Ustedes y nosotros: el rol de la generación gobernante
Milton Tejada C.
Trataremos en esta tercera entrega el rol
de la generación gobernante o de los fundadores en el proceso de transición en
las empresas familiares.
Entregas
anteriores:
Empresa y familia: dimensiones en tensión. Ver: http://red-formando.blogspot.com/2017/09/tierra-adentro-empresas-familiares-1.html
Ustedes y nosotros: el rol de la generación futura. Ver: http://red-formando.blogspot.com/2017/09/tierra-adentro-empresas-familiares-2.html
¿Cómo se
visualiza a sí misma la generación gobernante? A
partir de los grupos de discusión de potenciales sucesores y del panel en que
participaron tres de ellos, se exponen aquí algunos de los elementos más
destacados.
1. Como
guía de los hijos, no sólo en lo familiar, sino también en lo
empresarial. En ese sentido, uno de los panelistas indicaba “vivimos una época en que creemos que los
hijos van a criar a los padres, y no es así, hay que guiarlos por su propio
bien. No es lo mismo comenzar de cero, que de cincuenta en adelante”[1].
2. Llamada a “soltar
las riendas”: “Es lo más difícil de todo empresario. Soltar las riendas. Esa cultura
de no dejarse llevar, de no soltar… es una idiosincrasia, es un error. Soy
testigo de que cuando delegas, cuando te asesoras, cuando entiendes que no lo
sabes todo, ganas…”[2],
indicó un fundador. En esa misma dirección opinó José Casimiro Molina,
fundador de la Farmacia Tatiana (Guayubín, Mao) al indicar que ya había
iniciado el proceso de transición. “Yo
siempre he creído que nosotros tenemos ciclos en la vida. Nacemos, crecemos,
nos reproducimos y lo último que nos queda es morir… entonces he creído que las
cosas no se deben terminar, sino seguir hacia adelante”, expresó.
3. Esforzarse por
una transición organizada, sistemática.
Para muchos de los empresarios participantes en el Proyecto, esa transición
empieza por integrar a los descendientes desde pequeños. Sin embargo, no es
suficiente que participen en la empresa, vayan, hagan algo… sino que ha de
plantearse como un acto deliberado, intencional.
En
ese sentido, el Proyecto BID/FOMIN-AIREN contribuyó a subsanar las deficiencias
de la integración al establecer espacios de diálogo entre las generaciones que
confluyen en una determinada empresa, verificar el interés de la generación
futura y definir un plan de sucesión, pero nada de esto es posible sin la
voluntad explícita de los fundadores o generación gobernante.
¿Cómo es
visualizada la generación gobernante o fundadores por parte de la generación
futura?
1.
En algunos casos los sucesores perciben una fuerte resistencia al cambio. “Lo
que pasa es que a veces los padres se hacen un prejuicio sobre las cosas, creen
que nada puede correr solo, pero todo
corre solo… porque cuando él tiene que irse de viaje, la empresa sigue
corriendo”, indicó una potencial sucesora.
Sin
embargo, el proyecto BID/FOMIN-AIREN ha creado conciencia de esta barrera y
también ha evidenciado que en múltiples ocasiones la generación gobernante está
deseosa del relevo y abierta a los cambios.
2.
En roles complementarios. Es la
situación de diversas empresas familiares en las que hay una pareja de esposo
como generación gobernante (o también se da con hermanos) y se ven como roles
complementarios y a veces hasta relativamente contrapuestos. En una de las
empresas, por ejemplo, los dos hermanos son percibidos como complementarios: “Uno se encarga de las ventas, de la calle,
el otro se encarga de la planta, de la producción, se complementan” (un
potencial sucesor de Industrias Santiago).
3.
En una fuerte dinámica de
confianza-reserva. Las jóvenes generaciones admiten, reconocen, que en
muchos casos sus padres han mostrado confianza hacia ellos, han delegado. Esto
genera relaciones productivas satisfactorias. En otros casos, sin embargo, la
generación futura no acaba de visualizar que se confía en ella, considera que
hay reservas y que la delegación se hace a medias.
Esto
indica que la construcción de relaciones de confianza en una empresa familiar
pasa por factores emocionales que no pueden ser dejados de lado para establecer
una sucesión exitosa.
4.
Con la posibilidad de organizar equipos
de trabajo. “Más que una persona que
baja línea, es alguien que está en el equipo, que te escucha, que pide tu
opinión…”, expresó uno de los potenciales sucesores entrevistados.
5.
Con una rica experiencia que aportar.
“Por la experiencia que tienen, mi papá y
mi tío tienen puestos de asesores, los escuchamos, los consultamos”, expresó
Pedro Peralta, hijo, de Industrias Santiago.
En
muchos de los protocolos –firmados también por los sucesores o potenciales
sucesores- se visualiza un papel de consultor, de asesor de muchos de los
fundadores.
6.
Con dificultades para ceder la propiedad
en vida, al visualizar la transición generacional de la propiedad como
consecuencia de una herencia después de la muerte. No es una dificultad que se
compruebe como generalizada. Se trata de un tema cultural el cual también
dificulta dar cuentas de modo transparente y oportuno. “Lo que tengo no es mío porque cuando muera pasa a ellos, sí tengo la
posibilidad de enseñarles a administrar”, indicó un fundador[3]. El
protocolo contribuye a que los fundadores (padres) puedan pensar en organizar
la transición de la propiedad.
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