sábado, abril 07, 2012

Desde la fe / Dios ha sido bueno

NO TE JUZGAS POR SENTIRTE ABANDONADO


Comentario a la cuarta frase de las siete pronunciadas por Jesús en la cruz: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado?” / Hecho en la Iglesia Cristiana por José Rafael Cabrera / Semana Santa 2012


“Elí, Elí,  lama sabactani?”  (Dios mío, Dios mío Por qué me has desamparado?)
En un momento de agonía, donde ya no se cree posible más dolor, sufrimiento  y soledad, Jesús experimenta el más desolador y terrible sentimiento, el desamparo.
Cuando pienso en el dolor que produce la sensación de desamparo, abandono, soledad, que podemos sentir en algún momento; sensación de desolación absoluta, de sentir que no tienes ni puedes contar con nada ni con nadie, a pesar de estar rodeado de cosas y personas.
Cuando pienso en el dolor íntimo, interno,  quizás nunca expresado de heridas antiguas y recientes, del que perdió un ser amado, del huérfano, del que le han diagnosticado un mal incurable o mortal, el abandono del ser que más te importa,  del aparente triunfo de los inicuos que cometen injusticias contra ti… que te hacen pensar que Dios ha quitado su vista y su oído de tu sufrimiento.
Hoy, que conmemoramos el inicio de su sacrificio redentor de tengo tres buenas noticias:
PRIMERA.  Que Jesús puede comprender este sentimiento de dolor/soledad y desamparo, pues por nuestra redención tuvo que vivir, por unos instante, la angustiante y profundamente dolorosa condición de separación de la comunión con su padre.
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” Hebreos4:15
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargo sobre él, el pecado de todos nosotros.”  Isaías  53 :5-6
SEGUNDA.  Cuando nos sentimos angustiados, heridos, abandonados y desesperanzados, debemos confesar y proclamar todo lo que sabemos sobre nuestro Dios (Ejemplo: la perdida mi hermano =Dios ha sido bueno….)  En las épocas más oscuras de nuestra existencia debemos proclamar a Jesús es suficientemente poderoso para sanar y suficientemente misericordioso para rescatar.
TERCERO. El no te juzga  por sentirte abandonado por todos, sino que quiere que sepas, que lo que ya el padeció lo hizo por ti y no es necesario que transites solo por tus momentos de dolor, perdida o dificultad; pues él está ahí para sostenerte, ayudarte y confortarte como el buen pastor que asiste a su oveja herida, la toma en sus brazos, la lleva a lugar seguro, la cura y la pone al abrigo.
Puedes contar con El y refugiarte en El.
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces” Jeremías 33:3

No hay comentarios: