernández es deudo de esta tradición y si en su primera gestión de gobierno intentó incrementar la institucionalidad en desmedro del personalismo, en su segunda –y lo que va de la tercera- gestión, retoma el camino de la cultura política nacional: el personalismo.
Por esta misma razón, cuando un área de la vida nacional en la que incide de modo fundamental el sector público anda mal, el responsable “último” es el Presidente Fernández. Nuestro Presidente nos representa a todos nosotros.
No debe darse el lujo de permitir que funcionarios bajo su mandato estén desempeñando tan mal papel, que entuertos no queden con “responsables intermedios” claramente establecidos y que la desconfianza sea el pan nuestro de cada día.
Debeexigir a los responsables directos, como es el caso del sector energético, tener la capacidad de escuchar a los diversos sectores de la actividad económica nacional. De lo contrario, debiera destituirlos.
Por ejemplo, no es posible que, como comandante y jefe de las Fuerzas Armadas, simplemente se destape con que está preocupado, cuando tiene la potestad de tomar decisiones. Otro más: el Presidente considera que resolverá el problema de los precios con encuentros en el Palacio Nacional. Honrados estarán empresarios y comerciantes de hacerle una visita al mandatario, pero la dinámica de los precios va más allá de posibles proclamas en los medios.
El Presidente debe revisar su política de comunicación, pero más que su política de comunicación debe revisar su estilo de “decidir sin decidir nada”, de “ceder sin ceder nada”. Al parecer, las mecedoras dan vértigo…
Comparado con su primer período de gobierno, muchos dominicanos anhelan que vuelva a gobernar Leonel Fernández, pero el del 1996…
Milton Tejada C.
T&T Prime Media
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