ODCI presenta estudio sobare comercio externo RD
El Observatorio Dominicano de Comercio Internacional
(ODCI) presentó su primera investigación titulada “Indicadores Seleccionados de
Comercio Exterior en la República Dominicana: Evaluación de una Década",
la cual fue auspiciada por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID).
En ella se plantea la necesidad de superar el rezago
exportador y se indica que el análisis de indicadores del desempeño de la
última década plantea dudas sobre sostenibilidad de cuentas externas.
El estudio presentado en la Asociación de Industrias
de la República Dominicana afirma que “la crisis internacional sorprende al
país con uno de los déficits de cuenta corriente y de la balanza comercial más
elevados de toda la historia reciente”.
Pável Isa Contreras, autor del estudio, explicó en su
exposición que en el 2011 las importaciones de bienes superaron las
exportaciones por casi US$9 mil millones, y aunque las exportaciones de
servicios, especialmente turismo, superaron las importaciones en unos US$3 mil
millones, a lo que se suman las remesas familiares, el déficit de cuenta
corriente fue cerca de US$4,500 millones.
“El conjunto de indicadores analizados revelan una
importante erosión relativa de la capacidad de la economía dominicana de
generar divisas por la vía de las exportaciones de bienes y servicios, y un
ímpetu importador que no es sostenible”. A continuación el resumen ejecutivo de dicha investigación.
Indicadores
Seleccionados de Comercio Exterior en la República Dominicana: Evaluación De
Una Década.
Una de las misiones del Observatorio Dominicano de Comercio
Internacional (ODCI) es construir indicadores útiles para dar seguimiento a la
evolución del comercio internacional de la República Dominicana. En esta
ocasión el ODCI presenta, a manera de propuesta, y con el objetivo de discutir
su pertinencia y ampliar su número, un conjunto de indicadores que dan cuenta de
tendencias clave del comercio exterior de bienes del país.
Estos indicadores ponen énfasis en el peso de las exportaciones e
importaciones de bienes en la economía, la composición del comercio por tipo de
bienes y el grado de concentración de productos y de mercados de origen de las
importaciones y destino de las exportaciones.
Por el lado de las exportaciones, el análisis de los indicadores revela
que el sector exportador dominicano ha mostrado un escaso dinamismo durante la
última década:
·
En 2011, las
exportaciones reales per cápita eran apenas un 8% más elevadas que en 2000.
·
A lo largo de la
década pasada se aprecia una caída significativa del peso de las exportaciones
de bienes y servicios en la economía. Mientras en promedio entre 2000 y 2001 el
valor de las exportaciones de bienes y servicios era equivalente 40.7% del PIB,
en 2010-2011 fue de apenas un 26%. En
cuanto a las exportaciones de bienes, su peso en la economía cayó desde 26.2%
en 2000-2001 hasta 14.7%.
Esta tendencia compromete la
capacidad de crecimiento a largo plazo de la economía porque el crecimiento
depende de forma crítica de la generación de divisas y de la capacidad de
importar bienes de capital, insumos y tecnología.
·
En 2001, la
participación de las exportaciones dominicanas en el mercado mundial era menos
de la mitad de lo que era a inicios de la década pasada. Ese ha sido el
resultado, entre otros factores, del sistemático rezago competitivo que afecta
al aparato productivo dominicano.
Simultáneamente, la composición
de las exportaciones ha cambiado de manera notable:
·
El peso de las
exportaciones de productos primarios ha crecido hasta colocarse en cerca de un
tercio de las exportaciones totales. Las exportaciones de alimentos explican el
grueso de ellas.
El crecimiento del peso de las
importaciones de alimentos debe ser un tema de preocupación por sus potenciales
implicaciones para la seguridad, la vulnerabilidad y la dependencia
alimentaria.
·
Las exportaciones de
confecciones textiles se redujeron de forma sensible a raíz del cambio en las
reglas internacionales del comercio de textiles a mediados de la década pasada.
Eso contribuyó de manera determinante a reducir el peso de las exportaciones de
manufactura en las exportaciones totales.
·
Se incrementó las
exportaciones de nuevos y diversos productos manufacturados. Esas nuevas
exportaciones amortiguaron la caída de las exportaciones de confecciones
textiles pero no las compensaron totalmente.
·
Las exportaciones de
manufacturas se hicieron moderadamente más intensivas en aquellas que usan tecnologías
medias y altas, y se redujo el peso de las usan tecnologías bajas y recursos
naturales y trabajo. Esto fue en parte el reflejo de la reducción de las
exportaciones de ropa que usan intensivamente fuerza de trabajo poco
calificada.
Sin embargo, este indicador no da
cuenta de la naturaleza de los procesos productivos y las tecnologías que se
usaron en el país sino del producto exportado mismo. Por ello, podría estar
reflejando la naturaleza de los procesos productivos en otros países donde se
elaboraron los insumos de esas exportaciones.
Finalmente, las exportaciones dominicanas no sólo se
diversificaron en productos sino también en mercados. El peso de los
principales mercados de exportación se redujo y dio paso a nuevos entre los que
vale mencionar Haití.
Por el lado de las importaciones, se revela un panorama muy distinto:
• A lo largo de toda la década pasada y hasta 2011, las importaciones han
mostrado un gran dinamismo. El año pasado, el valor de las importaciones reales
per cápita era un 68% más elevado que en 2000. Compárese eso con el magro 8% de
aumento en las exportaciones reales per cápita.
Por cada dólar en que se incrementaron las exportaciones reales de
bienes entre 2000 y 2011, las importaciones se incrementaron en 2.5 dólares.
• Tanto el crecimiento económico como la apertura comercial explican este
fenómeno. Sin embargo, el ritmo de crecimiento ha sido tan intenso en
comparación con el desempeño de las exportaciones de bienes y servicios, que
levanta razonables preocupaciones sobre la sostenibilidad de ese proceso y
sobre las implicaciones de un ajuste del balance externo, en particular del
déficit de la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos.
En 2010 y 2011, el déficit de Cuenta Corriente ha sido uno de los más
elevados en toda la historia del país, alcanzando US$ 4,500 millones.
• Las importaciones de productos primarios han ganado peso en las
importaciones totales. Entre éstas destaca las de alimentos, que han crecido a
un ritmo superior a las importaciones totales.
• Las importaciones de manufacturas también han sido muy dinámicas, pero
no revelan cambios significativos en su composición, excepto un moderado
crecimiento de las importaciones de manufacturas con alto contenido
tecnológico.
•
Sorprendentemente y a
pesar de la apertura comercial con socios específicos como los Estados Unidos,
el origen de las importaciones se ha diversificado. Este país, por ejemplo, ha
perdido peso como suplidor de bienes de la República Dominicana.
En síntesis, el conjunto de indicadores que se
presentan revelan una importante erosión relativa de la capacidad de la
economía dominicana de generar divisas por la vía de las exportaciones de
bienes y servicios, y un ímpetu importador que no es sostenible.
El ODCI dará un seguimiento permanente a éste y otros
indicadores de comercio internacional a fin de apoyar la toma de decisiones de
políticas públicas. Igualmente, está comprometido con desarrollar otros
indicadores que presten atención al desempeño comercial de bienes y servicios
específicos, indicadores de desempeño comercial de corto plazo, así como al
análisis de los factores determinantes del comercio, y los costos de transporte
y logística.
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