Este artículo, escrito hace algunos meses -al poner en circulación la obra "4 Décadas de políticas de desarollo productivo en República Dominicana"- es difundido hoy por el Listín Diario. Sus planteamientos, en estos momentos, plantea retos que deberán ser tomados en cuenta. Las negritas son nuestras, MT.
Políticas
productivas con incentivos horizontales
SUGIEREN
REDUCIR Y GENERALIZAR EL ISR, INCLUYENDO A LAS ZONAS FRANCAS
Milton
Tejada
Especial
para LISTÍN DIARIO
Santo
Domingo
Las
Políticas de Desarrollo Productivo (PDP) implementadas en las últimas décadas
del siglo pasado lograron desarrollar una industria atada al mercado local,
fomentaron el surgimiento de las zonas francas e hicieron posible el despegue
del turismo como sector número uno de venta de servicios.
La
afirmación se deduce de la lectura del libro “4 Décadas de políticas de
desarrollo productivo en República Dominicana”, en el que sus autores, sin
embargo, parecen considerar que ya es el momento de pasar de los incentivos
verticales a la producción a políticas de incentivos horizontales, sugiriendo
cinco ámbitos de apoyo a la producción: ordenamiento del sector energético;
asistencia técnica a la actividad productiva; facilitación del acceso al
crédito; garantía de estabilidad macroeconómico, y fortalecimiento del clima de
negocios.
Rolando
Guzmán, Manuel Agosin, Magdalena Lizardo y Rafael Capellán, los autores,
indican que hasta ahora los instrumentos de desarrollo productivo se han
centrado en la concesión de exoneraciones fiscales y que no parece haber
evidencia de que esto vaya a cambiar. Aseguran que “sin embargo, podría ser
mucho más efectivo reformar la ley del Impuesto a la Renta, e imponer una tasa
más baja pero uniforme a todos los sectores”, reconociendo que esto afectaría a
las zonas francas, pero para otras industrias sería un beneficio y un
incentivo.
Los
autores afirman que el conjunto de Políticas de Desarrollo Productivo (PDP) del
período 1983-1992 dio origen a la formación de una economía dual, en donde la
industria local y la agropecuaria perdieron participación en las
exportaciones.
El
turismo y las zonas francas se revelaron como sectores relativamente dinámicos
ligados a la actividad exportadora de bienes (ZF) y servicios (turismo). “Esta
dualidad, o combinación de sectores dirigidos a exportaciones con sectores cuya
supervivencia parecía depender de mecanismos proteccionistas, acabaría teniendo
grandes implicaciones para la economía dominicana, y podría decirse que la
superación de ese contexto constituye uno de de sus principales retos en la
actualidad”.
Conscientes
del desarrollo desigual de las zonas francas, la industria local y el turismo,
los autores afirman que “se hace necesario encontrar la forma de transitar
desde una economía dual -dividida entre la producción de zonas francas y el
resto del sector productivo- hacia una economía más integrada, donde los
incrementos de productividad se distribuyan de forma más uniforme”.
Zonas
francas y turismo
En la
obra se señala que las zonas francas constituyen, en realidad, un esfuerzo por
subsanar problemas de gobernanza y de infraestructura insuficiente. En ese
sentido, explican que “dentro de las áreas de zonas francas los derechos de
propiedad están claramente especificados; no existen los típicos problemas
burocráticos para el establecimiento de empresas, la exportación o la
importación de insumos; los terrenos donde se ubican las empresas cuentan con
todos los servicios básicos; los problemas de infraestructura están resueltos,
y se facilita la importación de insumos libre de aranceles para productos de
exportación”.
Sobre la
cuestión de los bajos salarios, en “4 Décadas de políticas de desarrollo
productivo en República Dominicana” se indica que las zonas francas tienen un
impacto que califican de “notable” sobre la capacidad de generación de empleo y
que aunque se objeta los bajos salarios que predominan en estos parques “es
probable que los bajos salarios sean, en gran parte, resultado de una baja
productividad de la mano de obra. Por otra parte, es necesario tomar en cuenta
que tales empleos tal vez no existirían si no hubiese parques de zonas francas”
La
participación del sector de zonas francas en el monto total de
exportaciones se ha mantenido variando,
como muestra el cuadro anterior.
Expresado sobre diez, podemos decir que en el 1975 las ZF apenas representaban
0.30 centavos de cada diez pesos exportados, llegando a su mejor momento del
2000 al 2004 cuando, en promedio, representaron 8 de cada diez pesos
exportados. Actualmente su participación anda cercana a los seis de cada diez
pesos, mientras que las exportaciones que no son de zonas francas alcanzan algo
más de cuatro de cada diez pesos exportados (datos a septiembre de 2011).
En cuanto
al turismo, la obra evidencia que el ritmo de crecimiento del sector turístico
dominicano ha ido disminuyendo en los últimos años.
En la
década de los ochenta, el flujo creció a una tasa anual cercana al 13%, pero
ese ritmo se redujo a 9.6% en los noventa y a menos de 5% en la primera década de
este siglo. El ingreso por turista creció a una tasa anualizada de 16% en los
setenta, redujo su ritmo a un 13% en la década siguiente, y a sólo 5% después
del 2000.
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