Una breve reflexión de mi hijo Juan Roberto Tejada Duvergé. A sus 21 años ha entendido que la búsqueda de la felicidad es un anhelo perenne del corazón humano... sólo que a veces equivoca el dónde.
“El pesar y la pobreza purifican el corazón del
hombre, aunque nuestras mentes débiles no ven nada de valor en el universo,
salvo la comodidad y la felicidad” (Khalil Gibran).
"El verdadero amor supone siempre la renuncia a
la propia comodidad personal” (Leon Tolstoi).
Algunos “eruditos” generan satisfacción en base a
estatus momentáneos, fingiendo que la comodidad es felicidad. Felicidad
insípida y falsa, apoyada en momentos y hechos placenteros.
Siempre soñé con momentos, situaciones ante las cuáles
sólo sabría reaccionar cuando las viviese. Reacciones negativas o positivas,
pero siempre poniéndome ante el desafío de dejar el nido de la comodidad,
arriesgándome a buscar la felicidad que trae consigo sacrificios. Otras veces
me pesa dejar cosas que me hacen feliz momentáneamente, pero es la forma de
buscar satisfacer el anhelo de felicidad insaciable… el corazón, la conciencia,
parecen ser los encargados de juzgar dónde están los límites de nuestra
felicidad. Si es que tales límites existen…
Espero algún día poder encontrar la respuesta…. Comodidad
o felicidad?
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