viernes, abril 06, 2012

Desde la fe / Padre, perdónalos...

TANTA MISERICORDIA, SOLO EN JESÚS

Comentario a la primera frase de las siete pronunciadas por Jesús en la cruz: “Padre, Perdónalos, que no saben lo que hacen…”, hecho en la Iglesia Cristiana por Milton Tejada C. / Semana Santa 2012

1. EL DE JESÚS, UN PERDÓN SIN LÍMITES…
Ubiquemos el momento.
Es reconocido como justo, tanto por Pilato como por su mujer, pero es entregado para ser crucificado;
No hay acusación válida contra él. Mateo nos cuenta que le habían entregado por envidia;
Piden a gritos su crucifixión;
Es flagelado;
Fue desnudado;
Escarnecido;
Le colocan una corona de espinas;
Le escupen;
Le dan a beber vinagre mezclado con hiel;
Al crucificarle, reparten entre sí sus vestidos….
ES EL JUSTO QUE SUFRE….INJUSTAMENTE
Y en la cruz, su primera palabra es para pedir perdón y más que perdón, MISERICORDIA, pero no para El, sino misericordia para quienes participaron en el proceso de su crucifixión…
“PADRE, PERDONALOS, QUE NO SABEN LO QUE HACEN…”
Es la forma en que reaccionó cuando aquellos que sí merecían el castigo se lo aplicaron a la única persona que no lo merecía… Jesús nos plantea el perdón, pero no un perdón cualquiera, sino un perdón sin límites: MISERICORDIA… el perdón gratuito, sin merecerlo… y le pide ese perdón al PADRE…

Es una oración desgarradora, de una fuerza sublime. Son palabras impresionantes, ante la que nos quedamos sobrecogidos, desbordados: JESÚS, EN EL SUPLICIO DE LOS MALDITOS, ES EL CAMINO DE LA MISERICORDIA… La misericordia es hija del amor, y Jesús la ejerce hasta el final…

Tres elementos:
Se dirige al PADRE
Pide MISERICORDIA para quienes le crucifican
Afirma que “no saben lo que hacen”. Es decir: son ignorantes…

PADRE

En todo el Antiguo Testamento Dios se presenta como un Dios justiciero, pero sobre todo como un Dios lleno de misericordia.
Los israelitas no tenían el concepto de Dios como padre de una persona. Ni en el AT ni en la literatura extrabíblica de los israelitas se encuentra que una persona (que no sea el Mesías) llame Padre  a Dios. Ese sentido de la paternidad de Dios lo reveló nuestro Señor Jesucristo. Es el trato tierno, íntimo, que Jesús da continuamente a Jehová y se revela como su hijo (“... ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar” [Mt. 11:27]).
El Señor Jesús, al orar, se dirigía a Dios diciéndole:  Padre, que en arameo es Abba (“P., si quieres, pasa de mí esta copa” [Lc. 22:42]; “P., la hora ha llegado.... P., glorifícame.... P. justo, el mundo no te ha conocido” [Jn. 17:1–25]). Ante la inquisición de •Felipe: “Señor, muéstranos el P., y nos basta”, Jesús contestó: “El que me ha visto a mí, ha visto al P.” (Jn. 14:9).
Pablo utiliza el término Abba, lo cual significa que era de uso común en la iglesia primitiva. Con él se manifiesta “el espíritu de adopción”, pues “el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Ro. 8:15–16; Gá. 4:6).
En el Nuevo testamento Dios es llamado “Padre de misericordia y Dios de toda consolación” ( 2 Cor 1:3).

LA IGNORANCIA / NO SABEN LO QUE HACEN.

Jesús pide misericordia porque son ignorantes…
La ignorancia: no conocer a los profetas…

Hech 13:27: Los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los sábados, las cumplieron al condenarle”
Hech 17:30: “Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan”.
Nosotros estamos cansados de los políticos y sus mentiras.
Estamos enojados con quienes violan las leyes y practican injusticias.
Estamos hartos de los violadores, de los asesinos de mujeres, de quienes en las calles nos tratan con agresividad…
Anhelamos una sociedad de respeto a las leyes.
Estamos asustados, no sabemos hacia dónde va esta sociedad
Tenemos ira, enojo… a veces incluso creemos que la fuerza o la violencia resolverán esta situación.
Cada dominicano parece ser una bomba de tiempo ambulante y hasta esperamos que algún día haya desquite…
Y Jesús nos dice: NO SABEN LO QUE HACEN.
Mira a toda esta gente que practica el mal, que le maltrata, como si fueran víctimas y no sus asesinos.
Es como si Jesús los viera no como los responsables últimos, sino como El ya lo dijo: Como ovejas sin pastor…
Ellos, los políticos, los asesinos, los violadores, los que se burlan de la Ley…los que practican la pornografía infantil, los que se cruzan un semáforo en rojo…
Ellos y nosotros, los pecadores, los idólatras, los insensatos, los necios….
No saben lo que hacen… y muchas veces nosotros tampoco.
Pablo ya lo confesó: No sé lo que hago, hago el mal que no quiero y no el bien que quiero…
Eso no nos justifica… pero la ira no resuelve nada. Y Jesús nos lo enseña hoy.
Ellos y nosotros, muchas veces, no conocemos a Dios…no hemos aceptado a Jesús, no sabemos lo que hacemos.

MISERICORDIA

Jesús no está pidiendo simple perdón para quienes le crucifican. Pide misericordia y es misericordia porque es un perdón inmerecido, intercediendo por sus enemigos cuando más mal le hacían, un perdón que va más allá de toda posibilidad humana, un perdón que alcanza lo hondo del ser humano… y lo pide en su condición de Hijo, siendo consecuente con lo que fue todo su ministerio.

Misericordia, en hebreo es “jesed”: bondad, amor constante, amor gratuito…

La frase que más se aproxima en español es “amor constante y fiel”.

Es una de las características más frecuentes del Dios de la Biblia (aparece 240 veces en el Antiguo Testamento).

Dios ofrece “amor constante”, “misericordia” a su pueblo, necesitado de redención del pecado y liberación de sus enemigos… El pacto es señal de misericordia, pero es una misericordia que va más allá del pacto, que no se deja de lado, aun cuando el interlocutor humano sea infiel y Dios tenga que disciplinarlo…

Una frase que describe la naturaleza de Dios es que El es “abundante en jesed”, es decir: “abundante en misericordia”… (Ex. 34:6; Neh 9:17; Salm 103:8; Jon 4:2), de modo que la totalidad de la historia de la relación de Dios con Israel puede resumirse en jesed.

En el NT es también un don del Espíritu Santo (Rom 12:8)… es la habilidad especial que Dios da a ciertos miembros de la Iglesia para sentir empatía y compasión genuina por los individuos, tanto cristianos como no cristianos, que sufren problemas físicos, mentales o emocionales, y que se traduce en acciones que refleja el amor de Cristo y lleva alivio a los que sufren… es una actitud del corazón.

2. TÚ PUEDES SEGUIR LAS PISADAS DE JESÚS

 “Mas si haciendo lo bueno, sufren y lo soportan, esto ciertamente es aprobado delante de Dios. Pues para esto fueron llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigan sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia…” (1 Ped 2:20-25).

Todo ser humano necesita el perdón. Tú y yo necesitamos ser perdonados profundamente, ese perdón que llega y alcanza lo más profundo de nuestro corazón, que luego nos llena de gozo y alegría, esperanza y paz. Necesitamos escuchar la voz de Dios que nos dice: “vete en paz; tus pecados son perdonados” (Jn 8:11).

Y no es que yo debo perdonar para merecer el perdón de Dios… Es que puesto que Dios nos ha perdonado, nosotros debemos perdonar… Col 3:13: “del mismo modo que el Señor les perdona, así también ustedes deben perdonar…”.

Hoy se nos llama a tener misericordia. En el trabajo, en la familia, en la relación de pareja, en las relaciones sociales, día a día…

Tres criterios

Primero. Ser conscientes de nuestros pecados. Si no somos capaces de ver primero “la viga” en nuestro propio ojo, difícilmente lleguemos a perdonar al prójimo.

Tener misericordia requiere, primero, arrojar luz en los oscuros rincones de nuestra conducta y descubrir la sutileza del pecado que “mora en mí”: el egoísmo de algunas de nuestras motivaciones, la soberbia, el orgullo, el laberinto de nuestras paciones, nuestro potencial violento, la vanidad y una larga lista de obras de “la carne”… es romper con la miopía con la que solemos ver nuestras propias faltas.

Segundo. Experimentar el perdón de Cristo. “Aquel a quien se le perdona poco, poco ama”, indicó Jesús a Simón. En la medida en que yo me siento deudor de Dios –conciencia de ser pecador- y perdonado por El, seré capaz de tener misericordia con el prójimo.

Tercero. Colócate en las manos del Padre y perdona como Jesús perdono, sin que lo merezcan., con quien tienes una estrecha relación, para poder ser misericordioso con los demás. Para perdonar cuando te hieren, cuando te humillan, cuando te escupen… porque la carne, nuestra carne, es débil…

Y ENTONCES PODRÁS TENER MISERICORDIA Y ANTE EL MAL PROCLAMAR COMO JESÚS: PADRE, PERDONALOS QUE NO SABEN LO QUE HACEN…


Ahí, donde tú estas, cierra tus ojos y arroja luz sobre tu corazón. Sabes que eres imperfecto, que tienes raíces que todavía te halan hacia el pecado, que el pecado que “mora en mí” y “mora en ti” impiden muchas veces hacer de tu conducta una conducta santa… toma conciencia de esto: eres pecador…

Ahí, donde tú estas, con tus ojos cerrados y desde tu corazón, experimenta el perdón del Señor. Jesús dice hoy, para ti y para mi, desde su cruz: Padre, perdónalos… ten misericordia de ellos. Dios tiene misericordia de ti y de mi, porque Jesús, sacrificio vivo por nuestros pecados, se lo pide… acoge esa misericordia, siéntete perdonado, ya eres perdonado…

Ahí, donde tú estas, con tus ojos cerrados y tu corazón agradecido del perdón que recibes, disponte a perdonar a todos aquellos que te han agraviado, a los que no te comprenden ni entienden, a los que te golpean de muchas maneras, al esposo que te es infiel, a la esposa que no se ha constituido todavía en una ayuda idónea, la rebeldía de los hijos, la dureza de los padres… los amigos que te han traicionado, la palabra que te hirió… perdona, pon en la cruz junto con Jesús esas raíces de amargura y perdona.

No hay comentarios: