sábado, junio 14, 2025

Niños, emociones, sentimientos

Sábados de fe y vida – 14 de junio, 2025

AYUDEMOS A NUESTROS HIJOS A ENFRENTAR SUS SENTIMIENTOS

 Escuchar con empatía y validar las emociones puede transformar la crianza

Junto a mi hijo Juan Roberto, en las montañas
de Monterrey, México.
 Milton Tejada C.

Muchos me han escuchado decir que uno de los legados mejores que podemos dar a nuestros hijos es seguridad emocional.

Muchas veces, con la mejor intención, reaccionamos diciendo “no llores por eso”, “no es para tanto” o “no estés triste” cuando nuestros hijos expresan emociones difíciles. Pensamos que así los tranquilizamos, pero en realidad podríamos estar negando lo que sienten.

Según el libro Cómo hablar para que los niños escuchen y cómo escuchar para que los niños hablen, de Adele Faber y Elaine Mazlish, uno de los mayores regalos que podemos darles a nuestros hijos es permitirles sentir y acompañarlos mientras aprenden a gestionar sus emociones. Para esto, las autoras nos ofrecen seis valiosas pautas que podemos aplicar en la formación de nuestros hijos.

1. No minimicemos lo que sienten

Es fácil decir “Eso no tiene importancia” o “No deberías ponerte así”. Pero, aunque algo parezca pequeño para nosotros, puede ser inmenso para ellos. Perder un lápiz especial, discutir con un amigo o no recibir la merienda que querían puede ser muy frustrante desde su mundo.

¿Qué podemos hacer? En lugar de restar valor, reconozcamos su emoción:

– “Veo que estás muy triste por eso.”

– “Debe ser muy molesto que eso haya pasado.”

Cuando ellos sienten que los entendemos, es más fácil que se calmen y confíen en nosotros.

2. Escuchemos con atención

No hace falta tener una gran respuesta. A veces solo necesitan saber que los estamos escuchando de verdad. Eso significa detener lo que estamos haciendo, mirar a los ojos, asentir o simplemente decir un “Ajá” o “Entiendo”.

¿Por qué funciona? Porque cuando no tienen que luchar para ser escuchados, se sienten seguros y se abren con más facilidad.

Evitemos interrumpir, corregir o dar consejos de inmediato. Escuchemos primero y respondamos después.

3. Pongámosles nombre a sus emociones

Muchos niños no saben decir “Estoy frustrado” o “Estoy decepcionado”, y solo expresan sus emociones con gritos, berrinches o silencios. Ayudarlos a identificar lo que sienten les da herramientas para comprenderse y expresarse mejor.

Podemos decir cosas como:

– “Parece que estás muy enojado.”

– “Eso debe darte mucha vergüenza.”

– “Entiendo que estés celoso.”

Cuando les damos palabras para lo que sienten, comienzan a no necesitar gritarlo con su conducta.

4. Usemos la imaginación para conectar

Cuando no podamos cumplir un deseo, en lugar de simplemente decir “No”, probemos imaginar con ellos lo que quisieran. Así mostramos que estamos de su lado, aunque la respuesta no sea afirmativa.

Por ejemplo:

– Si quieren otro helado, podemos decir: “¡Imagínate si pudieras comer 10 helados seguidos, de todos los sabores del mundo!”

Este tipo de juego satisface el deseo emocional, incluso si la acción no ocurre. Se sienten acompañados, no rechazados.

5. Evitemos corregir demasiado rápido

Cuando un hijo dice “¡Odio a mi hermana!” o “¡Quiero romper todo!”, podríamos reaccionar enseguida para corregir. Pero si lo hacemos s
in escuchar primero, el mensaje que damos es: “No puedes decir lo que sientes”.

Mejor digamos algo como:

– “Veo que estás muy enojado con ella. ¿Qué pasó?”

– “Eso te hizo sentir muy mal, cuéntame.”

Cuando se sienten escuchados, podemos hablar de cómo expresar ese enojo sin herir. Pero primero necesitan comprender qué están sintiendo y por qué.

6. Seamos pacientes con nosotros mismos

No siempre sabremos qué decir, y habrá días en los que estemos cansados o reaccionemos con impaciencia. Lo importante es recordar que estamos aprendiendo junto a nuestros hijos. La crianza no se trata de perfección, sino de presencia y conexión.

Podemos decir también:

– “Perdón, hoy estaba agotado. ¿Quieres contarme de nuevo cómo te sentiste?”

Esto vale más que cualquier discurso. Muestra humanidad, empatía y humildad.

En conclusión, escuchar con empatía y validar emociones no es permitir todo, sino enseñar que lo que sienten importa y que siempre pueden contar con nosotros. Así construimos seguridad emocional, una relación de confianza y un ambiente familiar más sano y amoroso.

GRATA VIDA… Vida abundante para todos.

sábado, junio 07, 2025

Envejecer exitosamente: responsabilidad individual

 Envejecer con propósito: la responsabilidad individual ante una vejez activa y saludable

 Milton Tejada C.

La semana pasada hice una confesión: no he sido buen administrador de mi cuerpo, y las consecuencias son simples: presión arterial alta, una glicemia un poquito alta y algunos problemas de circulación. Confieso y me arrepiento, pero no es suficiente, estoy llamado a un cambio en mi estilo de vida (claro, sin rayar en fanatismos del cuerpo que hoy abundan mucho).

Hoy quiero escribir para los que sobre pasan los 50 o 60 años de edad (quizás más).

En un contexto marcado por el envejecimiento acelerado de la población, leí hace unos años un estudio titulado “Envejecimiento exitoso, una tarea de responsabilidad individual”, elaborado por Lourdes Francke, Beatriz González (TEC de Monterrey) y Leobardo Lozano (AMA y Trasciende A.C.).

Quiero compartir con ustedes la radiografía que ofrece este estudio sobre los hábitos, percepciones y preparación de los adultos maduros frente a la vejez. Un dato contundente: la mitad de los encuestados para el estudio tienen un bajo nivel de conciencia acerca del impacto que tienen sus hábitos actuales en su proceso de envejecimiento.

Aunque un 77% de los encuestados se sentía bien o muy bien preparado para una vejez activa, una mayoría significativa no cuenta con un plan concreto de jubilación, ni mantiene hábitos saludables sostenidos. Es decir, se evidencia una incoherencia.

Por ejemplo, el 43% no visitaba al médico con regularidad y una proporción considerable desconoce sus propios indicadores de salud como glucosa, colesterol, presión sanguínea o triglicéridos. Además, el 70% tenía dietas ricas en alimentos procesados, azúcares y grasas (¡Igualitico que yo!).

Unos autores, Rowe y Kahn (1997), proponen un modelo de envejecimiento exitoso que se fundamenta en tres pilares:

  • ·         Baja probabilidad de enfermedad,
  • ·         Alto funcionamiento físico y cognitivo, y
  • ·         Compromiso activo con la vida (y la vida abundante, diría yo).

En ese sentido, los autores del estudio que comento hacen un llamado urgente del cual me hago solidario: asumir la vejez como una construcción activa y no como un destino inevitable. “Las enfermedades y deterioros físicos y cognitivos, son fruto del estilo de vida que han llevado y actualmente viven”, señalan.

Los investigadores también evidencian una tensión entre los deseos y las acciones. Mientras que el 71% de los participantes sueña con “viajar y disfrutar la vida” en su jubilación, sólo el 15% planea continuar aprendiendo, y menos del 1% manifiesta intención de transmitir sus conocimientos a otros. La conclusión es clara: la mayoría nos preocupamos, pero no nos ocupamos de realizar o eliminar ciertas conductas que pueden ayudarnos a prevenir males y contribuir al disfrute de una vejez saludable.

Tú que estás en los 50, acaso en los 60, aún estás a tiempo de decidir cómo quiere envejecer. Envejecer con éxito, afirman los autores, es posible, pero requiere tomar la decisión de comenzar hoy. LO QUE HAGAS HOY DECIDIRÁ CÓMO ENVEJECERÁS.

Y si no estás en esa edad todavía, puedes contribuir a que quienes envejecen a tu alrededor lo hagan exitosamente.

En mi modesta opinión, el Pastor Rafael Montalvo nos propone una “filosofía de vida” que hemos de enarbolar en un buen envejecer: ADA, acróstico de ADORAR a Dios, DISFRUTAR la vida, y AYUDAR a los demás. Claro… eso no es posible de modo continuo si de modo continuo no estás preparado y viviendo esas realidades.

Tengo pendiente un tema fundamental, el de los hábitos. No se apresuren, ya los trataré.

GRATA VIDA PARA TODOS.

 

 

 

sábado, mayo 31, 2025

Buen administrador de tu cuerpo

 LLAMADOS A SER BUENOS ADMINISTRADORES DE NUESTRO CUERPO

Quince de mis amigos y hermanos junto recorridos 6K cada uno = 90 KM.
Otros me esperaron en la meta: mi esposita, mis hijos Juan y Laura,
compañeros corredores... un día de júbilo para mi. Y de confesar
que de hoy en adelante trataré de ser mejor administrador de mi cuerpo.
Dios nos ha llamado a ser administradores de todo lo que nos ha dado. Hoy, que celebro anticipadamente mis 66 años de vida corriendo 66 kilómetros (en conjunto con otros diez amigos-hermanos), afirmo que, sin lugar a dudas, he sido mal administrador de mi cuerpo. Y me arrepiento. Es una afirmación que tomo prestada de Rick Warren, autor y pastor muy conocido. Nota aclaratoria: lo celebro anticipadamente porque tengo en el país a los tres hijos nuestros que viven fuera, pero la fecha real es el 26 de junio.

Por eso, en este sábado de fe y vida, quiero compartirles las reflexiones de este pastor sobre lo que dice Dios sobre nuestro cuerpo. Son cinco verdades que, si las tomamos en cuenta, muchos de nosotros daremos un giro significativo. Aunque pensadas desde la fe, pueden ser útiles para muchos de nosotros.

1.      Mi cuerpo pertenece a Dios. Es propiedad suya, no mía. Yo no lo poseo. Él creó mi cuerpo y espera que lo use como él quiso que se usara. Nosotros nos rebelamos de manera natural contra esta idea. Nuestra cultura nos enseña: “Mi cuerpo es mío y puedo hacer lo que quiera con él”. Pero Dios dice: “No, estás equivocado. No es tu cuerpo, porque tú no lo creaste. Yo lo formé, y te lo presté para que vivas en él mientras estés en la tierra, y espero que cuides de mi creación”.

Todo lo que Dios crea tiene un propósito. Debemos darle la gloria a Dios con nuestro cuerpo así que no podemos compartimentar nuestra vida y pensar que podemos separar nuestro cuerpo y vivir como si solo importase nuestro espíritu.  ¡Dios es dueño de nuestro cuerpo!

2.      Jesús pagó por mi cuerpo cuando murió por mí en la cruz.  En 1 Corintios 6:19-20 nos dice que nuestro cuerpo ¡ha sido comprado! Dios nunca ha creado a una persona a quien no amase. Si quieres saber cuánto valora Dios tu vida, tan solo mira la cruz. Con sus brazos extendidos, clavados a la cruz, Jesús estaba diciendo: “Este es el valor que tienes tú para mí. Así es como te amo. Prefiero morir que vivir sin ti”. Es decir, tienes un valor incalculable.

Si eres tan valioso como para que alguien muriese por ti, ¿no crees que Dios quiere que te cuides mejor? Si comprases un caballo de un millón de dólares, ¿le darías comida chatarra y lo mantendrías despierto toda la noche? ¡Por supuesto que no! Jesús pagó por tu vida con su propia vida, y espera que cuides su inversión.

3.      El Espíritu de Dios vive en mi cuerpo. Cuando le dices que sí a Dios, aceptando por fe lo que hizo Jesús por ti y confiando en que su gracia y su perdón te salvan, entonces Dios pone su Espíritu dentro de ti como una garantía de tu salvación. La Biblia lo dice: “Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?” (1 Corintios 6:19).

Cometes un acto de vandalismo contra el cuerpo de Dios, tu cuerpo, cuando le privas de descanso y sueño, comes en exceso, le añades demasiado estrés y no cuidas de él.

4.      Dios espera que cuide de mi cuerpo. No soy el propietario de mi cuerpo, sino el cuidador, o gerente, del mismo. Cuidar de mi cuerpo es un asunto de administración espiritual. Dios me dice que un día tendré que rendir cuenta de todo lo que Él me dio, incluyendo mi cuerpo. ¿Estás sacando el máximo partido a lo que Dios te ha dado? Dios no va a evaluarte sobre la base de los cuerpos que les dio a otras personas, sino que juzgará lo que hiciste con lo que se te ha dado.

5.      Dios resucitará mi cuerpo cuando muera. Ahora vives la versión 1.0 de tu cuerpo. Recibirás la versión 2.0 de tu cuerpo en el cielo. La Biblia dice: “Con su poder Dios resucitó al Señor, y nos resucitará también a nosotros” (1 Corintios 6:14). Clave: “con su poder”. No es solo sobre nuestra propia fuerza de voluntad que podemos cambiar. La fuerza de voluntad funciona durante unas semanas, o quizá durante un mes o dos como mucho. Intentar cambiar solo con la fuerza de voluntad es agotador. Puedes mantenerlo un tiempo, pero se siente artificial y estresante obligarte a ser distinto simplemente con la fuerza de voluntad.

Nota MT: Estas cinco verdades apuntan a un tema clave en la gestión correcta de nuestro cuerpo: los hábitos juegan un rol clave, controlan nuestras vidas. Moldeamos nuestros hábitos, y después nuestros hábitos nos moldean a nosotros ¿Por qué persistimos en nuestros malos hábitos? Eso te lo contaré en otra entrega de GRATA VIDA.

Gracias a todos los que me acompañaron en este desafío… fue bonito correr con unos 15 amigos y hermanos… mi gratitud y la seguridad de que “un hombre es uno solo, y es dura la vida, dos juntos caminando avanzan mejor, un hombre sin amigo está sin apoyo, y para sostenerse hacen falta dos”.

 

GRATA VIDA.

 

 

lunes, mayo 19, 2025

El juego no es pérdida de tiempo

UN NIÑO QUE JUEGA ES UN NIÑO QUE APRENDE

Milton Tejada C.

Escribo especialmente para padres de niños y niñas.  Y de entrada les lanzo una pregunta: ¿Es el juego una pérdida de tiempo? Así piensan algunos padres. Incluso reprochan que sus hijos: “Se la pasan jugando”, como si fuera un pecado, y se afanan en diseñar para ellos una agenda de “aprendizajes significativos” que parece más bien la agenda de algún superministro. 

La vida infantil no se puede concebir sin juegos . Es la mejor forma que tienen de descubrir y amar el mundo que les rodea.

Jugar despierta la curiosidad, que es clave para todo posterior aprendizaje.

Produce gozo, alegría.  Incluye desafíos. 

El juego es la manera favorita que tiene el cerebro -incluso el cerebro adulto- de aprender (por eso a veces considero que jugar no es solo cosa de niños).

Es, además, un derecho de la infancia.

Y me atrevería a preguntarles ¿han jugado hoy? ¿O son tan serios que no tienen nunca tiempo para jugar?

Aprender jugando ha de ser una actitud vital que puede transformar el modo en que aprenden nuestros hijos y nosotros mismos.

¿Qué asocias tú con la palabra juego? Jugar es practicar libertad, el puro apetito de vivir. ¿Jugaste en tu niñez? ¿Cuáles son esos juegos que recuerdas? ¿Por qué los recuerdas?

Ahora bien… ¿todo juego es igual? NO. De hecho, los fabricantes de muerte saben tanto la importancia del juego que no paran de diseñar juego tras juego… (pero ese es otro tema).

Sin embargo, si quieres favorecer el desarrollo sano del niño, favorece también el juego físico, en la naturaleza, el que desafía la inteligencia, el que crea puentes…

Voy a hacer alusión a algunos famosos. Einstein, por ejemplo, decía que “el juego es la forma más elevada de investigación”. Y es verdad.  Piaget, celebre educador, afirmaba que “el juego es el trabajo de la infancia”. Rogers, un psicólogo que he disfrutado leer, expresa: que “donde hay niños, hay juego. Y donde hay juego, hay aprendizaje”. 

En fin, un niño que juega es un niño que aprende sin darse cuenta.

Y tú, qué frases usarías para describir la importancia del juego. Compártela conmigo.


GRATA VIDA.

sábado, mayo 17, 2025

El hombre de una sola mujer

 La fidelidad, una batalla de cada hombre 

 Los hombres de verdad son hombres fieles con sus ojos, con su mente, con sus manos, con sus labios y con sus pies

 Milton Tejada C. 

Hace veinte años escribí este artículo. Mantiene su vigencia, pues se refiere a una parte de nuestra condición humana como hombres. Lo envío a mujeres y hombres, pues se trata de conocer más lo que es la naturaleza masculina en el matrimonio, y la lucha que sostenemos los hombres casados -unos más que otros- por ser hombres de una sola mujer, por decirle NO al adulterio (vale también para los solteros con novias). 

Mi esposa y yo nos encanta definir el amor como compromiso. Y si los hombres cristianos queremos ser hombres de verdad hemos de asumir que es un compromiso que exige sacrificios, ejercicios, entregas, y mantenernos alejados del adulterio.

Al adulterio hoy se le dan otros nombres: “aventura”, “devaneo amoroso”, “escapada”… los hombres verdad no tienen “aventuras” porque son hombres responsables, comprometidos con ser fieles a sus esposas.

Sin embargo… hemos de preguntarnos: ¿qué lleva a algunos hombres cristianos a caer en el adulterio? ¿Cómo podemos protegernos para que esta tragedia no nos ocurra a nosotros? En Efesio 5,16 se nos dice que “los días son malos” y por eso se nos aconseja: “miren, pues, con diligencia cómo andan, no como necios sino como sabios” (Ef 5,15).

Un hombre sexualmente insatisfecho es especialmente vulnerable a la tentación extrema. Hemos de reconocer que todo matrimonio tiene sus momentos “bajos”. En esas circunstancias, el hombre puede “caer en la cuenta” de una mujer en la que nunca se había fijado: la encontramos atractiva, nos sentimos a gusto conversando con ella, es comprensiva…

¿Tenemos deseo de que se repitan los encuentros con ella? ¿Buscamos encontrarnos con ella fuera del trabajo o fuera de la iglesia? ¿Preferimos que otros no se enteren de estos encuentros? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es , el semáforo está en rojo y la recomendación es “batirse en retirada”, “huir” (1 Cor 6,18). Esa mujer está Prohibida, con P mayúscula.

Sin embargo, podemos estar en una situación peor cuando pasando alguna de esas situaciones no lo reconocemos, comenzamos a racionalizar:
”No es para tanto, sólo almorzamos a veces juntos”. Hermanos: en esta guerra la primera baja suele ser la verdad, no nos engañemos, no nos autoengañemos.

Es una guerra espiritual y cualquiera de nosotros puede caer. Si pensamos que estamos a salvo, entonces el peligro es mayor.

Recuerden: un hombre de verdad es fiel a una sola mujer. Y punto. Para serlo, ha de ser fiel con los ojos, con la mente, con los labios, con las manos y con los pies. 

El hombre de una sola mujer cultiva intencionalmente un tipo de ceguera (Job 31,1)No es la promesa de no ver jamás a una mujer hermosa, mujeres que abundan por doquiera. “Hice un pacto con mis ojos, no voy a ver a otra mujer como miro a mi mujer”, parece decirnos Job 31:1. Lo que Job nos trata de decir es que hay una diferencia entre una mirada inocente y una mirada libidinosa, lujuriosa. El hombre de una sola mujer demuestra su fidelidad a través de la disciplina de sus ojos. 

El hombre de una sola mujer es fiel con su mente. El principal campo de batalla en la guerra espiritual es la mente. La mente es la línea de pelea en la vida cristiana. Si el enemigo logra influir en nuestra mente, también puede influir en nuestra conducta.

En ese sentido, estamos llamados a discernir las ideas buenas de las malas. La tentación no es un pecado en sí, es un llamado a la batalla. Ante ella tenemos que ser agresivos, resoplar, bufar y gruñir, pero nunca una actitud pasiva. Tenemos que adoptar una mentalidad de ataque. 

El hombre de una sola mujer es fiel con los labios. Un hombre fiel a su esposa no es un picaflor. No coquetea con otras mujeres. No hace bromas diciendo que le gustan otras mujeres. No se divierte contando chistes de sus reuniones con otras mujeres. Tengo una regla que les comparto, queridos hermanos: no digo a una mujer que no sea mi esposa lo que no me atrevería a decirle estando ella presente.

Las bufonadas que a veces sostenemos se disimulan bajo unas cuentas risas inofensivas. Pero hay cosas con las cuales no se puede jugar, y el matrimonio es una de ellas. El matrimonio es santo. No es algo con lo que se puede estar haciendo chistes. 

El hombre de una sola mujer es fiel con sus manos. El hombre de una sola mujer se cuida de su manera de tocar al sexo opuesto. No hay nada de malo en dar un abrazo, pero la próxima vez que pienses en abrazar a una mujer, y no estés seguro de la motivación que tienes para hacerlo, no lo hagas. Si quieres abrazar a alguien, ve donde tu esposa. Recuerdo un refrán de mi campo: “el hombre es fuego, la mujer estopa, viene el diablo, y sopla”. 

El hombre de una sola mujer es fiel con sus pies. Un hombre de una sola mujer ante revistas, películas, videos y cualquier tipo de situación contraria a los votos del matrimonio, huye (1 Cor 6,18). Utilizamos nuestros pies (reales o mentales) para demostrar nuestra fidelidad. 

Conclusión: comprender el proceso. Finalmente, si queremos protegernos del adulterio tenemos que comprender el proceso que lleva al adulterio. David pecó con sus ojos, su pensamiento, sus labios y sus manos antes de hacerlo con su órgano sexual. Perdió la batalla antes de meterse a la cama con Betsabé (1 Sam 11,1 ss).

El adulterio no comienza con el órgano sexual, sino con la mente. El hombre fiel tiene ojos sólo para su mujer, no peca con sus labios, cuida sus manos y sus pies están dispuestos a huir. Hace falta esta visión para mantenerse alejado del adulterio.

GRATA VIDA PARA TODOS.

¡Y escríbannos!

 

 

sábado, mayo 10, 2025

Disciplinar sin lágrimas

 Sábados de fe y vida

 10 ENSEÑANZAS PARA DISCIPLINAR CON RESPETO Y EFECTIVIDAD

Se trata de decir al niño y no a la conducta inapropiada

Milton Tejada C.

A partir del libro Disciplina sin lágrimas de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson, se pueden extraer valiosas lecciones sobre cómo disciplinar a los hijos desde una perspectiva respetuosa, afectuosa y efectiva. Estas lecciones no solo transforman la forma de corregir conductas, sino que también contribuyen al desarrollo emocional, social y moral de los niños. Debo confesar que algunas de estas enseñanzas las aprendí tarde (mis hijos lo saben), pero tú tienes la oportunidad de enmendar errores o, mejor aún, de no cometerlos.

No dejes de escribirme contándome las dificultades por las que pasa como padre/madre en esta hermosa tarea de ser padres.


1. Disciplinar no es castigar, es enseñar.
Muchas personas asocian la disciplina con castigos o regaños, pero su verdadero sentido es formativo. Disciplinar implica guiar, corregir con amor y enseñar habilidades esenciales para la vida, como controlar impulsos, respetar a los demás y tomar buenas decisiones.

2. El objetivo es doble: corregir y construir. La buena disciplina no solo busca que el niño deje de portarse mal en el momento. También apunta a formar conexiones cerebrales duraderas que le ayuden a autorregularse, a comprender las consecuencias de sus actos y a desarrollar una brújula moral interna.

3. Conectar antes de corregir. Cuando un niño está molesto, frustrado o desbordado, no puede aprender. Por eso, el primer paso es conectar emocionalmente, con presencia, empatía y calma. Solo entonces podemos redirigirlo hacia un mejor comportamiento de forma efectiva

4. Pregúntate antes de actuar: ¿Por qué?, ¿qué?, ¿cómo? Detente un momento y hazte estas preguntas clave:

  • - ¿Por qué actuó así mi hijo? (¿Está cansado, frustrado, abrumado?)
  • - ¿Qué quiero enseñarle con esta situación?
  • - ¿Cómo puedo hacerlo de la forma más efectiva y respetuosa posible?
  • Este pequeño ejercicio ayuda a responder con intención y no solo desde la emoción.

5. No hay disciplina de talla única. Cada niño es único, con su propio temperamento, edad y etapa de desarrollo. Lo que funciona para uno, no funcionará para otro. La disciplina efectiva se adapta al niño, al momento y al contexto, en lugar de aplicar una receta rígida.

"Los padres están cansados de chillar tanto, de ver malhumorados a sus hijos, de que estos sigan portándose mal. Saben qué clase de disciplina no quieren utilizar, pero no saben qué alternativa elegir. Quieren imponer disciplina de una manera amable y afectuosa, pero cuando se enfrentan a la tarea de conseguir que los hijos hagan lo que deben hacer, se sienten abrumados y hasta cansados. Quieren una disciplina que funcione y con la que se sientan a gusto".

6. Evita el “piloto automático”. Gritar, castigar o reaccionar con rabia puede ser la respuesta impulsiva más común, pero no es la más constructiva. Disciplina con intención significa tomarte un momento para actuar de forma reflexiva, alineada con tus valores como madre, padre o cuidador.

7. Los niños no siempre “no quieren”, a veces “no pueden”. Muchas veces interpretamos la mala conducta como desafío o terquedad, cuando en realidad el niño simplemente no tiene aún la capacidad de regular sus emociones o comportamientos. Entender esto reduce la frustración y aumenta la compasión.

8. Los castigos físicos no enseñan, solo dañan. Estudios científicos demuestran que los azotes y otros castigos físicos no cambian la conducta a largo plazo, y pueden generar miedo, resentimiento, desconexión emocional e incluso impactos negativos en el desarrollo cerebral del niño.

9. Establece límites firmes, pero con empatía. Amar a un hijo también es decir “no”. La clave está en poner límites claros, coherentes y predecibles, sin perder la conexión emocional. Esto le da al niño seguridad, estructura y confianza, y le ayuda a internalizar las normas sociales.

10. La disciplina respetuosa deja huellas duraderas. Cuando disciplinamos desde el amor, con claridad, conexión y propósito, formamos hijos más resilientes, responsables y emocionalmente sanos. A la vez, fortalecemos el vínculo con ellos, creando una relación de confianza que durará toda la vida.

"Los momentos de disciplina no son obstáculos en la crianza, sino oportunidades para moldear el cerebro de nuestros hijos y fortalecer la relación con ellos."

 GRATA VIDA.

martes, mayo 06, 2025

El buen envejecer

10 Tips sobre el buen envejecer

HACERSE EL BIEN, HACIENDO EL BIEN



No importa si ya alcanzaste los 60 años de edad... a tu alrededor encontrarás personas que tienen o sobrepasan esa edad y estos tips -asimilarlos y vivirlos- les harán mucho bien. Como GRATA VIDA -quien avanza hacia los 70-, te invito a aportar otros tips que pueden ayudarnos a “hacernos el bien, haciendo el bien”.

 

UNO. Mantengámonos en actividades con sentido. No se trata solo de estar ocupados, sino de participar en actividades que nos conectan a otros y que aporten.

 

DOS. Involucrémonos en nuestra comunidad, en nuestra iglesia. Ser partícipe cívica o desde la fe, integrarnos en el acontecer de la Iglesia o de la comunidad o en proyectos sociales, nos mantiene activos.

 

TRES. Cuidemos a quienes nos rodean. El cuidado de nietos o personas dependientes de modo voluntario fortalece nuestra autoestima.

 

CUATRO. Continuemos creciendo como personas. Podemos siempre descubrir nuevas capacidades y encontrar satisfacción en el aprender, en el crecer.

 

CINCO. Revaloricemos nuestro rol social. Somos recursos, memoria viva, agentes de transformación, reivindiquemos nuestro valor social.

 

SEIS. Aprendamos con propósito. Procesos de formación, educación, se hacen más efectivos y satisfactorios cuando nos enfocamos en propósitos que implican ayudar a otros.

 

SIETE. Cultivemos narrativas con sentido. Tener clara nuestra historia es vital, integrando lecciones generativas, fortaleciendo nuestra identidad, siendo parte de historias familiares.

 

OCHO. Busquemos equilibrio entre el dar y el recibir. Aceptar la ayuda de otros también forma parte del buen envejecer.

 

NUEVE. Fomentemos contextos que nos incluyan. El buen envejecer también depende de entornos que valoren nuestras contribuciones activas y de la de otros mayores.

 

DIEZ. Vive una auténtica vida de fe, de relación con Jesús. La dimensión de trascendencia que esto nos da nos ayuda a que, en el día a día, podamos superar dificultades, sostener a otros, disfrutar la vida. 

sábado, mayo 03, 2025

Joel Montalvo: honrar a Cristo

 Joel Montalvo:

“Honrar a Cristo es vivir con coherencia en todos los ámbitos de la vida”

 Nuestra amiga Karina Cruz entrevistó a Joel Montalvo, líder de jóvenes de Iglesia Cristiana y un compositor-cantor con mensajes extraordinarios. Aquí te presento un resumen de lo que fue esta enriquecedora entrevista que pueden disfrutar en el canal de Karina de Youtube:  @MisionInspirar, o también verla en nuestro canal https://www.youtube.com/watch?v=42K8Xrd7QsA

 Milton Tejada C. 

En una sociedad marcada por la prisa, el ruido digital y la búsqueda de aprobación, escuchar a un joven hablar de oración, integridad y coherencia resulta refrescante, incluso desafiante. Joel Montalvo, líder de jóvenes, compositor, cantor, representa una voz clara que emerge desde la fe, con un mensaje centrado en lo esencial: honrar a Cristo con la vida entera.

 Hijo de pastores y criado en un entorno cristiano, Montalvo señala que esto no lo libró de luchas y dificultades. “Salí de la barriga con una Biblia”, bromea, pero enseguida matiza: “Mis padres hicieron un enorme trabajo al enseñarnos a ser buenos cristianos, pero también a ser buenos en todas las áreas: con los amigos, en la universidad, en el trabajo... Tener los valores incrustados”.

 Sus padres se aseguraron de que tanto él como sus hermanos vivieran su fe de manera auténtica. “Nos criaron para ser unos miembros más de la iglesia. No había privilegios por ser hijos de pastores”, recuerda, al tiempo que narra una anécdota que ilustra esa coherencia: su hermano Rafael fue sancionado en la escuela dominical (Iglesia de Niños) y su padre apoyó la sanción sin reparos, reforzando la idea de integridad sin favoritismos.

 Un llamado personal

La espiritualidad de Joel no se construyó solo desde el entorno de fe de su hogar. A los siete años, en una escena sencilla pero trascendental, preguntó a su padre: “Papi, si yo me muero hoy, ¿a dónde yo voy?”. Esa inquietud, espontánea e inocente, se convirtió en el punto de partida de su caminar con Dios. “Ahí oré con mi padre, y fue mi confesión de fe. Me siento tan privilegiado de que haya sido mi papá quien me llevó a conocer a Jesús”.

 Sin embargo, el trayecto no ha sido lineal. La etapa universitaria supuso una confrontación entre identidad y entorno. “Entró un conflicto enorme: ser una persona con mis amigos y otra en la iglesia. Sentí que estaba viviendo una mentira en los dos lados. Estaba perdiendo mi identidad”, comparte con los oyentes de @MisionInspirar.

 Ese quiebre emocional lo llevó a una introspección que lo transformó. “Me sumí en una tristeza... pero Dios comenzó a obrar. No fue un encuentro majestuoso, sino que poco a poco, a través de la oración y la lectura de la Palabra, el Espíritu Santo me fue acercando”. Fue en ese proceso que la música se convirtió también en canal de sanidad y expresión.

 Honrar a Cristo, dentro y fuera del escenario

Uno de los frutos más visibles de esa transformación fue su álbum Honrar a Cristo. Lejos de haber sido concebido como un proyecto de carrera, surgió en la intimidad. “El Señor me comenzó a dar canciones en mi tiempo devocional. Las usaba para adorarle a Él, en privado”, expresa Montalvo.

 Una de esas canciones, Abrázame, casi queda en el olvido. “La canté en la iglesia y fue horrible, sentí que no conectó con nadie. Me dije: no quiero volver a cantarla”. Pero tras modificar algunos acordes y darle una segunda oportunidad, la canción floreció. “Es la que más me piden. Por poco se queda solo para mí. Hay que darle otro chance al talento”, anima.

 Esa convicción de que Dios usa incluso lo que parece fallido, lo ha llevado a ver su talento y todo lo que recibe como recursos que deben rendirse al Señor: “Dios me habló: ‘el dinero que yo te estoy poniendo en la mano no es tuyo… te aumento porque quiero bendecir a otros a través de ti’. Eso me confrontó. No soy dueño de nada. Soy un administrador”.

 Joel define honrar a Cristo como una vida íntegra. Explica que “surge de nosotros ser uno en dondequiera que estemos. Es reconocer que Cristo está presente en todo momento, en cada pensamiento, en cada acción. Es vivir sabiendo que el Espíritu Santo me guía y me confronta”.

 Prioridades con propósito

Cuando Karina le pregunta qué significa darle a Dios el primer lugar, su respuesta es clara: “Es darle el primer lugar en tres cosas: tiempo, recursos y talentos”. Reconoce que no siempre lo logra, que hay días en que la rutina lo distrae. “Pero si fallaste un día, hazlo bien al otro. Lo importante es mantener la relación con Dios”.

 Ese tiempo a solas, subraya, es vital: “Estamos faltos de tiempo a solas con Dios. No multitasking. No con música, celular y Biblia al mismo tiempo. Es cerrar la puerta y encontrarnos con Él. Eso cambia todo. Mis demás relaciones funcionan mejor cuando tengo tiempo con Dios”.

 A los jóvenes, les deja un consejo contundente: “Cuida tus amigos. No todos los que te hacen sentir bien deben estar cerca de ti. Escucha a tus padres. Ese vínculo familiar es el que permanece cuando todo lo demás cambia”.

 Y como reflexión final, hace referencia a Eclesiastés: “Joven, disfruta tu vida… pero sabe que de todo te juzgará Dios. Uno cree que tiene permiso para todo, pero no es así. Si no buscamos a Dios, nos va a ir muy mal”.

 Una vida que inspira

Joel no solo canta sobre honrar a Cristo. Lo vive. Su historia es un llamado a la autenticidad, a la coherencia y a poner a Dios en el centro, no como una carga, sino como fuente de sentido. En un mundo fragmentado, su voz invita a vivir una fe integral, que se refleja tanto en el escenario como en la intimidad del hogar, en el trato con los demás y en el uso de los talentos. Como él mismo resume: “Honrar a Cristo es vivir sabiendo que Él está presente en todo, y que todo lo que somos y tenemos viene de Él”.

 Gracias Karina. Este episodio fue un excelente ejemplo de lo que es @MisionInspirar.

 

Grata Vida.

 

 

 

 

domingo, abril 27, 2025

Dile NO a la preocupación

 Sábados de fe y vida

El antídoto de Dios para la preocupación


Rostros graves. Siempre prisa. Surcos en la frente, y no de vejez. Y una situación en donde la marcha de cada aspecto de la vida nos preocupa. Resultado: estrés excesivo. Tensos, estresados.

Hay muchas causas de estrés en este mundo. Una de ellas es la preocupación. No todos se preocupan por los mismos elementos. Algunos lo hacen por el dinero, otros por la familia, el trabajo, los estudios, etc.

Sin embargo: no fuimos hechos para preocuparnos. Es algo que aprendemos a hacer, nos comentó hace muchos años el Pastor Rafael Montalvo en una de sus prédicas.

La preocupación es inútil. Nunca logra nada, nunca resuelve nada. Si es en relación al pasado, no podemos cambiarlo. El futuro, no depende de nosotros.

La preocupación es irracional. Exagera el problema. De un puñito de tierra hace una gran montaña.

La preocupación no es saludable. El cuerpo no fue hecho para preocuparse. Enferma. El preocuparse se aprende. No nacemos con temores, con miedos. Se adquieren.

 Para este veneno que es la preocupación, el Salmo 23 nos ofrece un antídoto tremendo compuesto por varios elementos:

  • ·         Creer que Dios es tu pastor.
  • ·         Aceptar a Jesús como mi Señor;
  • ·         Confiar y orar por todo, y
  • ·         Considerar un día a la vez.

Bueno, Pastor, explíqueme un poquito más esos cuatro puntos. He aquí elementos de su respuesta:

1.      “El Señor es mi pastor, nada me faltará”. Es simple, Milton: si crees que Dios te va a cuidar, no tienes de qué a preocuparte. ¿Qué hace un pastor? Un pastor provee: alimento, abrigo, las necesidades básicas de sus ovejas. Un pastor protege. Si Dios es tu pastor, no estás solo. Hay alguien que te defiende. Un pastor guía y nos aclara el camino a tomar cuando estamos confundidos. Un pastor corrige. Cuatro elementos: provee, protege, guía y corrige. Dios nos promete estas cuatro cosas si le aceptamos como nuestro pastor (Is 40,11; Filp 4,19).

Al decir provee, no significa que suplirá todos nuestros deseos y codicias. Suple nuestras necesidades. ¿Cuál es tu necesidad hoy en día? ¿Qué nos queda para preocuparnos? ¡Nada!

2.      ¿Cómo puedo dejar que Dios sea mi pastor? Aceptando a Jesús como tu Señor. Señor significa que Él tiene el control de mi vida. Jesucristo es el Señor de tu vida si El da las órdenes en tu vida. Si El no da las órdenes, no es tu Señor, no es tu pastor. En Juan 10, 14.27. Las ovejas conocen a su Señor, escuchan su voz y le siguen.

Es una relación personal con Jesús. Le escuchas, escucha su voz. Es un vínculo. Y le sigues, le obedeces, camina detrás de Jesús.

3.      Confiar y orar por todo ¿Quién está en el control de tu vida? Dos posibilidades: O Dios dirige tu vida, o la vida la diriges tú. Si estas controlando tu vida, estas jugando a ser Dios y esta es la raíz de la preocupación. Tienes razón para estar preocupado. Pero si Dios tiene el control, entonces sabes que puedes descansar en Él. Experimentarás paz, descanso… Confía plenamente, totalmente, en Él.

Cuando nos agitamos, significa que no estamos confiando en que Él es nuestro pastor. Él es pastor de aquellos que le permiten ser su pastor.

Además, Ora por todas las cosas que, al parecer, pueden preocuparte. Preséntaselas al Señor. Dios quiere ocuparse de tus cosas (Fil 4,6-7; 1 Pedro 5,7). Descarga todas tus ansiedades sobre Dios. Cuando sabes que Él tiene cuidado de ti, su paz viene sobre tu corazón.

4.      Considerar un día a la vez. Concéntrate en el día a día (Mt 6,34; Mt 6,11; Mt 6, 32-33). Un día a la vez. La ansiedad nos hace menos efectivos, menos productivos. No quiere decir que no visualicemos o planifiquemos el futuro, pero no con la angustia que nos haga no vivir el hoy. Es una opción: ocuparte o preocuparte. Si Dios está al mando, este es Su problema, el manejará las diversas situaciones. El Padre celestial sabe lo que necesitas y Él te lo dará, si le das el control de tu vida.

GRATA VIDA para todos.