Gobierno, empresario y comunidades: con sombreros diferentes
La verdad es que si asumimos las informaciones suministradas por los medios como validas no nos queda más remedio que concluir que estamos en presencia de un gobierno sorprendente.
Primero, Lisandro Macarrulla, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) señala que existe una rápida caída de la actividad económica, con indicadores de que la actividad productiva se ha estado deprimiendo. Es en esta actividad productiva en donde se sustentan los ingresos del Gobierno.
Macarrulla expresa que la liquidez de los bancos comerciales ha aumentado, lo cual atribuye a falta de demanda de la empresa privada. Al hablar del crédito bancario, el dirigente empresarial indica que se ha incrementado para el sector público, pero que esto puede indicar un problema en el futuro: la necesidad de una nueva reforma tributaria.
Segundo, el Listin Diario en su edición de ayer –lunes- nos indica que el Gobierno incrementó sus gastos en sueldos en un 21.6%, al pasar de RD$12,829.6 millones a RD$15,605.3 millones en el primer trimestre del presente año con relación al primer trimestre del 2008. Hay que recordar que el Presupuesto Nacional del 2009 es similar al del año anterior. Y ese incremento se hace a pesar de informaciones que expresan que existe una caída de las recaudaciones, pese a la eficiencia que demuestra el aparato estatal en esta tarea.
Tercero, diversas comunidades y organizaciones populares anuncian la reanudación de las protestas. Sus reclamos apuntan a demandar obras de infraestructura que hacen falta a lo largo de toda la geografía nacional.
A veces algunas lógicas son incomprensibles porque sus bases son desconocidas para los que nos encontramos fuera de la marcha del tren gubernamental. Entre el sombrero blanco de las cifras oficiales, el negro de las valoraciones empresariales y el blanco-rojo de las protestas populares (citando a Edward de Bono), no nos queda más remedio que decir que estamos en presencia de un gobierno sorprendente.
Milton Tejada C.
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